Parte 3: Entrenamiento

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En cuanto salí del pueblo, Damashi regresó diciendo que tenia cosas importantes que hacer, así que me pidió que lo contactara despues de cierto tiempo.

Comenzé a merodear a los alrededores, era una belleza mezclada de naturaleza y fauna, con un aroma a aire fresco que jamas se podría oler dentro de los muros.

De cualquier forma no podía distraerme, me debía preocupar por buscar la casa del maestro Bo' Rai Cho antes de que se impacientara como era su costumbre. Durante mi breve busqueda pude notar que existían unos pequeños poblados en dicho lugar. Algo que se me hacía muy extraño era el porque habían de estos si estaban repletos de gente mayor. En teoría ellos deberían estar adentro de la muralla, no los jovenes como nosotros.

Si bien me hubiera gustado quedarme a pensar más sobre las decisiones que se tomaban en nuestra zona de vida, debía priorizar más al entrenamiento.

Así fui caminando un buen rato, podía apreciar perfectamente el hermoso paisaje que nunca nadie antes había visto fuera de las murallas, podía sentir que el mundo sería casi infinito o algo por el estilo. Realmente me entusiasmaba la idea de nunca volver a la ciudad, claro eso si el maestro lo permitía.

Me tomó un rato exageradamente largo donde tuve que hablar con algunas personas para poder orientarme ya que en más de una ocasión me perdía o me confundía de camino, hasta que finalmente pude llegar a casa del maestro.

-¡Shujinko! Es un gusto que hayas aceptado mi imvitación.

-Siempre será un gusto ser entrenado por usted maestro Bo' Rai Cho.

-Me alegra que digas eso, ya que te voy a enseñar todas mis técnicas secretas y especiales que solo les confio a mis mayores alumnos. Claro que el entrenamiento lo doy en mi propia casa lejos de las miradas de los curiosos.

-Es comprensible maestro, usted debe guardar una gran cantidad de técnicas.

-Así es, y como ya mencioné solo las comparto con mis mejores alumnos y a los cuales yo les tenga una muy grande confianza como tú, Shujinko.

-Me honra con sus palabras maestro Bo' Rai Cho, tenga por seguro que seré el mejor de sus estudiantes.

-Eso espero Shijinko, así que ahora...

comencemos con tu entrenamiento...

Pasaron varios años mientras perfeccionaba mi técnica y despues de tanto tiempo termine mis aprendizaje por completo.

Fue ahí  donde el maestro Bo' Rai Cho decidió que ya podría aventurarme por mi cuenta.

-Hay lecciones que solo la práctica puede mostrarte para que adquieras la experiencia necesaria. Así que si me permites darte una pimera misión, quisiera que busques mi "Medallón del Guerrero", creo que la dejé con el viejo pescador en el muelle.

-Usted no se preocupe maestro, tenga por seguro que la recuperaré.

-Muchas gracias y buena suerte Shujinko.

Fue así como empezé mi vida fuera de lo que por años llamé casa. Ahora era un hombre libre que podría llegar a cumplir el sueño que siempre tuvo desde que era un simple niño. Lo único que necesitaba era experiencia.

Así que decidí aventurarme en el mar, precisamente al muelle donde encontraría al viejo pescador. El anciano mencionó que unos bandalos se la habían robado. Yo sin gran esfuerzo derroté al lider de esos maleantes y recuperé  el medallón.

Salí del muelle y caminé en dirección a casa del maestro Bo' Rai Cho cuando de repente la llegada sorpresiva de Damashi me asustó.

-Saludos Shujinko, cuantos años sin vernos.

-Hola Damashi, casí  3 años, ahora he aprendido las habilidades de Kombate del Maestro Bo' Rai Cho y soy más fuerte que el.

-Y veo que tienes el medallón del guerrero.

-Claro, debo llevarselo al Maestro Bo' Rai Cho.

-Ya veo, aunque no creo que debas llevarselo aún.

-¿Por qué no?

-Puedes usarlo para unirte al Lin Kuei y aprender más estilos de Kombate que te ayuden en tu misión. Despues podrás darle su Medallón a Bo' Rai Cho.

-De acuerdo Damashi.

-Hasta pronto Shujinko.

Entonces me adentré al corazón del bosque, donde pude dislumbrar un cuartel donde una nevada perpetua dominaba el ambiente, había llegado al territorio de los Lin Kuei.

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