El raro chico de la esquina
Camila
Llegue al instituto un día más, esta vez en la puerta estaban Chloe, Carlo y Andrea, al llegar los salude y nos entramos dentro, nos dirigimos hacia las taquillas.
- ¿Qué tal el viaje?- pregunté
- No estuvo mal pero estar aprendiendo todo el maldito viaje fue un infierno-
- Me lo imagino- dije intentando no reírme al imaginar sus caras cuando se enteraron que no era un simple viaje.
Estuvimos cinco minutos hablando y luego nos separamos al oír el sonido del timbre que anunciaba el comienzo de las clase.
Estábamos a jueves y me costó recordar que clase tenía. Apenas era el principio del curso y no me sabía bien el horario, además ese día se me había olvidado el horario.
Me quede quieta donde hasta hace apenas unos segundos estaban mis amigos, - economía- la voz de Chloe me recordó mi clase y que sin ella ya habría perdido la cabeza por despistada.
Me dirigí a clase mentalizándome que tenía que volver a estar una hora sentada al lado del chico raro del otro día.
Entre en la clase y visualicé mi sitio, el chico ya estaba allí sentado, tenia una sudadera con capucha y estaba mirando su teléfono. Me senté a su lado y pose mi mirada en la suya que cuando noto mi presencia dejo lo que estaba haciendo para conectar su mirada con la mía, después de unos segundos apartó su mirada y la volvió a posar en la pantalla del dispositivo, yo saqué mi archivador y mi pequeña libreta donde reflejaba mi persona; hay había de todo: dibujos, letras de canciones compuestas por mi o de mis cantantes favoritas, poemas, libros, descripciones de personas, cosas y experiencias que no querría olvidar en mi vida...
Empecé a dibujar garabatos sin sentido que terminaron siendo una dulce niña de la mano de una mujer, termine el dibujo cerré mi libreta y tenía la intención de prestar atención a la clase que hacía ya quince minutos había empezado, pero el chico tenía una idea, ¿mejor? Había estado sintiendo su mira posada en mis manos con cada trazo que hacía y reuní las fuerzas suficientes...
- ¿Qué hay de interesante en el dibujo que acabo de dibujar para que lo miraras tanto mientras lo hacía?
El chico no se esperaba que le prestara o que ni siquiera le mirara.
- No se, me pareció interesante como unos simples garabatos sin sentido terminarán en algo tan bonito-
- Mmm... supongo que gracias-
Mi cara no tenia expresión como casi siempre pero mi compañero lo ignoro y me dedico una leve sonrisa para después prestarle toda la atención al profesor.Después de un interminable día de instituto me dirigí andando a mi casa, hacia un día que se podría considerar de verano.
El cielo tenía pequeñas nubes dispersas que dejaban a la vista el azul eléctrico del cielo y pequeños rayos de luz a través de ellas, la carretera tenía charcos del día anterior con los que tenias que tener cuidado de no mojarte cuando un coche pasara.
Al entrar en mi casa un gran silencio me envolvió y supuse que mamá no iba a llegar hasta tarde como casi todos los días.
Me metí en la cocina y abrí la nevera para buscar algo de comer, al segundo lo cerré, yo era la que hacía la compra ya que mamá casi nunca estaba y ella no podía encargarse de la casa. Al no haber nada más que leche, zumo de naranja y cerveza pedí un Mcdonald. Mientras que esperaba que me trajeran el pedido mire la hora y al ver que era la hora libre de mamá, la llamé. Después de decirle que ya había llegado y de que esta tarde iba a salir al supermercado, llame a Chloe para que me acompañara.
- Esta tarde te tengo que contar algo.
- Hombre pero no me dejes con la intriga eso no se hace, Ta feo-
- Jajajaja si Ta muy feo pero no te lo voy a contar hasta que nos veamos en persona-
Le iba a reprochar cuando escuché el timbre de la casa, le dije a Chloe que a las siete cogíamos un autobús para poder hacer la compra. Colgué el teléfono y abrí la puerta, pagué el pedido y me fui al salón, dejé la comida sobre la pequeña mesa redonda y subí a mi cuarto a cambiarme y ponerme un poco más cómoda, baje y me tape con una manta y cogí la mesa pequeña para poder comer encima del sofá, busque un canal que mereciera la pena, no vi nada bueno hasta la parte donde ponían dibujos animados, me paré en el canal donde estaba Bob Esponja. Cuando termine de comer puse los papeles vacíos y mesita en un lado y me tumbé para seguir viendo la televisión.Dos horas más tarde abrí los ojos y mire hacia la pantalla donde ya no estaban los dibujos que antes había estado viendo, ahora estaba ¿dora la exploradora? Que rara, no la recordaba así.
Apague la televisión y mire el reloj mientras me levantaba del sofá y subía a mi cuarto ya que faltaban diez minutos para que pasara el autobús, me volví a poner la misma ropa que esa mañana, la verdad, me daba pereza cambiar mi ropa.
Salí a la parada de enfrente de mi casa justo cuando el autobús llegaba, dentro me encontré con Chloe sentada con unos cascos puestos que se dejó caer en el cuello al verme entrar en el transporte público, estaba sentada en un sitio de dos, en uno de ellos había puesto su mochila para que me pudiera sentar yo.
- Si te digo la verdad tenia pocas esperanzas a que pudieras coger el autobús, te he llamado como diez veces- me reclamo
- ¿Enserio? Me quede dormida y no me llegaron los mensajes-
- No me lo vuelvas hacer venía súper preocupada por ti- tenía una cara de preocupación muy rara
- Si se te nota un montón-
Las dos nos reímos bajo para no molestar al resto de personas que había dentro del bus.
Llegamos al supermercado que está más alejado de la zona urbana, si sigues conduciendo un poco más llegas a la zona de almacenes y fábricas y... el hospital, nunca entendí porque uno de los hospitales más grandes de la ciudad está tan alejado, además ese es el trabajo de mi madre.
Estábamos pasando por la zona de refrigeradores, fui echando las cosas más importantes como queso, salchichas, embutido...
- No entiendo porque no te quieres venir conmigo es nuestro último año antes de la universidad yo tengo un piso demasiado grande para mi sola y podríamos hacer fiestas a diario-
Chloe y yo podríamos ser mejores amigas desde hacía muchísimo tiempo y cuidabamos la una de la otra, como si fuéramos nosotras, pero no nos parecíamos en nada. Mientras que ella era fiestera, le encantaba beber hasta las tantas hasta terminar dormida, liarse con lo primero que ve con patas y no suele estar en su casa, yo soy todo lo contrario, yo prefiero quedarme en casa viendo algo en la tele o leyendo un buen libro con música de fondo a salir de fiesta y esa era una y la principal de las razones por la que todavía no me había mudado con ella. Además no podía dejar sola a mamá, no sé qué sería de ella sin mi.
Pasamos la zona de frigoríficos y entramos en la alcohol.
- Ya te lo he dicho mas de una vez no quiero dejar a mamá sola-
- Dios que ganas tenia de llegar a esta parte, me voy a llevar como mínimo cinco botellas- dijo adelantándose hasta llegar al estante de los vinos y coger sus favoritos.
- Y esa es otra-
- Por favor no seas tan sosa esto es para darle un toque a la vida- dijo mientras que ponía la botella de vino al lado de su cara, lo miraba y le daba un beso.
Rodee los ojos dando a entender que ya estaba harta de la misma respuesta.
- Vamos hacer un trato yo te pago la compra durante dos años y tú te vienes a mi casa a vivir-
- No- me negué ya que se que el que iba a pagarla eran sus padres no ella.
- Vamos hacer otra cosa hablas con mi madre y si te dice que si, yo me mudo durante dos semanas, si en esas dos semanas no haces ninguna fiesta y me demuestras que puedes aguantar sin emborracharte me mudo definitivamente-
- Lo de tu madre vale porque ya lo he hecho- mis ojos se abrieron literalmente como platos, que traicionera.
- Pero solo una semana no me hagas esto ahora que tengo libertad- me rogó.
Antes de responder le ayude a cargar cinco cajas de cerveza en el carrito no entendía para que tantas bebidas
- ¿Qué dices que quieres que sean tres semanas? Vale entonces tres semanas sin ninguna fiesta en tu piso y sin emborracharte y me mudo contigo-
- Joder... vale pero te mudas entre mañana y el sábado-
- Hecho-
Que acababa de hacer Dios mío...
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Amapolas
RomanceCamilla piensa que su vida es y fue como ella la vivió, pero no todo es siempre como te parece, o como te cuentan. Pero todo se complica aún más, cuando, Cayden, un chico de su clase de economía se atraviesa en su camino.