Flores En el Invierno

Capitulo# 4 Visita no deseada.

-¡¿Cómo mierda entraste en mi casa Carol?!-

-Cielo abre la puerta por favor-

-¡Respóndeme!-

-Solo vine a visitarte eso es todo-

-¡Lo que estas haciendo es allanar mi casa! ¡lárgate antes de que llame a la policía!-

El picaporte giraba sin cesar haciendo sonar el seguro de la puerta. Por cada giro que este daba la paciencia disminuía y la ansiedad crecía volviéndose cada vez más brusco sus intentos de destrabar e abrir la puerta.

-Yo... solo quiero ayudarte, por favor abre la puerta-

-¡No necesito la ayuda de nadie!-

-........-

-¡Yo puedo arreglármelas solo!-

-...-

-Caroline... solo vete por favor ¿acaso no te das cuenta del daño que te estas haciendo?...¿Carol?...¿Carolina estas hay?-

 El silencio era lo que se escuchaba. Era como si Carol se hubiese desvanecido, hay veces que el cerebro es capaz de jugarnos una broma, pero esta parecía ser muy real. Sin pensarlo 2 veces aquel joven procedió salir de la bañera e ir a investigar, pero al momento de colocarse su prótesis este se percato de 2 cosas al instante. La primera es que estaba haciendo más calor de lo normal, y la segunda es que aquella fuente de calor provenía de la puerta mencionada. Al no poder lograr su cometido, la tipo fuego arremetió contra la puerta con una fuerte patada rompiendo el picaporte y de paso la puerta. 

El muchacho observo como una Pokémon destrozo su puerta de una sola patada para después esta fijar la mirada sobre aquel joven  quien la observaba con un semblante enojo.

-Mi baño. ¡Mi hermoso y limpio baño ahora lleno de polvo de yeso y esquirlas de madera! ¡¿acaso te das cuenta de lo que acabas de hacer!?-

Pero ella no respondía, solo se quedaba estática observando al muchacho... y no precisamente a los ojos.

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Después de aquel inconveniente en el baño los jóvenes se encontraban en la sala sentados extremo a extremo en el sofá. Marlo solo miraba la televisión, un programa algo antiguo sobre un superhéroe de traje rojo cuya arma era un poderoso chipote. Al parecer la serie fue capaz de sacarle una pequeña sonrisa a Marlo, Carol al percatarse de ello comenzó a acercarse de forma lenta y cuidadosa hacia aquel humano para poder estar a su lado, pero se detuvo al instante al escuchar su voz.

-¿Porque sigues viniendo Carol?-

Dijo el humano sin despegar la mirada de su programa favorito. La tipo fuego guardo silencio, con una expresión de tristeza observo el suelo durante unos segundos, al parecer la pregunta toco una fibra delicada. Carol solo respondió.

-Yo... solo quería pasar tiempo con mi nov... ¡quiero decir, mi mejor amigo!. Sabes? me gusta pasar tiempo contigo. Me hace recordar a los viejos tiempos cuando éramos. Bueno... inseparables.

Dijo aquella Cinderace con una leve sonrisa. Marlo no decía nada, solo se limitaba a observar su programa. Dirigiendo su mirada hacia el muchacho, la tipo fuego se percato de que la mano Marlo estaba reposando sobre el sillón. Delicadamente Carol apoyo su pata sobre la mano del humano, sensación cálida y suave al tacto la cual no duro mucho.