Big boy

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¿Lo sabía? Claro que sí.
¿Le afectaba? Por supuesto.
¿Temía que fuera un problema en su relación? Absolutamente.
Choi Jongho estaba pesando 10 kg de más que eran más que obvios excepto por sus mejillas, y estaba asustado por ello. No había visto a su novio por tres semanas. TRES SEMANAS y sentía como se le venía el mundo encima al imaginar la reacción de Yeosang cundo lo viera según el hecho una "vaca" a pesar de que algunos doctores le hayan dicho que era su peso normal debido a su estatura, él se negaba rotundamente a lucir así. Siempre había tratado de mantenerse en forma porque a pesar de que no se veía siempre así de grande, en realidad lo era, pero las dietas y ejercicios lo escondían muy bien. Ahora no tenía excusa.
Escuchó como el taxista comenzaba a sacar sus maletas de la parte trasera del vehículo y automáticamente empezó a sentir como poco a poco su alma abandonaba su cuerpo y este se movía de forma automática para agradecer y despedirse del conductor cuando terminó de ayudarle.
Luego de un suspiro largo y mirar con detalle la puerta por fin se animó a tocar el timbre siendo recibido casi instantáneamente por un chico de melena oscura que no dudó en saltar sobre él sin notar su aspecto para nada.
—Ya estás aquí amor- sollozó el chico entre sus brazos.
—Ya estoy aquí Yeosangie- respondió suave olvidando su gran inseguridad por un momento para deleitarse con ese calor y cariño que le había sido arrebatado por culpa del trabajo las últimas semanas. Cuando Jongho comenzó a preguntarse por si el otro chico sentía su abultado abdomen decidió tomar distancia rompiendo el abrazo y dejando a su pareja sentir el piso, Yeosang lo miró de arriba a abajo, cosa que lo intimidó un poco, notando primero la repentina lejanía y segundo, cierto detalle que le pareció extraño pero no sabía era parte de la estrategia del más joven para esconder su actual figura.

—Porqué estás usando ropa tan grande HoHo? Parece que se la quitaste a un gigante- bromeó el pálido mientras lo jalaba al comedor mostrándole los manjares que tenía preparados para su llegada.
—E-es que me sentía... INCÓMODO. Eso. Me sentía incómodo con los trajes siempre y por allá siempre los usaba a-así que quise estar más cómodo al llegar. Ajá- lo miró a su lado esperando que crea su patético intento de ocultarse pero Yeosang parecía no querer cuestionarlo y solo asintió mirándolo extraño por su repentino nerviosismo.
—Ok? Come algo, aún está caliente - el chico le extendió unos palillos y le sirvió algo de pasta que se veía realmente exquisita, pero tenía que negarse. No quería probar un solo bocado para evitar aumentar de peso y sabía que le rompería el corazón a su novio pero tenía que hacerlo.
—Sangie yo no-
—No pude preparar todo lo que te gusta pero la mayoría son de tus favoritos y los hice yo mismo, anda di "Aaahh"- y obedeció al instante. Como podía negarse cuando su novio se había ocupado el mismo de hacerlo todo? No podía solo dejarlo así además cada cosa que le ofrecía estaba deliciosa. La pasta, la sopa, la carne y un poco de guiso, sintió su estómago totalmente lleno al terminar la noche.
—Quieres ver una película?- preguntó el peli negro desde la sala viendo como ahora Jongho traía un suéter de peluche con la excusa de que hacía frío que en realidad ocultaba la prueba de  los excesos de las delicias del almuerzo, de nuevo solo lo miró un segundo pero no lo cuestionó.
Ambos escogieron una película de romance hablando cada tanto sobre lo aburrido e incoherente de la cinta, eso hasta que los protagonistas pasaron a la escena del dichoso beso, ambos se tensaron pero se acercaron de igual forma. Jongho tomó la cintura de Yeosang para acercarlo un poco y con su otra mano tomó su cuello para unir sus labios. Choi se sintió en paz por segunda vez, trazando el contorno de los labios de su lindo novio, mordiendo y tirando un poco de ellos para volver a besarlo y disfrutar del íntimo roce. Las cosas subieron de nivel cuando Yeosang tiró un poco del cabello de Jongho y este abrió más la boca para soltar un jadeo casi inaudible cosa que el otro aprovechó para involucrar a sus húmedos músculos en una batalla sin fin. Los chasquidos y jadeos casi superaban el volumen de la película a la que por cierto apenas habían tenido tiempo de disminuir el audio.
Aún te queda espacio para el postre?- preguntó insinuante besando su cuello y sintiendo como el cuerpo debajo suyo se tensaba instantáneamente y cortaba el beso para levantarse agitado y mirarlo con pánico.
—Y-yo mmm tengo que ir al baño, ya regreso- decir que Jongho no había corrido hasta allá sería una mentira y es que al cerrar la puerta con seguro y verse al espejo casi llora de la frustración. Que iba a hacer ahora? El mayor claramente le estaba haciendo una invitación que había ansiado desde los primeros días que estuvo ausente pero era distinto ahora. Con que cara lo miraría cuando le quite las enormes ropas encima y se de cuenta de que su fuerte y escultural cuerpo desapareció en un "puff". Estaba a punto de llorar pensando en eso hasta que sintió unos golpes es la puerta.
—Jonggie, está todo bien amor?- se escuchó del otro lado de la puerta y solo atinó a abrir la llave de la ducha.
—Todo bien amor, me daré un baño. Estoy algo estresado por el viaje- un silencio que pareció una eternidad desapareció cuando se escuchó de nuevo la voz del mayor.
—Está bien- y se fue de allí.
Ciertamente no tenía planeado bañarse pero debía hacerlo y es cierta parte tal vez ayude realmente a aliviar su estrés y preocupación.

One Shots - JongSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora