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<La concha de mi madre, estoy llegando re tarde, Daichi-san me va a matar.>

Estoy corriendo hacia el gimnasio lo más rápido que puedo, hoy es un día muy importante y yo prometí que iba a llegar primero. Hoy es el partido de práctica contra Nekoma, estoy muy emocionado porque voy a poder ver a mi amigo Yamamoto después de mucho tiempo.

< Si le meto pata llego >

Después de correr cinco largos minutos llegué, todo transpirado, pero al menos llegué justo a tiempo.

—¡Tanaka! Andá a cambiarte rápido que en cinco empezamos. –dijo Daichi apenas entré.

—¡Okey! –dije, sacándome la remera mientras me dirijía al vestuario.

Cuando volví a la cancha Daichi ya me estaba indicando donde posicionarme. De lejos ví a Yamamoto y le dediqué una sonrisa retadora, recordándole de nuevo que estoy en el mejor equipo de vóley juvenil. El Karasuno.
El Karasuno es superior a Nekoma en todos los sentidos; tenemos estrategia, buena defensa, el mejor líbero, y un ataque impredecible. Por otro lado, El Karasuno es la única escuela que tiene a la diosa de Kiyoko Shimizu, algo de lo que Yamamoto está muy celoso, pero no podemos evitarlo.

Comenzó el partido y mi cabeza se llenó con nada más que pensamientos deportivos, aunque cada vez que hacía un punto miraba hacia el lado de las managers, buscando la aprovación de Kiyoko-san, que solo se limitaba a asentir con la cabeza, acto suficiente para motivarme durante todo el partido.

"¡Gracias por este partido!"

—¡Bro! Tanto tiempo sin verte, no puedo creer que nos ganaste –dice Yamamoto mientras apoya su brazo sobre mi hombro.

—Eso les pasa por meterse con el mejor equipo de japón, jaja. –digo.

— De verdad bro. Che, ¿Sabés si tu mánager está libre hoy? –dice Yamamoto con tono burlón, mi respuesta solo fue hacerle mimica mientras se iba.

—¡Broo! ¿¡Donde estabas hoy a la mañana!? Fue horrible entrenar sin vos, por favor no lo vuelvas a hacer. –dijo Noya desde lejos mientras venía corriendo hacia mí.

—No sabés, hoy me dijeron que Kiyoko-san estaba buscando a alguien y según lo que dijeron, parece que te estaba buscando a vos. ¿Entendés eso amigo? ¡Kiyoko-san te estaba buscando! –dijo Noya con la sonrisa más orgullosa que ví en años. Lo que decía no era para nada creíble. ¿Kiyoko-san buscandome a mí? No recuerdo haber hecho nada malo, no tendría porque retarme, así que, ¿Por qué me querría ver?

—No digas boludeces Noya, no hay forma de que Kiyoko-san quiera hablar conmigo, aparte tiene mi número... Creo... ¿Kiyoko-san tiene mi número? –no recuerdo haberle dado a Kiyoko mi número, pero me da muchisima vergüenza preguntarle algo tán estupido como eso.

—¡Esta es tu oportunidad de darle tu teléfono! Y hasta tal vez puedas invitarla a salir... ¿Quién sabe? –dijo Noya entre risas inofensivas.

—Já, sí claro, como si aceptase. –digo yo dando vuelta los ojos.

—No te cuesta nada intentarlo... –dice Noya levantando una ceja, haciendo una cara de "Vos te lo perdés".

—Está bien. ¡Voy a darle mi teléfono y voy a invitarla a salir! Sí, eso haré. Gracias bro por darme la idea, realmente sos genial. –dije, decidido a seguir con el plan.

—De nada bro, te deseo suerte. –dijo. Me dió una palmadita en la espalda y se fué, me fuí a cambiar y de ahí directo a clase.

Son incontables las veces que he tratado de invitar a salir a Kiyoko-san, aunque todas las veces fueron fallidas, yo no pierdo la esperanza, se que algún día Kiyoko-san aceptará...

Into you [TanaKiyo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora