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Extra.

Haerin mimaba a su gatito mientras Danielle mimaba a su gatito.

—Dani, quiero mimos en los pies —pidió, mientras alzaba los pies.

—No haré eso, Haerin. Ew las patas.

—¡No tengo patas! Los animales tienen patas, yo tengo pies, unos lindos y suaves pies —reclamó la pequeña, un poco enojada.

—Lo que sea, no tocaré tus pies.

—Mala. ¡Minji Unnie siempre me hace masajes en mis piecitos y me cuida!

—Ñinñi Uññi —repitió, con tono burlesco—, bueno, ella no está aquí, así que te jodes.

Danielle se había levantado de la cama, molesta.

Estaba celosa. Era muy celosa aunque odiara admitirlo.

¡Y es que no la pueden culpar! Haerin era verdaderamente cercana Minji, quien siempre la andaba alagando y diciendo que era "su pequeña". Sin mencionar que la cuidaba de sobremanera, según su opinión.

Una callada Haerin apareció a su lado, con una grande y brillante sonrisa en el rostro.

—Estás celosa, Unnie —afirmó entremedio de una risa, sus mejillas estaba rosas y reía como si decir eso fuese la maldad más grande del mundo.

—No —dijo, aún más molesta—. Claro que no. Minji también es mi Unnie y me quiere más a mí.

—Puede ser... —susurró—... Pero tú me quieres más a mí —sonrió y la abrazó, quedando como ya era costumbre, su rostro en el pecho de la mayor.

—Ni en tus sue-

Iba a negar, pero sintió su corazón derretirse cuando las pequeñas manos de la otra se posaron en las suyas y las tomaron con delicadeza. Seguido de eso, alzó su cabecita y dejó un beso en su mejilla, con otra de sus risas maliciosas.

—Okay, puede ser —murmuró Marsh rendida, para luego comerle su dulce boquita.

Su tarde fuera maravillosa, vieron películas, se pintaron las uñas, jugaron con Cookie (Cookie Marsh Kang, por cierto), y se besaron hasta que el sol se escondió.

Por la noche bailaron con "Only" de LeeHi (canción que a Haerin le encantaba), sonando de fondo. Movían sus cuerpos tranquilamente al suave ritmo de la música, bajo la luz de la luna que las iluminaba gracias a las cortinas abiertas de la habitación de la coreana. Luego salieron al patio a observar el cielo estrellado, mientras la más alta le decía que todas esas estrellas le recordaba a cada vez que la miraba directo a los ojos.

Kang Haerin sólo podía sonrojarse más.

No eran novias, pero Danielle no podía esperar para volver a esa gatita oficialmente suya.

Sé que esto no es una súper llamativa e interesante historia, y la verdad pensaba alargarla para que así fuera (tenía varias ideas en mente), pero me conozco y sé que si la alargo, nunca la terminaré, jsjska

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Sé que esto no es una súper llamativa e interesante historia, y la verdad pensaba alargarla para que así fuera (tenía varias ideas en mente), pero me conozco y sé que si la alargo, nunca la terminaré, jsjska.

Gracias por leer, y ojalá voten, que historias Daerin hay súper poquitas y hay que apreciarlas. (μ_μ)

En fin, Lippie se despide con un beso, adiós.

marsh kang kitty | daerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora