02. tanto lo deseas que al fin sucede

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Junio 2019

—Me ofrecieron la dirigencia de la selección mayor —había dicho Lio como primera frase de la reunión que terminó cambiandolo todo—, bah, el interinato pero hay muchas posibilidades de que en un futuro termine siendo el director técnico de la selección —estabamos todos con el conjunto de verano porque era febrero y el calor que hacía no daba tregua.

—¿Y qué dijiste? —preguntó expectante Pablo, pasándome el mate que tenía en sus manos.

—Que sí pero con una condición, que ustedes sean mi cuerpo técnico —respondió tranquilamente. Mis ojos se salieron de órbita y casi me ahogo con el agua del mate que recién había tomado. ¿Estaba hablando en serio?

—A vos te ofrecen el interinato y pones condiciones, estás loco —acotó Walter—, y la próxima fijate de decir las cosas con un poco más de tacto, casi matas a la chiquita —la chiquita era yo, el apodo empezó un poco en joda pero más que nada porque soy la única mujer y porque además soy considerablemente mucho más chica que ellos en cuanto a físico se refiere.

—Y, me tomó por sorpresa. Un poco de mate llegó a alguno de mis pulmones, estoy segura —todos rieron—. Pero, en serio, ¿nos estás ofreciendo acompañarte en el cuerpo técnico?

—Es con ustedes o no hay nada. Somos un equipo sólido, venimos de ganar el Alcudia, de buenas perfomances en los amistosos, el equipo que dejamos es increíble. Me parece que lo justo es que estén conmigo, me ofrecieron un nuevo cuerpo técnico pero yo les dije que lo iba a hablar con ustedes...

—¿Te pensas que te vamos a dejar solo? —soltó Roberto. Todos parecían muy seguros de querer acompañar a Leo en el interinato pero yo no, no es que no quisiera, la selección viene de varias finales perdidas, de malas rachas, de golpes bajos, tomar la rienda en este momento tan crítico es clave: o te mandas al muere o salvas el barco y salís a flote. Mi lugar como fisio y kinesio de la sub20 me tenía cómoda, relajada y era un lugar en el que hacía lo que quería, lo que me gustaba sin quedar expuesta ante el periodismo deportivo mufa y la gente que no tolera ni puede lidiar con el fracaso que ya te bardea. Ser parte del cuerpo de la selección del mismisimo Lionel Messi implicaba salir de mi zona de confort que bastante bien y segura me tenía. Y además, el ambiente del fútbol no deja de ser un lugar lleno de hombres, hecho para hombres y por hombres y que mi presencia sabía que no terminaba de gustar.

—Tierra llamando a Bar —Pablo chasqueó sus dedos frente a mí llamándome a participar de la conversación. Se ve que me había perdido varias cosas mientras pensaba en mí porque los únicos que quedaban en la sala de reuniones éramos Lio, Pablo y yo—. ¿Entonces...

—¿Entonces... —repetí yo esperando que termine su pregunta.

—¿Vas a aceptar la propuesta? —preguntó Lio y me trabé a la hora de responder.

—¿Cuánto tiempo tenes para dar una respuesta? —indagué. Y algunos días, fue la respuesta del dt—. Tengo que pensarlo.

—¿Qué cosa tenes que pensar bolu? —soltó Pablo medio desesperado—, es la mejor oportunidad que podría haber aparecido y más a vos que lo que más querías era esto, ¿porque de repente te tiras para átras?

—Porque soy una mina trabajando en la selección —le respondí enojada—. Ya parece ser demasiado mi presencia en la sub20 que me llegan a mi instagram mensajes y comentarios en las publicaciones de porque estoy yo en un lugar que tendría que ocupar un hombre.

—¿Y por eso te vas a tirar abajo? —sumó Lio—, si nosotros confiamos en tu laburo, ¿qué más queres? Tampoco quiero que te sientas obligada a que digas que sí pero, te elegimos porque eras y sos la más capacitada. Si alguno de los que está acá se hubiera dejado llevar por lo que dicen afuera, no seguiriamos acá, nos hubieramos ido hace un rato largo ya.

knee socks ━ emiliano "dibu" martinezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora