&TEAM •One Shots•

▫️|Harua|▫️ 2/?

Habían pasado años desde aquella promesa de Harua pero nada había cambiado, seguíamos viviendo en el mismo horrible y sádico lugar. No esperaba que cambiara, ya no tenía esperanzas en salir de esa vida llena de maltratos. Habíamos pasado prácticamente toda nuestra infancia así y al parecer ahora también toda nuestra adolescencia.

—¿Qué haces aquí?

Escuché la voz de Harua y subí la vista logrando hacer contacto visual con él.

—Solo... pensaba.

—¿Y en qué pensabas?

—Nada importante la verdad.

Mi amigo suspiró y se sentó justo a mi lado en el suelo, yo por mi parte tiré la cabeza hacia atrás recargándola del tronco del árbol. Un silencio incómodo llenó el ambiente, giré un poco mi cabeza para poder observar a Harua y el volteó de igual manera. Mis mejillas comenzaron a tornarse rojas así que bajé la cabeza rápidamente para que no lo notara. La verdad desde hace un tiempo había comenzado a sentir algo por él, ya no éramos unos niños y era el único que me hacía sentir segura y protegida. Nadie más a parte de Harua había hecho algo bueno por mí, por lo menos no desde que tengo memoria.

—Harua...¿Cuánto tiempo crees que seguiremos llevando esta vida?...Yo... La verdad tengo miedo...

—No tienes por qué tenerlo, voy a cuidarte y no dejaré que te lastimen.

Cada vez que Harua decía cosas así mi corazón latía como loco, no podía evitarlo. Con algo de vergüenza acerqué mi mano a su rostro y acaricié su mejilla lentamente.

—T~TN ¿Por qué lloras? ¿Estás bien?

—No es nada, n~no te preocupes.

Oculté mi rostro tras mis manos y me di la vuelta para que Harua no me viera en ese estado.

—Sabes que puedes confiar en mí, dime qué sucede...

Tenía que contarle, no tenía otra opción, él tenía que saberlo.

—Harua... Vienen a adoptarme...y...

—¿Qué?... ¿Qué estás...

Preguntó con el ceño fruncido, mientras bajaba su mirada sin poder creer mis palabras.

—¿Estás hablando en serio?

Preguntó con algo de molestia y tristeza entremezclada. Sabía que me llevarían lejos para trabajar para gente sin escrúpulos y él no podría protegerme estando lejos.

—Sí, dijeron que un gángster vendría y...

—¡¿Y por qué esperaste hasta ahora para decirme?!

Preguntó con sus ojos cristalizados mientras cerraba sus puños y justo antes de que alguna lágrima recorriera su mejilla secó las mismas con su antebrazo.

Bajé la mirada pensando en que decir, no quería irme. Vendrían a adoptarnos, era lo que decían pero más bien nos vendían como esclavos porque eso era lo que en verdad éramos.

Me acerqué a Harua y lo tomé de su muñeca logrando que me mirara a los ojos. Sin dar previo aviso me envolvió en un abrazo rápidamente al cual correspondí sin dudar.

—No quiero q~que te v~vayas.

—No~o quiero irme... Quiero quedarme contigo...t~tengo mucho miedo...

Escuchamos unos pasos acercarse, era uno de los guardias del lugar, se acercó y me tomó del brazo con brusquedad alejándome de Harua.

—¡¡Suéltame!!

—¡Déjala en paz!

Harua intentó acercarse a mí pero el guardia le dio una fuerte patada en el rostro y lo apuntó con un arma cargada de balas de plata.

—¡Harua! —intenté soltarme para acercarme a él pero el guardia tiró de mi cabello—¡Ahh!

—¡Vamos! ¡Deja de resistirte, ya han venido por ti y pagarán una buena suma!

Innumerables lágrimas recorrían mis mejillas mientras observaba a Harua tirado sobre el césped.

Solo esperaba que algún día nos
pudiéramos volver a encontrar ...