Cᴀᴘ. 3 𝐿𝑎 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎𝑑𝑎

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Despertó algo acalorada pero sin estar en ningún momento exaltada. Se había quedado dormida en las piernas de Víktoria que al igual que ella se había quedado dormida.

Lentamente se levantó con cuidado de no despertar a su amiga, tallando sus ojos viendo a su alrededor donde todo seguía igual.

Detrás de ella a unos cuantos asientos la rubia reía a carcajadas con el chico que le gustaba y otros más jugaban cartas en un grupo de adelante. Se sentó bien en su asiento quitandose el audífono que aún tenía puesto pero que ya no tenía música.

La cuidad había desaparecido en la ventana viéndose una carretera con pocos árboles adentrándose a una montaña repleta de bosque.

Con una sonrisa eh entusiasmada agitó el hombro de Víktoria haciendo que despertara rápidamente.

— Ya vamos a llegar — la peligris miro por la ventana viendo el cielo despejado y sin autos que le estorbaran la vista. Quitó sus audífonos estirando su cuerpo hasta que cada parte de sus huesos tronara nuevamente.

— Dormí...haaa algo mal....—de igual forma tallo sus ojos. Recordó Hortensia lo que había pasado en su sueño, algo borroso se interrogó¿Po qué había soñado con ese sujeto y por qué huia de el?

— yo igual algo... regular...—

El autobús tardo no tardó nada en adentrarse en el bosque. El camino estaba repleto de plantas pero bien guiado para que no se perdieran dentro. Mientras más avanzaban más árboles se iban juntado unos con otros dejando pasar la luz del sol por ellos, no parecía tan aterrador cómo en aquel sueño.

Viktoria miraba por la ventanilla a las espadas de Hortensia, dibujando un camino en su mente por si se perdía en algún momento. Los demás se fueron acoplando a sus asientos al igual que los guías de el campamento que se encontraban en la parte de adelante en los asientos.

El ambiente se animó sintiendo que el clima aquí era muy distinto a el de la ciudad donde no se escuchaban más vehículos y ambulancias pasar, oliendo esa frescura que la tierra mojada dejaba en sus cuerpos.

El camión llegó al campamento estacionándose en la primera parada para dejar los autobuses. Una caseta de madera registraba a todos los chicos que bajaban de este viendo a lo lejos a un camino de tierra que se adentraba hacia el bosque.

Poco a poco fueron bajando los chicos mientras que Hortensia y Víktoria tomaban sus pequeñas maletas de mano debajo de sus asientos, esperaron a que viniera Gustaba para salir juntas de ahí y al verla tan risueña con su chico, la dejaron estar a solas con el mientras pudiera.

Ambas bajaron del autobús oscuro dónde pasaron de ese pequeño lugar caluroso a el ambiente más fresco de todos. Hortensia fue la primera en bajar, viendo a su alrededor fue tal y como se lo imagino.

No era que nunca había estado en un bosque pero si en uno muy profundo y fuera del alcancé de animales salvajes. Tomo su brazo de Víktoria para caminarán juntas con su maleta de mano hacia el camino de tierra, dejando atrás a los guías en la pequeña cabaña para registrar a cuantos chicos traían .

El bosque era muy verdoso a pesar de que era otoño no muchas hojas se habían pintado de amarillo y naranja, viendo árboles más grandes que otros y escuchando la maravilla de los animales cantar a su bienvenida.

Las chicas caminaban detrás de sus demás compañeros y más de ellos venían del último camión por detrás, siendo una buena multitud de gente a pesar de que no muchos vinieron a esta excursión.

Subiendo una pequeña costa se dijo a su misma que fue buena decisión traer más de un par de tenis pues no era fácil subir con cualquier tipo de zapato ese sendero, esperando que el lugar no fuera tan cansado hasta donde tenían que llegar.

Campamento De Otoño #VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora