Capitulo 11

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¿Por qué tardaba tanto?

Caminé de un lado a otro del baño esperando a que ella entrara.

¿Es que trataba de evadirlo otra vez?

Molesto, apreté mis puños.

Nunca se lo perdonaría.

Imaginé las formas perfectas para obligarla a quedarse cuando la puerta comenzó a abrirse lentamente.

Ella asomó un poco su cabeza y me miró. Nuestros ojos se cruzaron y sentí un cosquilleo en mi estómago.

Su rostro siempre me hace pensar en una muñeca. Una dulce y linda muñeca.

Ella entró y cerró la puerta tras de sí.

Es la primera vez que me va a bañar. La última vez que lo hacía yo solo, "accidentalmente" deje caer su teléfono en el agua y por poco no vuelve a funcionar. Ella se molestó y me evitó por varios días. Intenté bañarme sin tutoriales pero fue un fracaso e hice un desastre. Dejé de bañarme, pero eso la molestó más debido al olor.

Como sea, todo esto es solo una actuación.

Ahora que lo pienso... tendré que mostrarme a ella como un hombre de verdad en algún momento.

Tragué saliva y sentí mis mejillas calentarse. Suspiró y caminó hacia mí. No dejé de mirarla, preguntándome como lo haría. Y ella también me miraba. Pero solo me rodeó para dirigirse a la bañera. Se inclinó para girar la llave y que el agua comenzase a salir. Abrió un par de frascos con aroma agradable y vertió el contenido dentro. Después, se levantó para agarrar una toalla y girarse hacia mí.

—Ven —le falta amabilidad, pero así me gusta.

Me acerqué hasta ella. Temblé un poco cuando, sin decir nada, me quitó la chaqueta cuidadosamente. Después, comenzó a de desabotonar cada botón de mi camisa.

Me quitó la camisa y se quedó mirando por un momento mi pecho por lo que yo hice lo mismo. Si miraba mis cicatrices ¿por qué está sonrojada?

Volvió en sí y me pidió que me quitara el resto. Parpadeé un par de veces antes de darme cuenta a que se refería a mis zapatos y pantalones. La miré confundido.

¿Es que no me iba a ayudar con eso también? yo quería que...

Sonrió un poco.

—Por favor, Christopher.

Su sonrisa era linda... ¡como desobedecer!

Hice lo que me pidió mientras ella me cubría con una toalla. Me hizo entrar al agua, estaba caliente pero no tanto, la espuma cubría la parte inferior de mi cuerpo y el olor era una delicia.

Era perfecto.

Así como ella.

Se inclinó al lado de la bañera con una barra de jabón en la mano y sin decir nada, comenzó a deslizarlo en mis brazos y pecho.

Espero que no note los acelerados latidos de mi corazón, me pondría aún más nervioso de lo que estoy.

Más ella parecía concentrada en enjabonarme, sin embargo, creo que lo noto porque volteó a verme un par de segundos.

Cuando terminó se levantó. Agarró la botella de shampoo y acercó su mano hasta mi rostro.

No, eso no.

Tomé su mano con fuerza y ella soltó un leve quejido que me encantó.

Pero lo que me sorprendió fue que acariciase con delicadeza mi máscara.

—Tranquilo, no te la quitaré, pero suéltame —amenazó al final.

Me quedé mirándola y ella a mí así que la solté.

Continuó con el baño y cuando terminó se secó las manos y brazos con la toalla. Apoyó su pecho en el borde de la tina y se inclinó quedando más cerca mío y de mi rostro.

Mis mejillas ardieron, mi corazón se aceleró y mi estómago se revolcó.

—¿Cuando... —sus dedos acariciaron mi hombro derecho— podre ver tu rostro?, me da curiosidad.

No respondí y hubo un largo silencio.

—Tus ojos me gustan, es lo único que puedo ver. De seguro me fascinará el resto de tu cara.

No sé si era yo, pero la sentía más cerca cada vez. Entreabrió sus labios y yo sólo espere mi deseado beso.

Pero nunca ocurrió.

𝗖𝗟𝗔𝗠𝗢𝗥𝗢𝗦𝗢 ||Bang Chan||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora