La sombra de los celos del pasado ( yuuram)

DÉCIMO CUARTO CAPITULO

Secuestro

El alba hacia presente en Shin Makoku, todos sus habitantes se despertaban y otros desde muy temprano hacia sus labores, entre los trabajadores algunos rumores se esparcían que el Maou, había atacado al prometido del hijo menor de la ex Maou, mucho comenzaron a sospechar que tal vez su rey si había caído en los encantos del rubio, pero el origen de la pelea era cierta marca que tenía el blondo, seria verdad que los dos muchachos han tenido intimidad, eso fue el enojo de su monarca.

Los rayos daban a la cara de una cabellera azul hicieron que se despertaba sintió un peso en su brazo, abrió los ojos miro a su lado, viendo un bello ángel durmiendo plácidamente en su costado se giró acerco su mano a la mejilla del rubio para acariciar la misma.

El blondo al sentir la tierna acaricia, se acuno más en la mano de su acompañante mientras esa acción lo hizo despertar abrió los ojos encontrándose con la mirada del mayor, sonrió, sintió aliviado ver a Dochan despierto e ileso, es lo que importaba.

-Buenos días hermoso- hablo el peli azulado desordenado el cabello contrario.

-¿estáis bien?- cuestiono el blondo somnoliento.

-algo cansado- musito pesadamente- hazme a acuerdo nunca hacer enojar al extremo a Yuuri Heika- menciono con burla.

-voy hablar con el rey- dijo el rubio, acariciando al mayor en la mejilla- descansa, pediré que te traiga comida, mientras voy a mi cuarto a cambiarme- eso lo dijo parándose- no dejaré que Yuuri te vuelva a atacar de esa manera, eres también importante para mí- dijo- tú también deja de provocar demasiado a Yuuri, ambos son importantes y no les pienso perdonar a ninguno de los dos si se llegasé a matar- advirtió yéndose dejando al peli azulado pensando, debería él buscar su guardiana no sentía a hielo.

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La cálida mañana se comenzaba sentir en la habitación de Isabela, todos habían dormido ahí, en la noche anterior no había sido nada fructífera, Jacinto, no logro llegar a la primera vida del rubio y del Maou, al parecer estos han vivido más que cualquiera, eso superaba a los dioses olímpicos, quisieron intentar con Isabela dando el mismo resultado.

Se despertaron con preocupación se les notaba en sus rostros está cerca del ritual, pero no tenía conocimiento del mismo, la rubia se acercó a la pelirroja que seguía durmiendo, lo que más les preocupaba eran los bajos niveles de magia de esta.

-vamos a desayunar- dijo Hanna, muy a su pesar.

-me quedo- musito Robert, sentándose en la cama de la durmiente.

-te quedas cuando ella después que te amenazo de muerte- replico Ai, muy celosa.

-Basta Ai- menciono enojado Tsuki- Isabela, no sería capaz de matar a su mejor amigo y el más leal- replico cruzando los brazos, aunque ofendió a Mordred en ese sentido, este se consideraba más leal a Morgana- vamos a desayunar, recuerda que si no vamos entenderá que fue una ofensa lo que paso ayer- todos asintieron- vamos todos bañarnos en los diferentes cuartos que estamos asignados y cámbiense- así fue que salieron todos menos Robert, observando que lobo seguía en su puesto.

La peli plata estaba pensando en toda la situación algo sabían Hanna y Tsuki, los conocía tan bien, en eso siente la mirada de lobo, dirigió su vista a él.

-Deberías ducharte- eso sorprendió bastante a Robert, tenía entendido que ese ente es el más reservado de los cincos y además no habla con cualquiera- no te sorprendas que te hable pertenece a Wandarys ahora- está demasiado confundido- has lo que te pedí, ya mismo se despertará ella y no podrás ducharte después- sin más lobo se volvió a recostar en el abdomen de Isabela.