Elyan:
"No sé si escribirte, puede que mañana me lleven a la cárcel, pero quien no arriesga no gana."
No puedo evitar sonreír al ver este mensaje. No esperaba que me escribiera, y menos tan deprisa. No han pasado ni cinco horas desde que nos hemos conocido, yo acabo de llegar a casa, seguramente él también.
Me hace ilusión ver que me ha escrito, pero no sé qué responderle. Hace mucho que no hablo con ningún chico, al menos no de manera amorosa o pícara. No digo que con él vaya a hablar de esta manera, pero en este mensaje se ve la intención. El vacile y el tonteo, no se me dan bien.
Yo:
"Ya escucho las sirenas, te buscan."
Elyan:
"Puede que me encuentren mañana, a las once, en la cafetería de Sol, con café y resaca. Si tengo suerte, con una chica guapa a mi lado."
Creo que todo el vecindario me ha escuchado gritar, es una indirecta, ¿verdad? ¿Me está diciendo de quedar? ¡Me está diciendo de quedar!
Talia respira, respira. Que tienes diecisiete años, no quince.
Yo:
"¿La misma chica que hará que vayas a la cárcel?"
Él no tarda ni un minuto en responder.
Elyan:
"Eso espero."
La conversación termina aquí, le doy "like" a su mensaje y me pongo a pensar, las once es en seis horas, ahora voy borracha, no puedo pensar que ponerme, pero puedo probarme toda mi ropa a ver que me gusta. Total, si cierro los ojos todo me da vueltas, no puedo dormir.
Abro el armario y veo toda mi ropa, si quedamos por la mañana no puedo vestirme muy "boom", tengo que ir con un atuendo más relajado. Así que descarto todos mis vestidos de fiesta, pero no descarto mis faldas.
Enseñar las tetas, cuando vaya sobria, no me parecerá la mejor opción, pero ahora me parece el atuendo más bonito del mundo. Ir con mi sujetador de lencería favorito.
Al final opto por algo menos revelador, una falda beige, un top de manga corta, con escote en v, negro y ya. Lo bueno de verano, no tener que pensar en la chaqueta.
Me pongo la alarma a las nueve, e intento dormir.
...
¡Mierda!
Son las diez y media, creo que no me puse la alarma como creía. Hemos quedado en media hora, pero tengo que salir da casa en quince minutos.
No me he visto en el espejo, pero sé que tengo unas ojeras para morirse, a demás que apesto a alcohol.
Me tengo que duchar, maquillar y vestir en quince minutos, no lo veo.
Me he duchado más rápido que flash, me maquillo poco; corrector, colorete y mascara de pestañas. Me visto con lo que decicí ayer por la noche y corriendo cojo mi bolso, móvil y llaves, y salgo por la puerta.
Son las diez y cincuenta y cinco, tengo quince minutos andando hasta esa cafetería, porque "spoiler", no tengo carnet, pues mucho menos coche.
¿Le escribo para avisarle que voy tarde? Mejor.
Yo:
"Hola, ¡me he dormido! Llego en quince minutos."
Apago el móvil y salgo de casa con prisas.
Intento andar rápido, pero no demasiado, ya que hace calor y no quiero sudar.
Llego a las diez y once. Lo veo por el cristal, allí sentado, mirando el móvil. Me daba miedo que fuera efecto de borrachera, pero no. No era efecto de borrachera, es aún más guapo de lo que recordaba.
Estoy nerviosa, para que mentir. Respiro hondo y entro a la cafetería. Él levanta la cabeza y al verme me sonríe y se levanta. ¡Vaya sonrisa!
ESTÁS LEYENDO
My first, you know, love.
RomanceEl primer amor es algo complicado de definir, ¿Quién es? ¿Tu primer beso? ¿Tu primer cuelgue? ¿Tu primer novio? o ¿Tu primer corazón roto? Quién diría que el mio empezaría con un cigarro y esos ojos amarillos... TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS