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“¡Aah, joder! ¡Junnie!" te quejas en voz alta, arqueando la espalda del colchón mientras él enrosca los dedos dentro de tu coño. La sensación de escozor ya ha desaparecido por completo, reemplazada por una euforia abrumadora que corre por tus venas.
"¿Sí bebé? Te gusta cómo te estoy estirando, ¿eh? Estás goteando por todos mis dedos, cariño. Haciendo un desastre." Su voz es un estruendo bajo y sus ojos están enfocados en tus movimientos.
Retorciéndote bajo su toque, gimes, “Por favor. Oh Dios. ¡Por favor!" "¿Por favor qué? Tienes que ser más específica, cariño." Yeonjun te arrulla, con el pulgar presionando tu clítoris.
"Fóllame".
Inhala un suspiro tembloroso. “No te esfuerces amor, quiero que estés cómoda y lista cuando llegue el momento…”
"Por favor. Te necesito en mí. Quiero tu polla." Lo interrumpiste, la voz rota por la lujuria que surgía a través de tu cuerpo. Como si se hubiera accionado un interruptor dentro de la cabeza de Yeonjun, se deshace de sus pantalones junto con sus bóxers.
“Palabras tan groseras de un ángel como tú”, murmura, trepando para acomodarse entre tus piernas. Inmediatamente abres más las piernas con un gemido.
Un gruñido se te escapa cuando la punta roma de su polla se desliza a lo largo de tus pliegues resbaladizos. Yeonjun deja caer un casto beso en tu frente, “Mírame, cariño, vamos”.
Al abrir los ojos, te encuentras con su mirada cariñosa. "¿Lista?" pregunta, su eje ahora presionando contra tu entrada.
"Sí." asientes con entusiasmo, levantando las manos para agarrar sus omoplatos. Yeonjun acuna tu cuerpo, empujando hacia adentro mientras gritas, el estiramiento desconocido hace que las lágrimas se acumulen en tus ojos.
“Te tengo bebé, trata de relajarte, ¿sí? Te sientes tan bien a mi alrededor. Lo estás haciendo tan increíble”.
Choi soobin
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