—¿Por qué carajo estamos aquí? —bufó Jin de una forma dramática, como sabía hacerlo. Miró a su par de amigos que le observaron con una sonrisa.
—Yoongi quiere de esos muñecos raros.
—No son muñecos raros, son figuras de colección—bufó—. Las compro y las revendo en Amazon a los extranjeros que pagarían por cualquier cosa.
—Eso puede ser un negocio, pero conociéndote de alguna manera lo harás ilegal—dijo Jin riéndose de su pequeño amigo.
Normalmente no le gustaba pasar sus días libres haciendo cosas tan infantiles, era más de ir a un buen restaurante comer y beber una buena copa de vino, pero sus amigos eran algo, diferentes a él. Namjoon un profesor de inglés que se la pasaba haciendo torpezas a dónde iba, Yoongi un productor de música que era tan amargado como el limón, y que ambos estaban muy enamorados, sin embargo, no tenían los pantalones para confesarlo, él no era igual, él no haría esas cosas.
Trabajaba todos los días en un despacho de abogados, fue el mejor de su generación en la universidad, y provenía de una buena familia, con valores muy claros, era un alfa de primer nivel, bien parecido, con un sorprendente cuerpo, un gran sentido del humor, buen cocinero, era increíble. Pero...
—¿Y vas a seguir soltero mucho tiempo? —preguntó Namjoon con una risa contenida mientras Yoongi elegía sus muñecos.
—La pregunta aquí es ¿Qué carajo te importa?
—Karina tiene una amiga ¿Recuerdas la chica con la que estoy saliendo para ver si llega a algo? Bueno, ¿Te apetece una cita doble? Ella está en Japón ahora, pero regresa en un par de meses.
—¿No sería estúpido hacer planes? Puedo conocer a alguien en esos dos meses.
Namjoon le miró antes de soltar una carcajada. Jin rodó los ojos, no era que no quisiera tener una pareja, sino que las personas con las que había salido le parecían tan simples. No había emoción.
—Entonces le diré a Karina que sí.
—¿Tú planeas estar con ella hasta entonces? —elevó una ceja.
—Es linda, es dulce y nos entendemos.
—Sí, pero ella no es Yoongi.
—Cállate—dijo con una advertencia—. No digas tonterías.
—¿Hasta cuándo lo vas a ocultar?
—No estoy ocultando nada.
—Como digas, iré por unas banderillas, ya vuelvo.
—Bien.
Necesitaba comer, tenía mucha hambre, no era bueno que le despertarán temprano para poder ir a ese lugar lleno de personas extrañas, algunas vestidas de personajes de anime. Compró la comida y cuando volvió a buscar a su par de ciegos amigos, que se miraban con complicidad.
—Hay cinco tipos de banderillas.
—Te inscribimos a un torneo de videojuegos—dijo Yoongi con burla.
—¿Qué? —les miró como si hubiesen dicho una estupidez.
—Si, vamos que ya empieza.
—No, no lo haré.
—Siempre estás alardeando que eres el mejor, así que demuéstralo.
Fulminó con la mirada a su par de idiotas, no tuvo de otra más que aceptar, así que se acercaron al lugar donde estaban las computadoras para iniciar el torneo, al llegar se dió cuenta que eran chicos más pequeños, adolescentes, él tenía veinticinco años, no era exactamente viejo, pero, si llegaba a desentonar. Suspiró pesado, le dió su nombre al tipo y este le dijo que se sentará, a su lado había un muchacho, de cabello negro, piel lechosa y ojos grandes y brillantes. Desprendía un aroma dulce, por lo que supo que era omega.
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We Made A Game *JinKook*
FanfictionJamás tuvimos nada en común, peleamos todo el tiempo, demasiado, era extremo, pero, hicimos un juego, muy interesante. ¿Quien ganará? omegaverse JinKook La historia de JungKook y Jin de We Made A Baby