Prólogo

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Por un gusto en común ambas terminaron por caer en el mundo de la otra, conociendo los inmensos secretos y sitios especiales que nunca antes compartieron con otra persona en sus vidas.
Comportándose como las niñas que eran, sin tener que satisfacer las expectativas de las personas que las rodeaban; una persona disfrutar de su infancia sin preocuparse por como el mundo la juzgue por como se viste, mientras la otra puede ignorar las inminentes peleas entre su madre y hermana mayor pasando un rato tranquilo con otra chica contemporánea a ella.
Sin duda eran lo que a la otra le faltaba, paz.

Salma definiría a Gloria como lo mando brillante y correcto que ha visto, una chica de noveno grado la cual parecía más bien una reciente de séptimo, su cabello en una coleta y la parte de en frente aplacada con gel, demasiado si le preguntaras, una chica la cual usaba siempre su uniforme como se debía, parecía que disfrutara llevarlo y siempre entregando sus deberes con una segura sonrisa; Gloria era como un ángel a sus ojos, una chica que en su último año debería vivir un romance escolar o una travesura por la cual la suspendiesen o algo a lo que muchos dirían "inolvidable", en su lugar muchos le dirían "ñoña" pero realmente Salma admiraba aquello de ella, sin importarle como otros hablaran de Gloria a sus espaldas, ella se encargaría de encararlos, todo porque ella no lo notase, que no escuchase nunca esas palabras absurdas.
Gloria era como la luna, a ella le gusta mucho ver a la luna brillando.

Gloria no entendía porque la gran parte de gente que se topaba del curso de Salma solían hablar tan mal de ella, al punto de denigrarla con palabras misóginas, tales como decir que ella era una "zorra"; Salma nisiquiera tenía novio, tampoco había besado a alguien, solo era una chica que amaba mostrar su arte y lo que hacía a otros, a diferencia de Gloria; Salma usaba su cabello libremente suelto, era esponjado con leves rizos, no era el top número uno en su salón pero daba lo mejor de si misma y no le importaba lo que otros dijera a sus espaldas, ella lo sabía, a Gloria no le agradaba pero Salma sabe vivir con ello porque: "Son cosas a las que una mujer debe acostumbrarse".

"Pero aún eres una niña, nadie merece que hablen de esa forma de su persona, ni siquiera has hecho algo malo, solo tienes un novio, eso no es hacer algo malo, nisiquiera haces algo indebido".
-Dice con cierta tristeza la chica de la cola para intentar subirle el ánimo, Gloria claramente no era buena consolando, pero cuando se trataba de Salma, ella daba lo mejor de sí.

La menor sabía que su contraria intentaba animarla, el saber que lo intentaba la alegraba, para ese momento, Gloria se estaba haciendo una muy buena amiga para ella, o eso estaba pensando; realmente algunas veces ambas sentían algo raro, pero no importaba, mientras puedan estar juntas y despejar sus problemas...cualquier palpitar no interferiría.

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