Avance al lado de Wednesday mostrando mis colmillos y garras, Wednesday frunció el ceño y retrocedió un paso.
–¡ya! Cálmate– pidió Enid jalando mi brazo.
–lo hice para dividir nuestro cuarto– dijo Wednesday sería.
–no te metas con nosotras, quizás pueda perdonarlo. Pero Isadora no, cuidado con lo que haces, no eres la única asesina aqui– dijo Enid mostrando sus garras.
Mi respiración se agitó y mire a Enid dolida.
–¿asesina?– susurre mirándola.
Enid iba decir algo, cuando la puerta se abrió.
La profesora thornhill entró como si fuera su casa, bueno algo así lo es.
–hola niñas, buenas noches. Perdón por el lodo. Solo quería asegurarme de que Wednesday se haya instalado ¿es un mal momento?– pregunto esta sonriendo.
Mire a Enid un segundo antes de responder.
–no señorita thornhill– dije seriamente.
–bien. Soy la señorita thornhill como lo dijo Isadora, jefa de habitación. Perdón por no haber estado aquí cuando llegaste. Espero que Enid y Isadora te hayan recibido de manera apropiada– dijo está acercándose un poco.
–me han asfixiado con hospitalidad. Una más que otra, esperemos devolver el favor cuando duerman– dijo Wednesday.
La señorita thornhill río pensándo que lo que Wednesday dijo era sarcasmo.
–bueno, te traje un pequeño regalo de mi invernadero. Trato de emparejar cada flor con la personalidad de cada una de mis niñas, y cuando leí tu expediente no evite pensar en ti al verla– dijo la señorita.
