-. Altos forros ustedes dos, nunca mas e-
-. Vos entraste solo, nunca dijiste que ibas a volver- Ivan se defendió apoyado en la mesada mirando las leves expresiones de Rodrigo.
-. Igual Ivan, no da, tiene razón- Rodrigo se metió en la discusión.
Llevaban aproximadamente diez minutos así, llegaban a un punto donde Rodrigo se cansó de escuchar el discurso que tenía Tomas, incluso parecía estudiada la cagada a pedo que les dio. Conocía a Ivan y él también no era de tener mucha vergüenza que digamos, su reacción era esperable, la indiferencia con la que lo manejo era esperable.
En cambio él era un poco más vergonzoso, solamente cuando le pasó una vez fue que reaccionó mal, después de eso nunca más tuvo problemas con sentirse avergonzado de que lo encuentren en pleno acto o sin ropa, para él era casi lo mismo, no reaccionaba indiferente como Ivan pero tampoco era que se moría de vergüenza y necesitaba huir.
-. Bueno basta, y vos porque volviste?- Rodrigo interrumpió la casi nueva discusión que veía que Tomas quería comenzar.
-. Ni me hables de eso, una paja todo- Tomás se sentó con frustración a un lado de Rodrigo, sus manos sostenían su cabeza mientras su vista se mantenía baja.
Ivan miro a Rodrigo, acción que Rodrigo repitió, sus miradas encontrándose, extrañadas, por la reacción del castaño ante el tema propuesto para que hablen.
-. Bueno contanos, ya nos interrumpiste- Ivan algo hastiado por la interrupción a su momento tan esperado con Rodrigo, siguió.
-. Nada boludo, viste que iba a la casa? Bueno nada, es un pibe de acá en realidad- miraba sus manos con pena, Rodrigo río levemente ganándose una mirada de enojo por parte de Tomas.
-. Quien es?- Ivan se sentó también al lado contrario de Rodrigo, sus manos unidas encima de la mesa, leves caricias recorriendo la mano contraria.
-. Pedro, al que le debía los apuntes el otro día- ambos se miraron divertidos por los cachetes colorados de Tomas.
——
Una vez más Rodrigo se encontraba envuelto en los pensamientos, una vez más, situación la cual se le había hecho bastante regular y para su poca suerte no era algo de lo cual podía escapar fácilmente, le dificultaba dormir, estudiar, prestar atención y hasta incluso ser eficaz en el trabajo, era demasiado lejos llegar a ese extremo.
Si, estamos hablando de su error con Ivan.
Ivan últimamente estaba siendo más constante en cuanto a él luego de su encuentro a esa noche que había sido interrumpido por Tomas, no se arrepentía de nada y el contrario tampoco parecía demostrar estarlo. La comodidad entre ellos seguía siendo la misma de siempre, aunque se supone que después de una situación así deberían estar un poco incómodos o eso le había dicho Brisa.
En ese momento fue que se cansó de pegar tantas vueltas en la cama y las vueltas de su cabeza no le dejaron un respiro ni en ese momento que se sentía tan relajado de estar apoyado en el lado frió de la almohada, eso solía calmarlo y darle la satisfacción que le hacía falta. Hoy no fue así, no cuando era necesario para él poder hablar con Ivan sobre eso.
Primero lo que tenía que hacer era aclarar las cosas con Enzo, entender que él no volvió para nada más ni nada menos que conocerlo y volver a verse después de mucho tiempo. Ni siquiera que era porque él lo quería así, sino que era porque sus mamás eran amigas y se veían cierta obligación a tener que recibirlo en un lugar donde usualmente no lo hacen, ya que suele ser privado de la universidad y sus estudiantes.
Había escuchado ruido en la cocina así que supuso que Enzo se encontraba en el departamento, se levantó tranquilo y el pensamiento, como ya era normal en esa mañana, le hizo recordar de que le quedaba solo mañana y ya tenía que volver por donde vino, cosa que no logró calmar a Rodrigo en absoluto porque sabía que tenía que tener una charla bastante complicada para poder seguir sus pasos y planes de recuperar lo que tuvo con Ivan.
