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Una de las formas más buenas y dolorosas que tuve para poder empezar a sanar mis relaciones y heridas fue tener que perdonarme a MI, por el daño que había permitido que la presencia de algún familiar o conocido me causará algún sentimiento desagradable en mi ser.
Lo que pude hacer para empezar a desahogarme aparte de mi terapia psicológica y mi programa espiritual fue perdonarme y decir todo lo que mi ser tenía que decir, era mi momento de liberarme realmente.
Comencé a escribir unas cartas que hoy quiero compartir contigo. Fue una de las formas más buenas en mi, no todas estas cartan fueron entregadas a las personas que les escribí.
Aprendí que nosotros permitimos todo lo que muchas veces nos pasa cuando no aprendemos a poner límites en nuestra vida.
La mayoría de mis cartas fueron escritas para sanar yo, para perdonarme a mi y no para alguien más.
LA MEJOR FORMA DE EMPEZAR ESTO ERAN CON MIS PROGENITORES, MI FAMILIA, MI PRIMER NUCLEO
lo que por mucho tiempo creí que era lo más que me hacía daño, después de leer y aprender me di cuenta que mis relaciones con cualquier persona duelen por qué idealizamos con la primera impresión y realmente nadie es como la primera vez que lo conoces siempre tenemos un lado diferente de conocer.

Sanando mis heridas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora