Capítulo 2 : ¡Deja de gritarme!

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1. Comuníquese clara y frecuentemente

Hablar con su cónyuge es una de las mejores maneras de mantener su matrimonio saludable y exitoso. Sea honesto acerca de lo que siente, pero sea amable y respetuoso cuando se comunique. Parte de una buena comunicación es ser un buen oyente y tomarse el tiempo para comprender qué es lo que su cónyuge quiere y necesita de usted. Mantenga abiertas las líneas de comunicación hablando con frecuencia, y no solo sobre cosas como las facturas y los niños. Comparte tus pensamientos y sentimientos.

El viaje en auto fue bastante silencioso. Después de que Dokja entró e intercambió un breve saludo conmigo, no me miró ni una vez. Estaba distraído, mirando a través de la ventana y solo podía preguntarme qué estaba pasando por su cabeza.

"¿Cómo te fué en el trabajo?"

"¿Eh?" Pareció bastante sorprendido por mi pregunta... ¿dije algo mal?

"Estuvo bien. El trabajo es trabajo, ya sabes.

Volvió la cabeza hacia otro lado, evitando cualquier contacto visual innecesario conmigo. No sé cuándo, pero Kim Dokja ha desarrollado este terrible hábito de rara vez mirarme a los ojos.

"Escuché que no van a extender tu contrato".

Él se estremeció ante eso y procedió a hacer una expresión amarga. "Ahora, ¿quién te dijo eso?"

En realidad no era una pregunta, ni él la formuló como tal. "Han Sooyoung".

Silencio

Otra vez.

"Kim Dokja, si tienes problemas económicos, deberíamos posponer todo este proceso legal. No tenemos que apurarnos, no hay pri-"

"¡No!" Me interrumpió inmediatamente.

"Haremos esto ahora".

Sabía que nos distanciamos y que este matrimonio estaba más allá de la salvación, pero ¿realmente quería deshacerse de mí lo antes posible? ¿Le molestaba tanto la idea de que tuviera que tratar conmigo? No me gustaban los sentimientos innecesarios que surgían en lo más profundo de mi pecho, así que respiré hondo para calmarme.

"Entonces al menos déjame ayudarte".

"No necesito tu caridad, Yoo Joonghyuk. Tengo suficiente dinero para pagar mi parte, no te preocupes."

Dokja siempre odió confiar en mí. Tanto es así que incluso insistió en que elimináramos la parte de "liquidación de ganancias" en nuestro acuerdo prenupcial. Por qué odiaba la idea de confiar en su esposo, estaba más allá de mí.

"No es caridad. Solo quiero ayudarte un poco."

"No quiero tu ayuda, ¿de acuerdo? Ya es bastante malo que tuve que pedirte que me recogieras".

Empezaba a sentirme irritado. Ese tonto estaba actuando como si lo estuviera torturando al hacer que se sentara en mi asiento de pasajero.

"Entonces, ¿por qué no le preguntaste a alguien más?"

"Porque cierta persona enojó a la única otra persona disponible. En serio, ¿qué hiciste? Me explotó tan pronto como atendió y colgó sin dejarme hablar ni una sola vez".

¿Así que piensa que esto es mi culpa?

"Si tal vez no enviaras a recaderos ruidosos a recoger tu basura. Hazlo tu mismo."

"Oh, ¿así que ahora es mi basura ? Y si ya estás aquí, ¿por qué no trajiste mis cosas contigo?"

"No me pediste que lo hiciera, le pediste a Han Sooyoung". En realidad, simplemente olvidé agarrarlo porque salí corriendo después de recibir la llamada de Dokja. Pero una pequeña parte de mí no quería decirle eso.

Una Guía Bastante Difícil Para Un Matrimonio FelizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora