𝐃𝐄𝐂𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍𝐒. | pablo gavi

iii.

Andrea.

Después de mi pequeño encuentro con Pablo, fui a mi casa, la cual no había nadie, ya que mi madre trabaja todo el día.

Me prepare algo rápido para comer y me senté en el sofá para ver Teen wolf, iba por la cuarta temporada y estaba muy interesante.

Estaba en una escena intrigante cuando me llega un mensaje.

Es Pablo.

Joder con este chico, siempre interrumpiendo en los mejores momentos.

Me había pedido la ubicación de mi casa, se la pasé y enseguida le di al play para seguir viendo el capítulo.

Ya eran casi las cinco, así que decidí recoger el desastre que tenía en el comedor y fui a mi habitación para cambiarme por algo más cómodo, me puse unos pantalones de chándal y una sudadera.

Prepare el ordenador y todos los libros que íbamos a utilizar, de repente el timbre sonó y fui a abrir.

Era el.

— Hola—dije abriendo la puerta.

— Hola Andrea, he traído algo de picar— dije mientras yo cerraba la puerta después de que el entrara.

— No hacía falta, pero gracias.

— ¿Nos ponemos manos a la obra?

— Si por favor, quiero terminar cuanto antes este trabajo para poder empezar a estudiar los exámenes que tenemos— dije mientras comenzaba a caminar hacia mi habitación y el me seguía.

— Pero si todavía queda una semana.

— Pero si no quiero que me pille el toro y que luego suspenda, prefiero estudiar con más antelación.

Cuando entramos en mi habitación el dejo sus cosas a un lado y comenzó a observar todos los posters de la pared, básicamente toda mi habitación.

— ¿Así que te gusta el baile?— me pregunto soltando una pequeña risita.

— Es algo a lo que me gustaría dedicarme.

Gavi.

— No conocía ese dato sobre ti— dije mientras me giraba hacia ella.

Estaba sentada en la cama mirándome mientras se hacía un moño.

— Técnicamente no sabes nada de mi.

— Te conozco desde hace un año.

— Te recuerdo que hasta hace un mes no nos llevábamos bien y seguimos sin llevarnos bien, es solo que ahora podemos hablar sin que tengamos que pelearnos— dijo mientras abría su portátil—. Podemos empezar ya el trabajo.

Yo asentí, saqué mis libros y comenzamos a hacer el trabajo.

Ya eran casi las siete y ya habíamos terminado el trabajo.

— ¿Qué hora es?— preguntó ella.

— Las siete menos diez.

— Hostia, tengo ensayo.

Yo me empecé a reír al ver como empezaba a recoger sus cosas.

Empecé a hacer lo mismo que ella, no quería que llegase más tarde de lo que ya estaba llegando.

Ella cogió un prenda de su armario y fue al baño.

Cuando salió del baño en vez de llevar los pantalones de chándal llevaba unos pantalón corto y unas zapatillas nike.

— ¿Te vas a ir tú sola?— pregunté.

— No, me recoge Sergio— dice mientras cogió su mochila de baile—. ¿Vamos?

— Claro.

Salimos de su casa y frente a ella un coche, la ventanilla de este se bajo al vernos aparecer.

— Vamos Andy, llegamos tarde.

Andy...

— Ya voy— le dijo a él tal Sergio—. Gracias por hacer el trabajo conmigo— me dijo girándose a mi.

— No es nada.

— Adiós Pablo, ten cuidado— me dijo con una sonrisa.

— Adiós Andrea— dije devolviéndole la sonrisa.

Ella entró en el coche y este desapareció por la calle.

Yo suspire y llame a un taxi para que viniera a recogerme.

Andrea.

— ¿Quién era ese chico?— me preguntó Sergio.

— Uno de mi clase, vino a mi casa para hacer un trabajo.

— Parece buen chico— me dijo mirándome de una forma que conocía mucho.

— No, Sergio, no, ¿como me va a gustar?

— Yo no he dicho que te gustase.

— Pero lo estabas insinuando— dije señalándole con un dedo—. No me gusta Pablo en absoluto.

— Así que, Pablo, me gusta.

— No Sergio, no te hagas ilusiones porque ya sabes lo que pienso.

— Está bien te entiendo, pero algún día te tendrá que gustar algún chico.

— ¿Y quien dice que nunca me haya gustado un chico?— dije mirándole con el ceño fruncido.

— El caso Andrea, es que en algún momento va a llegar un chico del cual sientas algo más que gustar o atraer y ahí tendrás que superar tu miedo.

— Ya hemos llegado, venga que tenemos que tenemos que calentar y luego ensayar— dije saliendo del coche intentando evitar el tema.