-Son 350 baht- dijo la chica con una voz seductora y tierna.La mano le tembló al muchacho al entregar los billetes y la chica mirando al cliente con una sonrisa traviesa soltó una coqueta risa que hipnotizó aún más al pobre antes de dar media vuelta.
Era hermosa, lo sabía bien y lo usaba a su favor siempre que podía ¿Por qué no hacerlo? No estaba haciendo nada malo, y su hermano mayor siempre le decía que si había nacido con la belleza como ventaja debía usarla a su favor.
-Deja de seducir a los clientes, Pim ¿No se supone que tienes novio?
O bueno, lo hacía antes de volverse un enano gruñón y quejumbroso.
Su hermano se cruzó de brazos dándole una mirada severa, lo que le hizo suspirar irritada.
Absolutamente todo había cambiado luego de la muerte de su madre, a veces Pim creía que también había perdido a su hermano, porque ahora se sentía más como un padre soltero amargado.
Gun cambió bastante luego de asumir la responsabilidad de la cafetería de la familia, tenía mucha menos paciencia, se estresaba mucho más fácilmente, la regañaba bastante y casi siempre lucía como si no hubiera dormido en días.
A pesar de todo jamás hablaba con ella, se negaba a decirle sus problemas o admitir que estaba cansado.
Antes solían compartir todo, desde maquillaje hasta historias de sus amores adolescentes. Era el mejor hermano que Pim podría pedir, incluso cuando ingresó a la facultad de ciencias políticas encontraba tiempo para visitarlas a ella y a su mamá, ayudar en la cafetería y escuchar lo que sucedía con ella en su colegio, Pim se sentía la chica más afortunada del mundo.
Hasta que su madre murió y todo se fue a la mierda.
Su padre había muerto hace varios años cuando aún eran muy pequeños debido a complicaciones de su diabetes, casi no recordaban nada de él, su mamá era su sostén principal, el centro de su universo y poco a poco vieron como iba cediendo ante su enfermedad hasta que finalmente murió.
Gun tenía 22 y ella 18.
Gun estaba por terminar su universidad y ella por comenzarla pero todo eso se canceló, su hermano dejó su carrera cuando su madre se complicó, y ella no podía pensar en exámenes de ingreso en esa situación, cuando sus compañeras preguntaban ella decía que se había tomado un año sabático, era mucho menos doloroso que decir la verdad.
Rápidamente Gun se hizo cargo de ella, de la cafetería de su madre, de las cuentas de la casa, desechó por completo la idea de retomar su carrera y se volvió el nuevo patriarca de esa rota y minúscula familia, y a pesar de todo jamás se quejó, no descargó sus frustraciones en ella, ni le pidió ayuda en nada.
Pero se sentía solitaria, sabía que su hermano la quería, seguía mimándola como siempre a pesar de los regaños, pero al final del día se encontraba demasiado cansado para hablar con ella, compartir sus pensamientos o simplemente tontear como antes.
Por eso no le gustaba estar en casa, por eso desaparecía con su novio o sus amigas tanto como podía, por eso tal vez, inconscientemente, buscaba los regaños de su hermano mayor, buscaba su atención.
Tal vez fue por eso también que ella volteó para encarar a su hermano con un rostro sonriente y prepotente de niña taviesa. Gun llevaba el mismo uniforme de barista puesto, con el delantal rosa pálido y el logo de la cafetería RakGun.
"Amarse el uno al otro" era el nombre del negocio y la mayor enseñanza que su madre les había dejado.
-Es para ganar clientes, P'- le respondió manteniendo su sonrisa descarada- Soy el mayor atractivo de este lugar- terminó su frase meneando ligeramente su cabello, sonriendo con soberbia.
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El primero que cruce esa puerta
Fanfiction-Yo podría tener el novio que quisiera, Pim, simplemente no lo quiero- dijo Gun indignado mirando a su hermana. -Pues yo creo que no. -Te lo apuesto, al primero que cruce esa puerta lo haré mi novio y te callaré la boca. Unos segundos después, Off J...