One Shots - JongSang

White tee

No sabía que clase de juego mental se había auto impuesto o si solo algún gusto que comenzaba a hacerse más intenso de lo normal pero nunca se había dado cuenta de lo mucho que le gustaba ver a su esposo en esos trajes hasta que comenzó a fijarse en el mínimo detalle de estos. Ver la manera en la que esa chaqueta de alta costura se amoldaba perfectamente a su voluptuosa figura le daba cierto tipo de satisfacción a una fijación que no sabía que tenía, y la vista de esa blanca y prolija camisa que le quedaba casi como una segunda piel le hacía jadear internamente esperando que su marido aún no haya desarrollado la habilidad de leer mentes. Sería vergonzoso saber lo que pensaba por algo tan simple como su ropa de trabajo.

—Creo que hoy llegaré algo tarde Yeosanggie, pero ayer hice algo para cenar así que puedes comer eso, yo veré algo en el camino. Nos vemos- la voz de Jongho y el pico en sus labios lo sacó de su transe para a penas responder y despedirse sin muchos ánimos por la noticia.
—Adiós amor. Ve con cuidado- recibió un asentimiento y luego escuchó la puerta cerrarse. Suspiró. No tenía muchas ganas de salir de su casa pero para desgracia suya recibió un mensaje de su amigo diciéndole que debía completar las horas que debía en el trabajo y se alistó con tiempo extra de sobra para su corta jornada laboral. En parte esperaba que eso le ayudara a despejar su cabeza de sus poco sanos pensamientos.

Luego de una ducha rápida, eligió una vestimenta casual y emprendió la caminata a la cafetería donde asistía. Ese día solo debía estar tres horas, por lo que no se molestó en cambiarse a penas llegó para comenzar a atender a los pocos clientes que estaban en las mesas. Su compañero llegó unos minutos después que él, cosa que no había procesado del todo hasta que esté casi le gritó a su lado.

—Hyung, te digo que buenos días!- el escandaloso chico ya llevaba su delantal clásico acompañada de una cara con un signo de interrogación en ella.
—Buenos dias Wooyo- respondió algo ido. Sabía que su cabeza estaba en las nubes y que  estaría solo un poco más jodido si alguien más se daba cuenta de eso y para su mala suerte le tocó lidiar con el inspector de cambios de humor Jung Wooyoung. Maldición.
—Todo bien? Te pasó algo? Quieres contarme?- el menor no perdió tiempo en bombardearlo de preguntas sin darle chance de responder alguna al mismo tiempo.
—Si, solo estoy algo triste porque Jongho llegará algo tarde. Tendré que cenar solo de nuevo- aunque no estaba mintiendo y no era eso en lo que pensaba supo que Jung no le creyó ni un poco cuando le dedicó su clásica "mirada que juzga" seguido de murmurar un pequeño "está bien, si tu lo dices" para comenzar con sus pocas labores de ese día.
El solo intentó ignorarlo todo ese tiempo ordenando algunos vasos y saliendo del mismo ambiente para ir a algunas mesas de clientes que ya se habían marchado y limpiarlas con toda la calma del mundo pero nada servía, la intensa mirada de su amigo se sentía desde el otro lado del local y creyó que podría fundirle los hombros tranquilamente por haberle dejado con la duda.
Estuvo así por al menos unos 30 incómodos minutos sintiendo el escaneo visual gratis de su compañero temiendo hacer algo mal o siquiera pensar lo suficientemente alto para que el otro tenga motivos para hacer una de sus típicas enredaderas de preguntas de donde jamás se había podido librar en alguna ocasión. Sintió un alivio tremendo cuando este al fin se movió para buscar unos sorbetes y unos vasos para el café en el almacén. Aprovechó sus segundos de libertad para distraerse un instante viendo su teléfono notando que habían algunos mensajes de su amado que casualmente le había escrito hace unos minutos. La sonrisa que apareció en su rostro se convirtió en una expresión de sorpresa total por no prevenir el contenido de los mensajes.

Jonggie 🐻💜:
El traje de hoy me quedaba
algo ajustado. Se me zafó un
botón de la chaqueta :(
*foto*

Decir que sus ojos casi se salen de sus cuencas era poco con la exagerada reacción que había tenido al ver la imagen que su esposo había enviado hace a penas unos momentos. Solo era él en el espejo del baño mostrando la falla de su ropa que revelaba a penas el comienzo de sus clavículas y su mala suerte que él consideraba una escena más para agregar a sus fantasías más profundas. Algo que todos considerarían normal, exceptuándolo ya que su mente comenzó a trabajar más rápido que su conciencia por lo que ya se encontraba echándose aire con la mano y buscando algo de agua con hielo para apagar el calor creciente en su cuerpo y los escenarios inapropiados en su cerebro. Las desgracias continuaban y para su mala suerte Jung volvió y al verle en ese estado confirmó sus sospechas de que algo le pasaba.