"¡¿A quién en el universo podría no gustarle el chocolate?!"
Dulce es dueña de una cafetería la cual hace honor a su nombre, su sueño es poder beber chocolatito al lado de la persona que ama, pero, ¿Y si a esa persona no le gusta el chocolate?....
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“¿Quieres escuchar esto?”
EL PELINEGRO ESTABA NUEVAMENTE concentrado en su trabajo que no había notado las cinco veces que Dulce paso por el lugar llevando y trayendo cosas, ella era muy inquieta en algunos momentos además, quería garantizar que Aidan estuviera lo más cómodo posible en su casita. Ella observaba con asombro la manera tan concentrada que tenía Aidan de trabajar, Ella era un poco distraída y en un par de ocasiones sus recetas se habían estropeado por usar el ingrediente incorrecto.
-Dulce... - La llamo el de una manera tímida, al recibir la atención solicitada de la chica continuo - ¿Te gustaría ver lo que estoy haciendo?- Sus mejillas se pintaron rosas, el color favorito de Dulce en Aidan.
-¡Me gustaría!- Exclamó mientras corría a sentarse al lado de el. - ¿Que estás haciendo? - Ladeó la cabeza al ver un extraño programa en la computadora y muchos colores, instrumentos, tuerquitas... Realmente Dulce no tenía idea de lo que podría ser eso.
>> ¿En qué trabajas? ¡No entiendo nada! - Exclamó haciendo un pucherito mientras observaba al mayor.
- No tienes que entenderlo solo escucha. - Acto seguido le coloco los auriculares y reprodujo parte de su composición, en silencio observaba los gestos de Dulce.
- Es muy suave..Oh ¿Esos son bongos? Nunca los había escuchado en este género. - Comentaba con una sonrisa emocionada.
>>Espera, no se que instrumento es ese pero suena como la lluvia, le queda perfecto.
La dulce mirada de Aidan sobre Dulce era ignorada por ella, estaba tan concentrada en los sonidos e instrumentos que no podría permitirse perder ningún detalle.
- La guitarra electrica, siento que sería mejor si se retrasa uno o dos segundo y entrara en crescendo. - Lo observó directo a los ojos los cuales estaban tan abiertos gracias a la sorpresa que había recibido.
- ¿Cómo sabes tanto de música? - Cubrió su boca mientras formaba nuevamente un “O” en ella.
- Mis papás, ellos son músicos y me enseñaron un poco, ¡Hay algo que estoy segura que te gustará! Se levantó de golpe tomando la mano del mayor, lo arrastró en una de las habitaciones de la casa.
Al abrir las puertas se vio un estudio de producción, se encontraba en perfectas condiciones, la mirada asombrada de Aidan revisaba cada uno de los rincones, aquel lugar había Sido estudio personal de los padres de Dulce, sus padres salían mucho de viaje y al final se establecieron en un lugar lejos.
En ocasiones Dulce entraba al lugar a tocar algo de guitarra y piano para así sentirse más cerca de sus padres los cuales extrañaba demasiado.
- ¡Esto es asombroso! - Exclamó Aidan aún sin salir de su estado de shock - Tiene todo, es súper genial.
