Su oportunidad de asegurar el pase era en ese momento, debía ser una muralla, una enorme muralla que nadie debía romper o todo se acabaría en ese momento. Arabia Saudita contra México, el partido que definiría si pasaban o se iban sin retorno hasta dentro de otros cuatro años.
Guillermo pasó sus manos por sus rulos, entrando en un trance ligero de meditación queriendo hacer caso omiso a todos los comentarios despectivos de la tribuna a su persona, ya les había fallado una vez, no lo volvería a hacer de nueva cuenta. Su meditación apenas fue perturbada por la llegada del DT para hablar sobre la alineación y las jugadas, Guardando y Lozano asintieron ante las palabras aunque aún daban pequeñas miradas de disgusto a su director por el anterior partido.
— Hoy más que nunca debes ser una muralla, Memo. — Dijo el Tata Martino dirigiéndose al guardameta, quién abrió los ojos ante el llamado del hombre y suspiró con un asentimiento.
— Y tú un director técnico. — farfulló Jiménez por lo bajo siendo reprendiendo por Guardado que le pegó en el costado con varios reclamos, el hombre mayor solo les ignoró negando y dejando a sus jugadores para que terminaran de prepararse.
Por ese comentario fue que los nervios volvieron a hacerse presente en los jugadores, siendo despejados en ocasiones por la pelea de varios de ellos para aligerar el ánimo.
— ¿Hoy no viene tu señor? — Kevin preguntó a su mayor, quién se resignó a dejar el intento de tranquilidad.
— Kevin, te ha dicho que no le digas de esa manera.
— No está aquí qué más da, entonces, ¿viene o no? — restó importancia el chico con un gesto de manos bastante infantil.
— Hoy es su partido contra Polonia, si revisaras tu tablet lo sabrías.
El mencionado se quejó sacándole la lengua y se encogió de hombros. Andrés río y palmeó a Kevin con suavidad, pasando su diestra al frente, ofreciendo esta al portero mexicano.
— Vamos, es momento de ser el muro Ochoa.
— Estoy comenzando a odiar ese apodo.
Lozano se burló de él pasando a su lado empujando en el proceso a Herrera y Vega, quién terminó llevando con él a Sánchez y Moreno, que fueron a dar contra las bancas.
— ¡Vete a chingar a toda tu puta madre, Lozano! — Moreno exclamó molesto poniéndose de pie y saliendo corriendo tras el delantero de la selección tricolor. Tras ellos fue Andrés llamando la atención de ambos para que se comportaran de buena manera, no queriendo causar problemas con los del staff y demás personas.
El portero mexicano soltó una risa que dejó salir todo el nerviosismo y ansiedad que estaba sintiendo hace apenas unos minutos atrás. Saliendo junto con sus compañeros por el pasillo hasta la cancha, viendo cómo el estadio estaba lleno de aficionados de ambos equipos, dió un vistazo al cielo, subiendo su mano y dando un beso en su índice subiendo esto en dirección hacia arriba, tenía un partido que salvar y mantener. Los himnos sonaron luego de hacer los pasos previos cómo era costumbre en ese tipo de partidos, animando a sus compañeros a su lado mientras entonaban su amado himno. Terminando con un aplauso fuerte y gritos de la tribuna luego de que el himno de Arabia Saudita terminase también.
— Que sea un buen juego. — dijo en inglés al capitán del equipo contrario, con un apretón de manos, yendo todos a sus posiciones para comenzar el partido.
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Iban ganando, podían hacerlo. Un gol más y podían asegurar su pase, era cuestión de una jugada más. Varios tiros a portería que terminaron saliendo, pero mantenían del dominio del balón aún, los mexicanos soltando varios gritos a la distancia pidiendo el balón en una oportunidad de meter el esférico en la portería árabe.