El secreto

Seo Joon

Katsuki estaba asustada por sus quince años. Aún era la más bella del orfanato, había visto irse a varias chicas de 15 Años, estás rogaban y rogaban que no las sacarán de ahí, se aferraban con sus dientes y con sus uñas a las paredes de la casona, pero era en vano, katsuki se asustaba por aquellos recuerdos de todas las que se fueron, sin dinero, apenas con unos trapos pegados al cuerpo, no importaba si era de madrugada o de noche, eran sacadas de sus alcobas y arrastradas a la puerta.

Ruka daba oportunidad de que si había alguna visita, las de quince años salieran y se presentarán pero a esa edad no eran adoptadas eran más bien usadas para actos de prostitución.

Era temprano en la mañana cuando las niñas empezaron sus labores domésticas.
Madame Ruka las observaba detenidamente, Katsuki y las demás de quince años sabían que sucedía, las de quince años eran sacadas cuando madame Ruka lo necesitaba, cuando sabía que se pondrían feas según su criterio, o cuando hicieran algo que no le gustaba, cualquier pretexto era bueno para sacarlas a la calle o venderlas a prostíbulos.

Katsuki puso empeño en lavar, tallar y fregar todo lo que estuviera a su alcance, esto haría que madame Ruka no la echara del orfanato, aunque ella lo deseaba un poco en su interior, las preguntas "¿A dónde iría?, ¿Cómo sobreviviría?, ¿Y si la golpeaban, violaban o aún peor la asesinaban?" Preguntas comunes que pasaban por su cabeza y que le hacían trabajar duro, sin importar que sus nudillos y rodillas sangraran, la rizada trabajaba arduamente y se mantenía ocupada todos los días con algo.

Un buen viernes la de cabellos negros trabajaba en la cocina, repartía los platos de comida, Azumi se formó para recibir el suyo. -Vamos, trabaja rápido, tengo hambre- Azumi miraba con desprecio e intentando que la de rizos se descontrolara, por otro lado Katsuki mantenía su postura, sirvió la sopa en el plato de Azumi, está al sentir el calor en el plato lo dejo caer. -¿Eres estúpida? Está hirviendo esa sopa, debes de tener cuidado cuando la sirves.- Azumi gritaba de dolor, las demás solo volteaban a verlas, Hino una chica de quince años volteo a ver a Azumi. -Estas exagerando, Katsuki me acaba de servir lo mismo que a ti y no está caliente, está fría y aspera cómo siempre.- Hino dejo de hablar, la cara de Azumi se torno roja, estaba apunto de explotar. - ¿Quién te pregunto? Estúpida intrometida, ¡nadie!, No te metas en lo que no te importa.- Azumi volvió a mirar a Katsuki. - Estúpida, necesitas a tus amigas insolentes para que te defiendan, ¿Acaso no sabes que soy la favorita de madame Ruka?, Tú y tú estúpida amiguita se ganaron una golpiza que jamás olvidarán.- Azumi se abalanzó sobre Hino, tomo su cabello corto como pudo y la azotó sobre la barra, Hino cayó desmayada al piso, con la nariz rota, Azumi se abalanzó sobre la rizada pero cuando vio que la barra estorbaba Katsuki se echo a correr hacia el patio por la parte trasera de la cocina, Azumi salto la barra y corrió tras de ella, todas las señoritas corrieron tras de ellas. Al llegar al patio Azumi alcanzó el cabello de la rizada y la tiro al piso en medio de todo el patio trasero. La tenía tomada por el pelo, recogiendo su cabeza del suelo - Eres tan estúpida, no sirves para nada, me has tenido harta, te crees la gran cosa y quieres llamar la atención solo porque eres diferente, porque tu piel es distinta y tus ojos son distintos y tu cabello, a todos los niños de aquí les pareces asquerosa, también a las niñas.- Azumi vio los ojos de Katsuki volverse rojos y cristalinos. -Oh! Lo siento, ¿Herí tus sentimientos? Bueno ahora que sabes que a todos les das asco, permíteme acabar con esto- Azumi se subió en la rizada quedando a la altura de sus caderas y saco una navaja, la paso por el cuerpo delgado de Katsuki, luego por su cuello y termino poniendo la navaja sobre la mejilla de la rizada. -Despídete de tu rara belleza, pareces más bien un trozo de mierda- Cuando Azumi dijo esas palabras apoyó más la navaja la quitó lentamente y tomo vuelo con el brazo.
-¡Azumi!- Ruka detuvo el brazo de Azumi y la quitó de encima de la rizada. -¿Qué te sucede?, Pareces un cerdo salvaje y aquí no te enseñamos a un cerdo salvaje, vendrás conmigo a los agujeros.- madame Ruka llevo de la mano a Azumi, pero antes de seguir volteo a ver a Katsuki. - ¿Y tú qué esperas para venir, una invitación? Levántate de ahí y anda conmigo porque tú también estarás castigada.- Madame Ruka las encerró en los cuartos llamados agujeros, en este lugar no se veía absolutamente nada, más que los pies de las demás niñas en el jardín, no podías gritar ni hacer algún tipo de ruido si no serías azotada 100 veces por el látigo de madame Ruka.

-ven aquí, ve y cambiate las ropas, hay un señor queriendo ver a todas, es apuesto a pesar de su edad corre.- Katsuki escucho a Ruka muy excitada, quiso asomarse por los pequeños barrotes que daban al exterior pero era difícil ya que no quedaba a su altura, vio y escucho murmullos de las demás hacia adentro de la casona.

-Queridas niñas, él es el señor Seo Joon, es un amable empresario y está en busca de compañía pues su esposa quiere una nueva niña y lamentablemente ya no puede, así que saluden.- Todas acataron las órdenes de Ruka y sonreían cómo si todo fuera color rosa en aquel pequeño infierno. Seo Joon camino entre las filas de las niñas, desprecio a las más pequeñas. -Por favor madame Ruka, le dije solo las mayores, mi esposa y yo no queremos chillidos en casa.- La suave y rasposa voz de Joon puso a todas emocionadas, las de cinco a diez fueron sacadas del lugar. -Ellas tienen de doce a quince.- menciono Ruka sonriente. -Muestreme a su mejor niña de quince años.- Dijo Joon. Ruka sin pensarlo tomo de la mano a Azumi y la sacudió. -Ella, ella es mi mejor niña de quince años recién cumplidos, es hermosa como puede ver y tiene excelentes modales yo misma le enseñe todo lo que sabe, es destacada en la escuela y...- Ruka paro por la señal que hizo Joon. Este examinó a Azumi de pies a cabeza y luego agrego. -muéstrame tu bolsillo.-  Azumi metió lentamente la mano en su bolsillo y saco pelusa de este y un pedazo de hilo. -El otro.- dijo Joon, Azumi tocó su bolsillo y sintió un objeto, su cara palidecio, ¿Acaso había sido tan estúpida para llevar consigo aquello? Azumi repaso lo que hizo, Madame Ruka le dijo que se cambiara y eso hizo, corrió al cuarto se puso su mejor vestido, ¿Cómo pudo pasar la navaja de un lado a otro? Era como si tuviese vida propia. Seo Joon estiró su mano en busca de una respuesta pronta, la mano de Azumi temblorosa se deslizaba de adentro del bolsillo hacía el exterior. Madame Ruka palidecio e intervino rápidamente. -No es necesario hacer este tipo de escándalos...- La mirada de Joon hacia Ruka hacía sentir escalofríos. Azumi termino de sacar la mano inmediatamente Joon tiro la navaja a un lado y llevo a la fuerza por la muñeca a Azumi. Sin saber que pasaba todas fueron tras de ellos, Ruka suplicaba piedad, Joon dio media vuelta al fondo hasta entender que su intuición no funcionaba en ese espacio, que se bloqueó y que necesitaba la dirección correcta. -¿Dónde está?.- Dijo calmado en primer estancia, al no obtener respuesta grito. -¡¿Dónde está maldita sea?!- Ruka lo miro asustada, Joon la abofeteó. Ruka camino hacia los agujeros, Katsuki escucho el ruido y alboroto de los pasos de todos sobre la madera que adornaba el piso del pasillo, Ruka abrió la puerta y luego abrió la puerta del agujero donde Katsuki con sus lindos ojos miraba asustada. Seo Joon se inclino hacía ella, la tomo por la cintura y la cargo sacándola, Ruka reaccionó y comenzó a gimotear. -No, espere no puede llevársela así nada más.-. Joon bajo a la niña y volvió su cuerpo y rostro hacia la mayor. -De gracias que no diré a las autoridades el como tiene viviendo a estás creaturas, todos ellos son echos por la mano de Dios, abandonados en esta mísera alcantarilla.- Joon tomo a Katsuki de la mano y salió de aquel lugar.

Sin saberlo Katsuki era la última vez que tocaba el suelo y la primera etapa de un nuevo amanecer.