Herido

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Ambos estaban cansado, decir que era difícil era quedarse corto con la realidad de su situación y es que no podían controlar lo que su bebé quería. Nikki era hermoso, un bebé especial, sin embargo, lloraba por todo, a todo momento. La madre de Jin fue de ayuda la primera semana, pero, después ella tuvo que irse y ellos tenían que hacerse cargo, Jin pidió unos días en el trabajo y estaba volviendose loco en el mal sentido.

No dormían, no comían bien, estaban cansados, estresados, llenos de vómito de bebé y oliendo a pañal mojado, no había descanso, el bebé lloraba en la noche, en la mañana y en la tarde, a todas horas, por hombre, por frío, por el pañal o porque simplemente su hijo parecía odiarlos.

Las peleas entonces se hicieron presentes y ya no eran graciosas, no, eran serias, estaban enojados el uno con el otro, odiandose, se veían y se torcian el gesto, era un martirio vivir así.

—¡No puedo bañarme ni un segundo porque estás chillando que necesitas ayuda!

—¡No es mi culpa que se la pase llorando!

—¡Tampoco la mía!

—Jin, por dios, yo le doy de comer, yo le cambio el pañal, por lo menos puedes sostenerlo cinco minutos, no puedo ni descansar y la herida duele.

—¿Y que quieres que haga yo? Esto es nuevo para mi, yo no puedo amamantar y siempre te quejas de que le pongo mal el pañal.

—¡Se lo pones al revés idiota!

—¡Deja de llamarme idiota estoy cansado!

—¡¿Y tú crees que yo no?!

—¡Estoy cansado de todo JungKook, de ti, de tu actitud, y del bebé! ¡Desearía que jamás hubieses venido a mi departamento con una carga que no quiero para mí! ¡Yo no quiero ser padre y dudo poder hacerlo! ¡Yo no quería esto, yo no quiero un bebé!

JungKook paró en seco, Jin se dió cuenta tarde de sus palabras pero ya estaban dichas.

—Bien, me voy.

—¿A dónde irás? Ni siquiera tienes a dónde ir.

—Hasta estar debajo de un puente es mejor.

Tomó las cosas del bebé en una mochila y cargo al pequeño, espero en la puerta, pero Jin no lo detuvo, simplemente bajo la cabeza, JungKook apretó la mandíbula y salió del departamento. Él sabía que Jin aún no estaba preparado, todo el embarazo lo supo, pero ilusamente pensó que cambiaría, que aceptaría al bebé, era complicado y difícil, pero, no podía simplemente abandonarlo, o al manos Jungkook no podía hacer eso.

Miró la gran casa con una mueca, sus ojos se estrecharon, no quería estar ahí, sabía que ellos no lo recibirían, pero, necesitaba un lugar donde quedarse por lo menos esa noche, los guardias le dejaron cruzar la cerca y camino hasta la entrada, por los jardines donde muchas veces se había sentado a meditar, así hasta que llegó a la puerta y está fue abierta por una mucama.

—¿Joven Jeon?

—Hola, ¿Está mi madre?

—Están en el comedor, pase.

Entró siendo consciente de la mirada que ella tenía a su cuerpo y al bebé que cargaba, camino al comedor, los pasillos eran amplios, mordió su labio inferior y llegó, al principio ellos no se dieron cuenta de su presencia, su hermano Yugyeom fue el que primero lo noto, este se levantó y corrió hacia él.

—¡JungKook!

—Con cuidado—dijo apartándose poco.

Ahí fue que su hermano miró al bebé, y su madre también lo hizo con la boca muy abierta.

We Made A Game *JinKook*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora