Emilio y Joaquín fueron obligados a casarse para cumplir con la tradición que tenían en sus familias. Después de aprender a amarse el uno al otro, crearon una hermosa familia y ahora, tienen a sus 3 pequeños monstruos adolescentes; Kiannah, Ailén y...
Era el cumpleaños, al día siguiente llegarían sus cartas de admisión de la universidad que quedaba más cerca de casa y la siguiente semana sería el cumpleaños de Dylan.
Emilio y Joaquín habían decidido hacerles una pequeña celebración en la casa a las gemelas. Sería algo muy pequeño ya que ellas no eran de muchos amigos. Por parte de Kiannah sólo irían 3 amigas y su novia. Ailen sólo tenía 2 amigos, así que ellos estaban invitados con Jerry, por supuesto. Obviamente, estarían los amigos de Emilip y Joaquín, ósea los tíos de las niñas, de la familia de Joaquín sólo iría Ren porque sus papás seguían sin hablarles desde que descubrieron los gustos de Kiannah. Los padres de Emilio irían, con Romina, su hijo y su alfa que estaban de visita, también invitaron a Leidy, Ely y la pequeña Valery y lógicamente, César y Diana no podían faltar.
Alan y Diego estaban ayudando a Joaquín a decorar, mientras que Emilio estaba afuera con las gemelas en el salón.
—Alan, ¿tu omega vendrá? — preguntó Joaquín.
Si damas y caballeros, el don "no me hace falta un omega para ser feliz" llevaba casi 2 meses saliendo con la omega que conoció en ese bar. La estaba cortejando y cada día estaba más cerca de marcarla y mudarse juntos. De no creer.
— Eso dijo. — respondió —. Ya ves que ser maestra en el jardín la cansa mucho, pero dijo que haría lo posible.
— Kiannah la ama, espero que pueda venir.
Alan asintió y siguió organizando los pequeños cupcakes en la mesa.
—¿Mañana llegan las cartas de admisión? — preguntó Diego.
— Si... Una de las 5 que enviaron. — respondió Joaquín.
Kiannah había decidido presentar a Pedagogía con énfasis en lenguas extranjeras, siempre había amado a los niños y amaba enseñar a los demás y no dudó ni un segundo en presentarse a esa carrera. Ailén por su parte, se presentó a fotografía, siempre estuvo entre esa y literatura, pero finalmente y con un poco de ayuda de Sian y Ren, decidió la fotografía.
Cuándo enviaron las solicitudes, fué una locura. Emilio sólo quería que se presentaran a la úncia universidad que quedaba a menos de 2 horas de casa, pero ellas insistieron en querer tener varias opciones en caso de que las rechazaran en una y Joaquín tuvo que ayudar convencer a su alfa.
— Emilio todos los días parece un alfa bebé diciendo que no quiere que se vayan. — se burló Alan —. Que tonto.
— No pensarás igual cuándo tengas pequeños Alan corriendo por tu casa. — dijo Diego y Joaquín lo apoyó.
Siguieron decorando mientras hablaban de lo mucho que habían crecido las gemelas, recordando cuándo eran sólo unas pequeñas criaturas que no hablaban y se dedicaban a babear a Emilio.
Para ninguno era posible que estuvieran cumpliendo 17 años ese día. El tiempo pasaba volando.
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