El delantero y el portero

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-Se me hizo raro que el otro día trajeras a alguien adelante -Chucky estaba ayudando a Memo a lavar la combi, era muy común que ellos hicieran eso juntos los fines de semana.

-Hacía un chingo de calor y el güero ya se veía desesperado, además no es de aquí -Memo le respondió mientras lavaba las llantas. -Es argentino.

-A la madre, bien internacional me saliste -El más joven rió y sacudió la franela con la que limpiaba.

-Lo invité al torneo, se me hizo buena onda y dijo que si le hace al fucho, ¿Cómo ves?

-Pues chido, ¿No? Nos faltan jugadores para completar el equipo, ves que el Gio y Raúl  se fueron de vacaciones.

-Si wey, ni pedo, a echarle ganas nosotros. Nomás espero que el Lio me llame o me mande mensaje.

-¿Se llama Lio? Si tiene toda la facha argentina entonces.

-Ni te burles Hirving, que tú tienes toda la facha de ser de Chilangolandia. -Memo le dio un pequeño golpe en la cabeza a su amigo y ambos se echaron a reír.

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Lionel estaba disfrutando de una comida en casa junto a sus padres y su abuela, ellos conversaban sobre cómo estuvo su semana, pero Lio tenía la mirada fija en su teléfono celular, debatiendo internamente si escribirle o llamarle a Memo o no hacerlo, estaba nervioso y ni siquiera sabía por qué.

-¿Memo combi? -Su abuelita se había colocado atrás de él cuando le llevaba un plato de comida a la mesa. -¿Quién es? 

-Un pibe que conocí en la combi hace unos días y me invitó a un torneo de fútbol. -Respondió con nerviosismo.

-Eh que Lionel ya hizo amigos ¿Viste? -A su padre le emocionaba que alguien lo invitara a participar en algo, pues no llevaban más de cuatro meses en México y los amigos de Lio se habían quedado en Argentina.

Sus padres habían buscado un lugar donde pudiera entrenar fútbol, pues le habían dicho que tenía talento y si lo aprovechaba sería una futura estrella internacional del balompié. Ese verano Messi solo había salido a sus entrenamientos y con su familia a visitar algunos lugares del Estado de México y de la CDMX, no había convivido con nadie más y está era la oportunidad perfecta.

-Aún no lo llamo para confirmar que iré con él -dijo todavía con la cabeza clavada en el móvil.

-Deberías ir, hijo, te hará bien. -Su madre le dedicó una sonrisa.

Poco raro después, Lionel tomó su teléfono y juntó todo su valor para llamar a Guillermo; no sabía por qué estaba tan nervioso de hacerlo si sólo era un chico que conducía una combi y que lo había invitado a jugar fútbol, no era como si le hubiera propuesto algo malo. Llamó a Memo.

-¿Bueno? -La agradable voz del joven de pelo chino se hizo presente del otro lado del teléfono.

-Memo, eh soy Lio, Lionel, el que se subió a tu combi. -Le temblaba la voz.

-¡Ah Lio! ¿Qué pedo wey, cómo estás?

-Bien, gracias ¿Y vos? -Comenzó a sonreír en cuanto lo escuchó hablar. -Perdon por no llamar antes.

-Yo igual bien, y no te preocupes carnal, si estaba esperando que me llamaras, porque nos hacen falta elementos en el equipo y tú eres mi única esperanza. ¿Si jalas?

-Si, me gustaría estar en un equipo con vos. -En su mente eso sonó mejor, pero ya había soltado las palabras. -¿Dónde entrenan?

-Ahorita andamos aquí por el Waldos de San Cristóbal, ¿Sabes dónde es?

-Ajá, por ahí vivo. Los alcanzo.

-Sale carnal, ahorita te vemos acá, te traes tus tenis y una playera. -Memo se oía alegre, pues sentía que Lio les daría una oportunidad aunque nunca lo había visto jugar.

-Vale pibe que allá te veo. -Lionel finalizó la llamada y rápidamente tomó su playera y shorts con el logo del F.C. Barcelona y su bicicleta para ir al lugar indicado.

Llegando allá, pudo reconocer la combi de Memo, estacionada a lado de unas canchas de fútbol donde además de Guillermo, habían diez chicos más, y un hombre que parecía ser el entrenador.

-¡Lio! -Gritó Memo desde media cancha mientras se acercaba a él. Vestía una playera negra con el número 13 en ella, y su cabello de nuevo era detenido por una banda. -¿Qué tranza? Que bueno que vienes. -Extendió su mano para chocarlas.

-Hola Memo. -Le respondió el saludo y sonreía. -¿Este es tu equipo?

-Si mira, te los presento. -Memo presentó a todos los miembros de su equipo, incluido al entrenador, señalaba a cada uno y decía algo gracioso sobre ellos o mencionaba sus apodos. La forma en la que el equipo lo recibió fue muy grata para Lionel, además de que eso le hizo sentir que podía crear nuevas amistades con ellos.

-¿En qué posición juegas Lío? -Preguntó el mayor de todos en la cancha, Rafa Marquéz, a quien Memo había presentado como el entrenador.

-Delantero, pero también me acomodo bien en el medio campo.

-Justo nos hace falta un mediocampista y un delantero. Vamos a ver qué tienes, hagan equipos de 6 y nos echamos una cascarita para calar a Lío.

-¿Tú en qué posición juegas? -Le preguntó Lionel a Memo, pues los otros muchachos se habían acomodado para el partido menos él.

-Yo soy el portero. -Memo sonrió y sacó dos pares de guantes de una mochila, unos se los puso él y los otros se los lanzó a Jesús, el otro portero. -Tú quédate con Chucky cómo delantero, él te va a hacer el paro arriba.

El partido comenzó, cada uno de los miembros del equipo quería demostrar sus habilidades en el campo, el juego era intenso, rudo y divertido a la vez, pues al tratarse de fútbol llanero, cómo se le dice, muchas reglas se pasaban por alto.

Era la primera vez que verían a Messi jugar, y Lio quería dar una buena primera impresión. Se desenvolvió con facilidad en la cancha, el chico era habilidoso, era muy buen jugador, y lo demostró en una jugada magistral con Hirving que concluyó en gol.

-¡A huevo! -Gritó Memo desde la otra portería, mientras Messi y Chucky celebraban.

Antes de que terminara el encuentro, cayó el segundo tanto para el equipo, los contrarios no pudieron anotarle ni uno a Memo, que se rifaba con tremendas atajadas. Al pitazo final, todos se acercaron para conversar sobre los resultados, hidratarse y discutir si Messi entraría al equipo o no.

-Te la rifaste, carnal. -Uno de los chicos del equipo, Andrés Guardado, le dió una palmada en la espalda a Lio. -Qué golazo.

-La neta si we, estuvo chingona la jugada que hicieron tú y el Chucky. -Alegremente comentó Memo, acercándose a él.

-Vos no estuviste mal tampoco, que gran portero que sos Memo. -Cada uno de los comentarios lo hicieron sentir bien, lo hicieron sentir como en casa.

Finalmente, los muchachos hablaban sobre lo bueno que sería tener a Messi en el equipo, pues tenía mucho que aportar. Rafa fue quien tuvo la última palabra y aceptó que Messi ahora formara parte del equipo. Entre aplausos y alegría, Memo volvió a acercarse con Lionel.

-Serás un buen elemento. -Sonrió y tomó del hombro al que ahora podría considerar su amigo.

-Gracias por invitarme. -Le devolvió la sonrisa.

Todos estaban por irse en la combi de Memo, con todos los jóvenes arriba y el entrenador como copiloto, Guillermo decidió proponerle algo a Lio antes de que éste se fuera en su bicicleta.

-¿Te gustaría acompañarme a dar una vuelta en la combi un día de estos?

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Gracias por animarme a escribir la parte 2 jsjsj, espero que les siga gustando, comentarios y críticas son bien recibidos.
Comenten si conocen las canchas que menciono en la historia uwu

Habrá parte 3 💖

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