VIII

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El gran día llegó, el día en el que oficialmente me independizó, el día que tanto anhele hace unos años pero que ahora desearía que no pasará.

Tantos recuerdos vividos, tantas risas, llantos, decepciones, logros que se tendrán que decir adiós, o un hasta pronto, la idea de graduarme del instituto no era algo que me imaginase algo triste, pero no implica que aún pueda tener momentos con mis amigos, tal vez no en un aula, o en una cafetería, o en el campus, pero si tener momentos lindos nuevamente.

Eran aproximadamente las 8:40 de la noche, mirándome en el espejo, la verdad no es que la toga sea algo hermoso y que me beneficia en algo, solo genera calor, pero es un ¿detalle algo lindo? Supongo.

Finalmente me coloqué un birrete -para nada lindo- negro y la soga dorada.

Luego de haberme probado la ropa, ya saben lo básico, que se usaría para la segunda parte de la ceremonia, guarde la toga y el birrete y me puse una ropa para estar más cómodo.

Opte por una remera pegada al cuerpo negra metida dentro de un pantalón gris, un saco negro largo hasta la rodilla y unos zapatos negros formales.

El salón estaba decorado en temática negra y dorada, varias telas blancas con toques dorados colgadas del techo, las mesas con mantel negro y una tira blanca también con toques dorados, al final del salón había una tarima decorado con una cortina blanca y luces y rodeado de globos negros y dorados.

La ceremonia empezó a eso de las 10:00 PM, con el anfitrión dando la bienvenida y los invitados sentándose en las mesas, algunos se dividían por familia, otros por amigos e incluso por curso, en mi caso me senté en una mesa con mi familia y amigos más cercanos también acompañados de sus familias.

Sirvieron algunos aperitivos y bebidas, algunos tomaban alcohol y otros gaseosas o agua, yo tomé de ambas jeje, colocaron música bajita para que la gente pudiera conversar.

—Y, ¿ustedes que piensan estudiar?

La verdad que la persona que consideras como tú segunda mamá te pregunté esa pregunta es como si me la hubiera hecho mi misma madre, tengo el miedo de que no les guste para nada lo que responda, como si ninguna carrera fuera alguna satisfacción para ninguno, pero que se le va a hacer, yo voy a dar -para nada humilde y grata- mi humilde y grata respuesta.

—Yo pensaba en medicina o abogacía.

La respuesta de Eun-ji sonó -para nada honesta- pero era aceptable.

—Ammm, yo todavía no lo sé, tal vez algo que tenga que ver con la música.

Y si, la vi venir, tantas miradas, no sabía si algunas de ellas era de buena manera, cosa que le tengo esperanza y la verdad, si paso, solo tuve fe.

—wow, eso es nuevo, solo quiero que sepas que ya tienes una fan.

La señora Lee respondió con tanto cariño y calidez, que me dio una pisca de esperanza.

—Gracias señora Lee

—Ay pero Ji, te dije que no me digas señora Lee, dime SunHee.

Solo asentí.

No miento cuando digo que la señora Lee, o SunHee, es un amor de persona, de ella saco los encantos Félix.

—¿Y tu lix? ¿Que piensas estudiar?

—Me voy para el lado de Ji también, pero tal vez algo más relacionado con el baile.

Mi madre le respondió con una sonrisa y dándole ánimos, tal vez.

El resto de la noche continuó agradable, y espero siga así, no pienso que este día se arruiné, no hoy.

La música empezó a sonar más fuerte indicando la hora de bailar, no sin antes ir con Félix hasta el baño y ponernos una ropa más cómoda para bailar.

Félix se puso un pantalón suelto negro con una remera blanca lisa con una campera de jean.

Y yo simplemente use un pantalón deportivo bordó con una remera blanca de manga corta, abajo me puse una campera liviana negra.

Finalmente fuimos hasta el centro del salón para poder bailar, obviamente para nada decente, la dupla Lee no tardo en llegar.

La relación con Minwoo iba en decadencia no mejoraba, cada día le tenía menos confianza, la verdad no es un chico que se vea confiable, y tengo mis motivos.

Y la relación con Minho pues yo digo que bastante bien, no me considero una persona muy sociable y nada por el estilo pero tener mas química con el hermano de tu prometido y con este mismo como que no cuadra, pero cada quien.

Para hacer un resumen, prácticamente baile toda la noche con Minho y tal vez Félix, pero el señor me dejó por un tal llamado Christopher Bang, que cosas... No mentira yo lo re quiero al Chris.

Volviendo al tema, básicamente estuvimos bailando como dos horas, aja, dos horas, para ese entonces eran aproximadamente las 2 de la mañana.

Nos dieron unos minutos para poder cambiarnos y ponernos la toga y todo el coso y bla bla bla.

Oficialmente empezaba la segunda parte de la ceremonia.

Varios fotógrafos asistieron al evento comenzaron tomando fotos, primero por cursos, luego por las familias, por grupos de amigos y más.

Algunos hasta hicieron photocall.

Y finalmente llegó la hora de entregar los diplomas.

la entrega de diplomas, se supone que esto se hace más al inicio no a las casi 3 de la madrugada, pero quién soy para juzgar.

Todos dieron un discurso, y fue ahí cuando me acordé que nunca prepare uno... Me quería morir, pero ya que a improvisar se a dicho, okey no, cada vez que tengo que improvisar me da un ataque de pánico, no soy bueno en esto de los discursos y menos si hay que improvisar, fui haciendo varias oraciones en mi cabeza mientras tanto, oraciones que seguro al pisar la tarima see olvidarían.

Y llegó mi turno...

Subí a la tarima, me dieron el diploma y una medalla, la directora, se hizo a un lado esperando a que hablase, me miró de reojo.

—Di tu discurso— dijo entre dientes sin sacar la sonrisa, solo tome aire y deje que las palabras fluyeran.

—Terminas un ciclo, cierras un capítulo, te despides de personas y de lugares que tal vez ya no frecuentas, pero que han formado parte de tu vida por un tiempo, crecer duele y es triste, darte cuenta de que la vida ya dará un giro que no lo podrás volver a girar nuevamente es triste, cada vez que termina una etapa es triste. Y hoy me toca a mí. Es triste darte cuenta que te encontrabas en una rutina, una bonita rutina, donde hacías cosas a diario, quizás cada día las empleabas de manera diferente, sin embargo, eran siempre las mismas situaciones. Duele asimilar que hay personas a las cual te acostumbraste, personas con las que convivias día a día, personas que te ayudaban a salir adelante o que simplemente te sacaban una sonrisa diaria. Aquí lo triste es cuando en un abrir y cerrar de ojos esto acaba, simplemente para comenzar algo nuevo, sin embargo tu no quieres, no quieres asimilar eso, no te imaginas sin esas personas que te marcaron por años, pero supongo que son pruebas de la vida para ser personas maduras y saber que... No todo es para siempre.

Feliz egresó, prom 2022.

🎓👀

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