[𝐁𝐑𝐔𝐉𝐔𝐋𝐀] || 𝙰𝚝𝚛𝚎𝚞𝚜 𝚢 𝚝𝚞́ ||

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Asgard, la maravillosa tierra natal de los dioses aesir gobernada por el todopoderoso Odín, más conocido como el "Padre Supremo"; y uno de los Nueve Reinos de Yggdrasil. Hogar de los mortales, dioses y diosas aesir, Asgard maravillaba hasta al más indiferente de entre todos los reinos. Resguardados por la impotente muralla que lo rodeaba, el gran pueblo aesir gozaba de protección ante los posibles peligros de los demás reinos, aislándose del resto del mundo. Aquellos mortales que no pertenecían a su pueblo, soñaban con un día poder admirar en persona aquél hermoso reino del que tantas leyendas hablan, y averiguar como llegó aquélla muralla que les imposibilita alcanzar sus sueños.

A pesar de estar aislada del resto del mundo, en Asgard no todo era paz y tranquilidad. El pueblo aesir estaba fuertemente enemistado con el pueblo vanir, procedente del reino Vanaheim y constantemente se entrenaban para la venida del Ragnarök, la batalla del fin del mundo, cuya venida ya ha sido anunciada por el Fimbulwinter.

Con suerte el Fimbulwinter no ha afectado a Asgard, pero sí a la mayoría del resto de reinos trayendo consigo un invierno que parece que no tendrá fin.

Sigyn

Frío, miedo, adrenalina... eran algunas de las cosas que experimentaba en este momento.

Era de noche y había niebla por todas partes. Tanto, que apenas podía ver a más de 5 metros de mí. Era fácil perderse entre la densa niebla y los altos.

Cogiendo aire, comencé a caminar hacia delante aún sin saber lo que podría haber delante mía. Las rocas y la tierra mojada no ayudaban, ni tampoco el sudor frío recorriéndome la espalda lentamente. Ya no sentía las manos ni los pies, y más de una vez, tropecé con alguna piedra. Empecé a pensar en cómo salir de aquí pero un grito interrumpió mis pensamientos.

- ¿¡Sigyn!?

Al oír eso me quedé helada. ¿Es alguien que conozco? No reconozco la voz. Parece la de un chico adolescente ¿Será alguien de Asgard?¿De dónde viene la voz?

- ¡¿Sigyn dónde estás?! -Esta vez parecía estar desesperado y el eco hacía que retumbara el sonido de su voz.

Dí unos cuántos pasos atrás, debatiendo en si responder a aquella voz que me llamaba. Mierda. Se estaba acercando. No dudé más y, dando media vuelta, empecé a correr lo más rápido que me permitían las piernas.

- ¡SIGYN! JODER ¡ESPERA! ¡NO CORRAS!

Esquivaba altas plantas, raíces de árboles y algún otro charco que pudiera ser profundo. ¿Porqué me persigue? ¿Y cómo me conoce? Ignoré las preguntas y me centré en correr. Suerte que soy buena corriendo sino no sabría lo que me pasaría.

Sigyn...
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Ésa voz ...

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Sigyn...

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¿Papá?

- ¡Sigyn despierta! -me desperté por una voz... esta vez familiar. La suave brisa de Asgard me azotaba en la cara y el árbol que tenía sobre mi me resguardaba del sol.Todo estaba mucho más tranquilo. -Joder Sigyn me has dado un susto de muerte. Parecías poseída o algo...-dijo Thrúd con tono preocupado.