Perdón

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Cada día me veía al espejo y le hablaba al reflejo, haciendole reclamos y preguntas, pero este se quedaba quieto, haciendo oidos sordos a lo que le decía.

Un día desapareció, se cansó de mi.

Lo odié por eso.

Poco a poco comprendí que él no me dejó a mi, yo lo dejé a él. No quería ser, vestir, ni verme como él, esa era la razón por la cuál lo odiaba, esa era la razón por la cuál me abandoné.

Al día siguiente apareció, le pedí perdón.

Me perdoné al aceptarme tal y cómo soy.

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