Fue inesperado.
Tus dedos tan delicados puestos sobre las tensas cuerdas del violín en tu hombro.
¿Por qué me sentí así?
Tan burbujeante e inestable al entrar de repente en tu zona tranquila,
en aquella habitación vacía del conservatorio pero repleta del melódico llanto que brotaba de tus manos sobre el instrumento puesto bajo tu rostro.Tus ojos cerrados y serenos, parado al lado de un escritorio donde posaba el estuche abierto. Te movías junto al ritmo lento de la grata música que fue un verdadero placer para mi espectar.
Dejaste de tocar cuando notaste mi presencia, me entregaste esa misma sonrisa capaz de hacer brillar mis rincones, pero...
Esta vez hubo un cambio.Ya no solo lo sentí como un saludo simple de buenos amigos, esto...
Esto que hacía mis manos temblar.
Que hacía mis frías orejas calentarse.
Que llenaba mi alma de emociones tan extrañas...
Esto que ahora sentía...
¿Era amor?
Claro que lo amaba, era mi mejor amigo desde hace años, pero...
¿Por qué ahora decirlo hacía que mi mente se nuble e imagine más de la cuenta?¿Acaso esto era otro tipo de amor?
Tal vez algo que fue agrandándose hasta explotar violentamente contra mi conciencia. Una evolución a verte como algo más que un compañero de clase. Siento que todo y nada es nuevo para mí, sin notarlo te he tratado con una cercanía que podría haberse confundido con algo más, pero ahora, esa clase de afecto que te ofrezco y la que me das, hacen que mi alma duela.
.
Había pasado un mes desde que me sentí así por primera vez, coincidiendo irónicamente con el regreso a clases, comenzando la etapa de preparatoria, juntos y en el mismo salón.
No tenía escapatoria, menos la idea de cómo afrontarlo aunque se repitiese constantemente, pero tampoco quería ignorar al pelinegro, no iba a mantener distancia simplemente por desconocer lo que me sucedía.Decidí seguir a su lado, tratando de actuar igual pero fue difícil, en primer lugar, Megumi siempre fue bastante pegado a mí, y ahora cada que me tomaba del hombro o me hablaba cerca al oído, mi corazón se aceleraba y mi reacción era tomar aire con cierta discreción, tratando de no ofender sus actos cotidianos.
Seguí pensando un poco más hasta que vi al pelinegro tan mencionado por mi cabeza, sentado bajo un árbol que daba a la zona verde de la escuela, llevaba un libro en su regazo que iba leyendo mientras sorbía jugo de una cajita del almuerzo.
La luz de plena tarde rebotaba en zonas de su tersa piel que no era cubierta por las sombras de las hojas, rebotando igual en sus cabellos y rizadas pestañas, generando miles de chispas en mi pecho que..
Espera, ¿quién era esa persona que vigilaba a Megs desde la alcoba del segundo piso?
¿Alguien quería hacerle daño nuevamente?
Mis puños se cerraron con fuerza tras recordar la historia que me contó mi mejor amigo hace un año.
Lo vi con detenimiento: Hombre alto, pelinegro, con uniforme de grado superior... ¡¿Quién carajos se atrevía espiar a Megumi?!
Era una maldición ser nuevos aquí, no podía reconocerlo...
_Iba ir tras él, pero cuando notó que Fushiguro lo estaba llamando, su mente cortó señal y con cara de bobo, Itadori se sentó a su lado y comenzó a escuchar el resumen del libro que hace unos segundos el pelinegro había terminado de leer.
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LIGHT STORM |[Itadori x Fushiguro]|
Fanfiction....................... La marea fue subiendo hasta hundir cada pensamiento que asfixiaba mi alma de la tranquilidad que se me fue arrebatada. Ayúdame una vez más a levantarme de este castigo hasta que mi temor por vivir se haya ido de mi existencia...