-Harry James Potter si no me dejas en paz, juro que te vas a arrepentir de haberme conocido- le advirtió Delilah aún con las cobijas por arriba de su cabeza.
-Que tus amenazas vayan a la Sra. Weasley, ella me mando a levantarte- se burló Harry jalando la sabana de su cama y con la fuerza del intento, logró arrastrar a Delilah hasta el piso.
Varias cosas habían cambiado en la vida de la familia Weasley, en primer lugar, Percy había obtenido un trabajo en el Ministerio y era de todo lo que podía hablar, al tener el estrés de hacer algo de su vida, persiguiéndolo. Fred y George se estaban convirtiendo en jóvenes empresarios, creando artículos que encapsulaban sus travesuras y aventuras en objetos que podían vender a los demás.
Tres días en la Madriguera desde que Delilah llegó y las interacciones fueron tal como se esperaban. Hermione, Ron, Harry y Delilah pasando todos sus días juntos, estos últimos dos sonriéndose un poco más de lo normal y encontrando excusas para sentirse junto al otro.
Era hermoso poder verlos quererse libremente, sin tener que ocultarse que se esperaba más que una amistad de ellos, ya no había vergüenza o preocupación, si no la pura emoción de la expectativa entre ellos y lo que les esperaba.
Delilah lo miró desde el suelo, como si quisiera asesinarlo.
-Corre, porque juro que te voy a aniquilar- dijo Delilah con el tono calmado y eso fue lo que asusto a Harry, y sin dudarlo dos veces, salió corriendo, con Delilah pisándole los tobillos.
Pero todavía eran mejores amigos, y por ello algunas cosas no cambiaban.
-¡Potter, Jolet!- escucharon que los llamaron al pie de las escaleras, deteniéndolos al instante.
Charlie Weasley les sonreía desde abajo, mirándolos con alegría.
-Las peleas a muerte se hacen en el patio, así que vístanse y arreglen sus cosas, porque se irán en 20 minutos y si quieren continuar su pelea no les va a dar tiempo- se burló con una sonrisa
-Vives un día más Potter- dijo Delilah dándole un empujón antes de regresar a su cuarto para vestirse.
Los Weasley habían invitado a Hermione, Harry y Delilah a la final del Quidditch profesional, habían hecho un gran esfuerzo para poder conseguir boletos y aun cuando los tres insistieron en pagar sus entradas, la familia se rehusó; así eran los Weasley, amables y generosos aun cuando no estaban en su mejor lugar.
Percy, Charlie y Bill no les acompañaron en el viaje, decidieron transfigurarse directamente al lugar para asegurarse que todo estuviera listo para cuando el resto llegara. Para poder transfigurarse a voluntad, se necesitaba tomar y pasar un examen, el resto, tenía que llegar por otros medios.
-¿Y qué es un traslador?- preguntó Harry acercándose al Sr. Weasley
-En un objeto autorizado por el Ministerio, se usa para trasladarse a otro lado- le explicó el mayor de los Weasley, con el resto del grupo caminando detrás de ellos- Pueden ser cualquier cosa, se espera que sea algo que no llame la atención para que los muggles no sospechen de el- agregó- Tomen eso en cuenta, es hora de buscarlo- indicó
Cada quien se separó y buscaron en el terreno de la montaña a la que habían llegado; Harry se agachó para asomarse a un arbusto y notó una pequeña flor amarilla que crecí de este.
-Ten- le dijo a Delilah, extendiéndole la flor que había cortado
-Oh- dijo ella con una sonrisa, aceptándola- Gracias ya extrañaba recibir flores- dijo con alegría, admirando el regalo del chico.
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Delilah Jolet-2 (Harry Potter & Draco Malfoy)
FanfictionDelilah regresa a Hogwarts para empezar su cuarto año en la escuela de magia, su regreso es acompañado de un ataque de mortífagos durante el verano, la competencia de los tres magos en terrenos de la escuela y una decisión que dejó pendiente el año...