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Nota: Quise dar a conocer la posición de la familia Henituse en esta historia, su importancia y el por qué de las acciones y decisiones futuras de Roksu en esta historia. Parece relleno, pero lo usaré en el futuro.
Una disculpa por la actualización tardía, había olvidado que no lo había publicado.
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Familia Henituse.
Un condado que cualquiera llamaría promedio en un reino antiguo pero que no tenía nada en lo que sobresalía.
De hecho, cierta razón tenía ese hecho, sin embargo, aunque Henituse siempre se mantuvo quieto en su territorio y decidió no intervenir en los otros territorios ajenos al suyo y los miembros de esa familia tampoco mostraban alguna acción que mostrará que quisieran salir de su territorio, los más observadores veían algo más.
Desde la creación del reino, Henituse no era una familia cualquiera. Tenía riqueza y su poder militar era abrumador a tal punto que merecería la posición de Duque, sin embargo, abandonaron un territorio lleno de riqueza y de vida plena para proteger al reino en uno de los peores territorios del reino: el Bosque Oscuro.
Debido al desinterés de Henituse ante el poder y reconocimiento, poco a poco su historia de la familia más fuerte de artes marciales fue olvidada, para únicamente obtener el reconocimiento de una de las familias neutrales más fuertes del reino.
Pese a que podrían haber obtenido reconocimiento y poder político, Henituse jamás mostró algún tipo de codicia por ello, inclusive teniendo leyes que se aplican a los miembros de la familia a siempre mantener una neutralidad ante cualquier circunstancia.
Roksu Henituse, actualmente experimentando una situación nada favorable para la neutralidad de Henituse, aún así estaba satisfecho con el hecho de pertenecer a una familia que no quería involucrarse en peleas inútiles para saciar su codicia.
"Joven maestro Henituse, ¿no desea ser compañero de juegos de otro futuro príncipe? Aún está a tiempo de poder cambiar de decisión"
Roksu suspiró con exasperación oculta. Su posición en lo absoluto estable ante los ojos de la nobleza y tal como buitres que se caracterizaban por ser los nobles, no perdieron tiempo y lo contactaron.
A él.
Un niño de 4 años.
'Realmente personas peores que basura', casi hacia una mueca de desagrado ante las personas pomposas frente suyo 'Ir por un niño que ni siquiera tiene completa conciencia para tener mejor imagen ante su facción'
Por supuesto, él no era un niño de 4 años, su edad mental era de casi 40 años, era imposible engañarlo ante sus métodos cobardes.
