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"Estoy en casa." gritaste una vez que entraste a tu apartamento, quitándote los zapatos y colgando tu abrigo. Era finales de noviembre, y tenías que usar tu abrigo y varias capas debajo para mantenerte caliente en este clima. Arrojaste tu bolso al suelo y te adentraste más en la habitación. Suspiraste mientras saltabas en el sofá y te recostabas boca arriba durante un par de minutos hasta que tu novio finalmente decidió saludarte. "Oye, ¿cómo estuvo tu día? ¿me extrañaste?" Beomgyu se acostó a tu lado en el gran sofá. "Tantas preguntas. Me alegro de estar en casa". tomaste tu teléfono y revisaste si había algún mensaje y respondiste a los que recibiste. "Puedes prestarme atención". Beomgyu intentó tomar tu teléfono y tuvo éxito como no lo esperabas. Se levantó rápido y corrió hasta el punto más alejado de ti de la habitación. "¿Que demonios?" levantaste una ceja, pero sin prestarle mucha atención solo caminaste hacia la cocina para beber un vaso de agua. A veces te olvidas de beber agua y terminas con mucha sed al final del día. Beomgyu gimió en voz alta cuando saliste de la habitación.
Sonreíste cuando Beomgyu entró haciendo pucheros mientras bebías tu agua. "¿Qué?" preguntaste una vez que tragaste, apoyándote contra el mostrador detrás de ti. Beomgyu te ignoró y caminó hacia ti, poniendo su mano en tu cintura y abrazándote. Apoyó la barbilla en la parte superior de tu cabeza. Intentaste alejarte al principio, fingiendo estar molesta, pero se sintió bien. Te relajaste en el abrazo de Beomgyu, tus brazos colgando a su lado, dejando que Beomgyu te sostuviera. Estabas a punto de decir algo como 'te amo' pero sentir la erección de Beomgyu contra tu barriga arruinó por completo el dulce momento.
"Nah", empujaste a Beomgyu "¿Puedes darme un respiro?" Beomgyu era tan hipersexual de verdad, no puede pasar dos días seguidos sin pedir algún tipo de sexo, cualquiera es bueno para él. "Me alegro de que estés en casa". espetó Beomgyu aplaudiendo. "Tú..." sacudiste la cabeza cuando Beomgyu volvió a donde estaba, apoyando las manos en el mostrador a tu lado, atrapándote entre sus brazos. "¿Qué?" sonrió antes de inclinarse para besar tus suaves labios.
Comenzó suave, moviendo lentamente sus labios contra los tuyos, su lengua pidiendo permiso para entrar en tu boca, moviéndola sensualmente con la tuya, pero a medida que pasaban los minutos se volvió más áspera y delicada. Se apresuró a agarrarte por debajo del muslo y sentarte en el mostrador. "¿Qué me estás haciendo?" de nuevo, sacudiste la cabeza y envolviste tus brazos alrededor de su cuello, acercándolo más. Cuando se inclinó, empujó sus labios hacia los tuyos, haciéndote saber lo necesitado que estaba por ti. Dejó escapar un profundo suspiro entre tus besos.
"Mierda." dijo mientras te sacaba del mostrador, te daba la vuelta bruscamente y te quitaba los jeans. "Gyu quéㅡ" "No puedo esperar para llenarte con mi pene, bebé". te agachaste para que su cabeza se alineara con tu trasero. Te quitó las bragas y empujó su cara contra tu culo, lamiendo tu coño con su lengua. Recostó la parte superior de su cuerpo sobre el mostrador, sosteniéndolo por un lado, estabilizándose. Te dio una palmada en el culo antes de levantarse y quitarse torpemente su propia ropa, golpeando rápidamente su polla dentro de tu coño húmedo.
Puso su mano en tu espalda, la otra sosteniendo tus caderas en un lugar mientras empujaba dentro de ti. "Joder, te sientes tan bien envuelta alrededor de mi polla". sonrió cuando te escuchó gritar, sin poder contener tus gemidos. "Mierda bebé, me pones tan cachondo". él agarró tus caderas, jalándolas contra las suyas, tu piel tocándose haciendo un fuerte sonido de bofetadas.
Tus ojos rodaron hacia la parte posterior de tu cabeza, tu mano agarrando automáticamente la mano de Beomgyu. Cuando sintió que tus dedos lo tocaban, tomó tu muñeca y la sujetó contra tu espalda. "Mierda Gyu..." gemiste junto con los gemidos de Beomgyu, tus sonidos casi angelicales juntos. "Dime lo bien que se siente. Dile a los vecinos lo bien que te hago sentir". con su mano libre que no sujetaba tu muñeca, tomó tu cabello, tirando bruscamente de él haciéndote levantar la cabeza del frío mostrador. "A la mierda, Beomgyu, se siente tan bien. Solo tú me haces sentir así".
Después de que dijiste que Beomgyu se volvió tan arrogante, su confianza aumentó en un cien por ciento. Se las arregló para dar en tu punto óptimo, enviando escalofríos por tu columna y tus piernas comenzando a temblar. Beomgyu se sintió cerca de su orgasmo, así que se inclinó, con el pecho pegado a tu espalda, respirando en tu oído. "Estoy tan cerca, joder". te dijo mientras empezabas a sacudir la cabeza, indicándole que tú sentías lo mismo. Beomgyu empujó bruscamente dentro de ti hasta que ambos se corrieron, sacudiendo su polla en tu culo, su semen disparándose por toda tu espalda. "Oh, mierda..." dijiste débilmente, el cabello completamente desordenado y enredado, tu maquillaje de trabajo corrido por el sudor, y la mitad de él se veía en el mostrador. "Te extrañé."
