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Nota: Espero que gusten de esta historia ♡(´｡•ㅅ•｡')
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Como típicamente sucede en una novela cliché de transmigración, un día abrió los ojos y se encontró en el cuerpo desconocido de un ser, más específicamente, de un bebé.
Y, como es igual de cliché, estaba en una cuna que parecía extremadamente cara.
Kim Rok Soo, que no hace mucho leía novelas clichés de personajes principales transmigrando al cuerpo de otro humano, de un mundo diferente y teniendo que superar una vida llena de dificultades en las que debía de demostrar su valía superándolas con excelencia.
De nuevo, Kim Rok Soo era alguien que no tenía ninguna intención de hacer eso, ya habiendo superado demasiadas dificultades a lo largo de su vida pasada. Dado el caso de que odiaba la idea de volver a tener que enfrentar obstáculos para poder llegar a su anhelado objetivo, se propuso evitar cualquier cosa relacionada al personaje principal que podría ser el de este mundo desconocido en el que cayó.
Y, dejando de lado todos los pensamientos internos que empezaban a flotar por su cabeza, un primitivo instinto quiso salir de él, cuando el deseo de llorar fue abrumador, como si quisiera expresar de forma brusca sus sentimientos en lloriqueos.
'Tengo hambre', se dio cuenta en el momento en que sintió el vacío de su estómago, '¿cómo pido de comer?, ¿hay incluso alguien que se ocupe de mis necesidades?'
Tuvo esos pensamientos fugaces porque en la gran mayoría de las novelas de transmigración, por no decir todas, el o la protagonista debían de sufrir de tratos poco humanos de sirvientes flojos que no se harían cargo de sus necesidades básicas por el simple hecho de no ser favorecidos por el señor del hogar, que posiblemente tenga un cargo muy importante.
'¿Pero de qué diablos pienso? No soy un protagonista, no me debería de preocupar por eso'
Ese fue un claro pensamiento, decidiendo que eso únicamente le sucedía a un personaje principal, mientras que él, un posible simple extra, no debería de preocuparse por la maldición que probablemente todos los protagonistas tenían.
Y, nuevamente, su cabeza ya andando indagando en pensamientos, el sonido de una puerta abriéndose le alertó, pensando en todas las posibilidades que habrían con su mala suerte al no solo despertar en un cuerpo ajeno, sino que también en otro mundo desconocido sin nadie a su alrededor que le dé una idea de dónde estaba.
Los pasos se acercaron de forma silenciosa a la cuna y Kim Rok Soo en un nulo intento de abrir los ojos para saber quién era, notó que no podía moverlos casi nada en lo absoluto. Por un momento entró en pánico, hasta que llegó a una conclusión no muy tranquilizadora: el bebé en el que despertó era tan recién nacido que aún no podía abrir bien los ojos.
Ahora que se ponía a analizar cómo se sentían sus ojos, sentía un poco de hinchazón en los ojos y la fuerte luz de algún lado de la habitación le molestaba. Así que, dado con los pocos datos que tenía, podía concluir que el bebé en el que despertó tenía menos de 26 semanas de nacido, por lo tanto, aún no podía abrir bien sus ojos.
Pero se volvió a distraer. Mientras tenía esos pensamientos, la persona que había abierto la habitación y se acercaba a la cuna, ya estaba al lado de su cuna y mecía suavemente la cuna. Kim Rok Soo, ya cansado de tanto pensar, por breves momentos olvidó su hambre y el sueño lo invadió. Es en ese momento que la persona aún desconocida habló:
"Ya han pasado unas horas, pero aún no lloras por hambre, es extraño", era una suave y tranquila voz, pero aún así amable, notó ", es normal que a veces los bebés no lloren por tener hambre. Ya es hora de comer".
Parecía alguien con experiencia con los bebés si mencionaba eso.
Unas manos y brazos lo tomaron, acunándolo y luego acomodándolo en sus brazos para luego ser colocando en un regazo que no reconocía en nada.
Kim Rok Soo sabía lo que seguía y no quería experimentar su primera comida como bebé, ya sabiendo de dónde se originaría. Con miedo, movió la cabeza lo poco que podía hacer, pensando que se alejaba de la cosa que lo alimentaría, pero al parecer fue tonto al pensar eso, ya que directamente se dirigió a ello y solo se necesitó acomodarlo un poco para que algún líquido empezara a fluir por su boca y sus inconscientes succiones ayudó en su alimentación.
Estaba tan avergonzado que solo pudo apretar su pequeño y débil puño en la ropa ajena, pensando que si era su madre, posiblemente le molestaría que arrugaran su ropa. Claramente la suave caricia que recibió en su cabeza dijo que está mujer era diferente y no le molestó que el bebé arrugara su ropa mientras lo alimentaba.
Sintió calidez desconocidas de esas suaves manos acariciando su cabeza y tarareando una canción que le empezaban a adormecer, ni siquiera notó cuando había dejado de comer y la mujer le daba suaves palmaditas en la espalda para sacar un eructo necesario antes de que esas misma manos suaves lo acomodaran en la cuna y le arroparan.
Kim Rok Soo quedó totalmente dormido después de unas palmaditas en su pequeño pecho.
'¿Quién es esa mujer?', fue lo último que pensó antes de caer en los suaves brazos del sueño.
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