Al día siguiente me despertó a las 8 de la mañana el sonido de la preciosa canción de todas las mañanas, como ya había dicho anteriormente. Me levanté y bajé las escaleras, en el sofá estaba sentado mi padre con mi madre hablando, me escondí antes de bajar y oí algo de lo que hablaban.
-Debemos decirle, no podemos ir y volver todo el tiempo, creo que es el momento Daphne. -Dijo mi padre.
-Pero Jimmy, me preocupa, no quiero dejarla sola, se criará sin sus padres, yo quiero darle amor y cariño, es mi hija, y a Danny también aunque a veces sea holgazán, los amo, son mi vida, no puedo hacerles ésto.
-Yo también, pero sabes que lo necesitamos, nos despedirán por no estar en la ciudad cuando nos llaman y tardamos una hora en ir, podemos venir a visitarlos, ellos pueden estar solos, son totalmente independientes, lo sabes.
-Igual, para mí siguen siendo mis bebés.
-Daphne... es momento que los dejemos crecer, la semana que viene Keyla cumplirá 17 años, ya será toda una mujer, lo hacemos por ellos, lo entenderán. -Se hizo un silencio de unos minutos y se oyó un largo suspiro de mi madre.
-Está bien... pero me cuesta demasiado hacerlo, ¿está bien si se los decimos por la tarde?
-Claro... -Dije y cuando oí que se pararon bajé y abrí la puerta principal, un frío inmenso recorrió mi cuerpo, no, no trataba escaparme si es lo que piensan. Cerré la puerta y me dirigí hacia la cocina, allí estaba mi padre de nuevo leyendo el diario con una taza de café a su lado y mi madre cocinando, como siempre, los saludé con un beso en la mejilla y noté que mi madre tenía los ojos cristalizados.
-Mamá, ¿estabas llorando?
-No hija, anoche no dormí bien, por el cansancio del viaje y todo éso. -Dijo acariciando mi mejilla.
-Oh, vale. -Sabía perfectamente que había estado llorando, me dirigí hacia las escaleras.
-Espera Keyla, ¿puedes despertar a tu hermano por favor? ah dormido demasiado.
-Pero mamá, su habitación me da asco, está toda la ropa tirada por todas partes. -Me quejé.
-No entres, grítale o algo. -Resoplé y se me ocurrió una gran idea, me volví hacia la cocina y tomé un vaso de agua.
-¿Qué harás con éso? -Preguntó mi padre.
-Tomaré agua. -Coloqué una cara obvia. Subí y abrí la puerta de la habitación de Danny, tomé el vaso y se lo vertí en la cara haciendo que se levantara rápidamente y me mirara con expresión de sorpresa y fastidio al mismo tiempo.
-Me las pagarás Keyla Meredith Worsnop Evans. -Si, todo éso era mi nombre. Corrí y me encerré en mi habitación, me siguió y tocó la puerta con fuerza.
-¡Abre la maldita puerta! ¿Acaso me tienes miedo? -Gritó.
-Si Danny, te tengo muchísimo miedo, no sabes como estoy temblando en éste momento. -Dije soltando una carcajada, oí un bufido seguido de un grito de furia y luego escuché que le hablaba a mamá.
-Mamá, Keyla me tiró un vaso de agua en la cara y tú ni la regañas. -Abrí la puerta un poco y me reí en su cara.
-Aw, el niño pequeño me acusa con mamá. -Dije poniendo cara de perrito, él me miró con una cara asesina.
-Basta de pelear niños, Keyla, alístate para ir a la preparatoria y tú Daniel arregla tu cuarto por favor. -Dijo mamá desde abajo, yo volví a cerrar la puerta y me alisté, me coloqué un poco de delineador y protector labial y me cambié de ropa, <http://www.polyvore.com/cgi/set?id=85276276&.locale=es>, tomé la mochila junto con el iPhone y las llaves de mi motocicleta y bajé, tomé un yogurt con cereales de la heladera y cuando acabé de comer salí luego de saludar a mi madre y mi padre; encendí la motocicleta y me coloqué el casco pero alguien me llamó desde adentro.
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Enamorada de la persona equivocada.
Teen FictionSinopsis. Mi nombre es Keyla Evans Worsnop; con 16 años tengo una gran vida, mis padres son grandes empresarios y vivo en una de las casas más grandes de Los Ángeles, California junto a ellos y mi hermano, Daniel, apodo Danny, un bobo de 23 años que...