Cap 8

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Un día para celebrar ¿No?

Camilla

La semana se había pasado muy rápido, y todo iba bastante bien, había terminado la primera parte del trabajo de economía, había encontrado un trabajo en una cafetería cerca del campus y mamá seguía sin tener problemas todo perfecto.

Abrí los ojos un poco extrañada, porque pensaba que ya eran las seis, pero no me había sonado mi despertador; así que decidí seguir durmiendo.

Pero no dure mucho, cinco minutos después escuche ruido detrás de mi puerta y fue entonces que si sonó mi despertador, distinto pero habían conseguido despertarme que era de lo que se trataba.

Chloe entro en la habitación junto con Carlo y Andrea, Carlo llevaba mi vieja cámara, Andrea unas cajas envueltas en papel de regalo, y delante de ellos, estaba Chloe con una tarta redonda de chocolate con dos bengalas y unas velas que ponía 18 años. Se me había olvidado; era mi cumpleaños

- Dejad de chillar locos, van a venir los vecinos- ellos hicieron oídos sordos y siguieron cantando. Al terminar la bengalas estaban por apagarse, al soplar mis velas se terminaron de apagar.

- ¡FELICIDADES CAM!- Gritaron al unísono mientras que encendían las luces.

- Gracias bobos, se me había olvidado que era mi cumpleaños- confesé

- No seas boba, como se te va a olvidar- Carlo me pasó su regalo, que antes le había dado  Andre, empecé a abrirlo pero me acorde de una cosa.

- Antes de nada quiero comprobar una cosa, ¿Me puedes decir que es, Carli?- sonreí satisfecha a ver que empezó a pensar.

- Es sorpresa y las sorpresas no se dicen- se río un poco nervioso, eso me confirmo que otro año más, Andrea se había encargado de los regalos.

- te va a valer...- Termine de abrirlo y mi cara de sorpresa les hizo reírse, no me lo esperaba para nada, era una cámara de fotos para la que estuve ahorrando mucho tiempo, pero la cual nunca me pude comprar porque mamá tenía un propósito mejor para el dinero de su hija; una borrachera en una lugar de lujo.

- Muchas gracias- me puse de rodillas y abracé a Carlo que lo devolvió de inmediato.

Después fue el turno de Chloe, que le pasó la cámara a Andrea.

- Toma, espero que te guste, mi paga semanal te lo agradecerá- nos reímos y empecé a abrir el regalo, cuando lo termine de abrirlo leí los dos vales, eran para una tienda de tatuajes en la que solíamos estar mucho gracias a Carlo y Chloe.

- Por fin voy a tatuarme sin tener que vender un riñón- Chloe saco de detrás de su espalda otra cita para tatuarse.

- Uno de ellos es para que nos podamos hacer el tatuaje que tantos queríamos- Chloe parecía muy emocionada.

- Muchísimas gracias- le di un abrazo y le di un beso en la mejilla.

- Oye que todavía falto yo, toma- Andrea se hizo de notar y le dejó la cámara a Carlo.

Me paso la última caja de regalo, el papel era precioso, rosa con perros y gatos.

- No quiero romper el papel- dije sonriendo

Empecé a romper poco a poco el papel dejando ver unos boletos para Miami, la mire a ella, luego mire a Andrea y volví a mirar los boletos y empezaron a reírse de mí.

Yo seguía asimilando los boletos para Miami.

- ¿Nos vamos a Miami?- pregunte, atónita sin todavía creérmelo.

Empezaron a asentir y nos dimos un abrazo todos juntos y mientras Carlo sacó la cámara para grabarnos; como solíamos hacer.

Después de la sorpresa, me pidieron que me arreglara para ir a desayunar al restaurante de la madre de Chloe. Y aún que esa señora no me cayese especialmente bien, era un regalo, así que acepté.

Andrea salió a la calle a por otro regalo, que mientras estaba en la ducha me dejo encima de la cama.

Al salir lo abrí y me lo puse, ya que era un conjunto de encaje negro compuesto de una falda y su respectiva camisa, me acorde de que este conjunto lo había visto en una tienda bastante cara por internet cuando ayudaba a Chloe a elegir su vestido para la próxima cita con su novio. Me termine de vestir, pensaba de que iba a pasar frío, pero tenía incluso calor, aun así decidí llevarme el chaquetón más pijo que pudiera tener, ese que solo me ponía para las cenas familiares para dar buena impresión, y que por suerte dejaron de insistir en hacer.

Chloe llamo a mi puerta para preguntarme si ya estaba lista, entro en mi dormitorio para ver cómo me quedaba la ropa y aún que yo no estuviera muy convencida de si me veía bien, Chloe se encargó de ponerme la autoestima por las nubes, también me dijo de que podía llevar a alguien al viaje a Miami, me dejó claro de que ese alguien era Cayden.

No hizo falta repetírmelo dos veces, él había sido el primero en venirme a la cabeza, esos días en los que teníamos que estar más de una hora al día juntos, me había dado cuenta de lo buena persona que era, fue algo raro, pero nos hicimos amigos bastante rápido, lo cual me sorprendió, ya que aunque a la mayoría de mi colegio le caiga mal por culpa del alcoholismo de mi madre, él pasó eso por alto e intento llevarse bien conmigo, e incluso intento quedar un par de veces, pero las tuve que rechazar por culpa de los últimos exámenes del trimestre.

Ya todos listos nos montamos en el coche todos juntos y fue cuando me entere de que ese día no teníamos ninguno de los cuatro al instituto gracias que maravillosos padre de Chloe, que había mentido a los profesores para darme mi día especial con mis amigos.

Mientras que llegábamos al restaurante de Margot, mire las notificaciones que tenía, las pocas que tenían eran de mis amigos, de Liv, familiares que no recordaba su nombre y Cayden, mamá no sabía se había olvidado mandarme un mensaje o su móvil se había apagado, pero no tenía ningún mensaje suyo.

Antes de llamarla para ver si estaba bien, mire y respondí el resto de mensajes. Cuando me toco el mensaje de Cayden, me sorprendió de que se hubiera acordado de mi cumpleaños, o más bien me preocupe de como sabía mi cumpleaños, entonces mire a Chloe que estaba al lado mía sonriendo mirando mi pantalla y supe quien le había dicho.

- ¿Chloe no tienes nada que decirme?- Le pregunte con un claro sarcasmo

- Suerte con que mi madre no te quiera matar a besos cuando te vea- Me levanto los dos pulgares y me sonrió muy angelicalmente.

Rodee los ojos y respondí el mensaje de Cayden, después busque en la agende de mi teléfono el nombre de mi madre para llamarla, la llame tres veces y no me cogió el teléfono, antes de ponerme en lo peor, llame a Liv para saber dónde demonios se había metido mi madre.

- Liv estoy llamando a mi madre y no me coge el teléfono, es para saber si está bien- dije cuando Liv descolgó el teléfono.

- Está durmiendo, ayer se escapó de casa y se fue a la discoteca de al lado, pero conseguí encontrarla y está sana y salva- le tenía que haber avisado de que solía saltar por la pequeña ventana de su dormitorio para irse de fiesta.

- Liv, en el sótano hay unos barrotes con la medida de cuatro de las ventanas de la planta de arriba, vuelve a atornillarlas por la parte de la fachada- hacía un tiempo que la había quitado confiando en que mi madre no volvería a escaparse y que podía confiar en ella.

- Vale no te preocupes, ahora bajó a buscarlos-

Me despedí de ella y colgué el teléfono al ver el estacionamiento del bar de la madre de Chloe.

Entramos y empezaron a cantarme por segunda vez en el día cumpleaños feliz, cuando terminaron, Margot se acercó con un carrito que sostenía una tarta de tres pisos de fondant, encima dieciocho pequeñas velas doradas, las cuales soplé.

- Muchas gracias, pero no tenía que prepararme una tarta tan grande, ni siquiera hacía falta que montarais este espectáculo- me acerque y le di un abrazo que me devolvió al momento.

Después de saludar a todos los que conocía, nos sentamos los cuatro a desayunar tranquilamente mientras hablábamos de cuando íbamos a ir a Miami, y me dijeron de que

Chloe se iba a llevar a Dani, su novio, yo podía llevarme a alguien más, como ya me había dicho Chloe, pero pensaba que era mentira cuando Chloe me lo dijo.

Aun así, Cayden invadió mi mente como si le diera miedo de que alguien le quiera ese puesto.

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⏰ Última actualización: Feb 21, 2023 ⏰

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