Capitulo 12

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Narrador omnisciente.

—¿No es incómodo tener que correr siempre la máscara para poder comer? —preguntó Ye-won metiendo un pedazo de postre en su boca.

—Un poco —respondió simple, acomodando bien su máscara al terminar de comer.

No hablaron más —como se había hecho costumbre en los últimos meses—, ya casi siempre era así.

Cuando Ye-won terminó su postre, se cambió de asiento sólo para estar más cerca de él.

Ninguno hablaba, solamente se miraban.

Lentamente ella llevó su mano derecha a la máscara y la acarició por unos segundos. Al no ver ninguna reacción negativa por parte de Christopher continuó con lo qué tenía en mente.

Con suavidad retiró la máscara de su rostro, quedando atónita con solo ver su facciones.

—¡Eres hermoso! ¡podría deslumbrarme con sólo verte! —exclamó sin pensar, formando una sonrisa tímida en los labios del contrario.

La distancia se fue acortando para ambos hasta unir sus labios en un beso, poco a poco Christopher subió la intensidad de aquel beso y comenzó a jugar con la lengua de ella con cierta desesperación.

Parecía buscar algo más que un beso.

Por eso ella se separó, pero Christopher agarró su cuello con ambas manos y la volvió a atraer a él para seguir besándola. La presión que ejercía en su cuello era mucha y ya le estaba costando respirar. Intentó separarse de él pero eso solo hacía que apretara más su cuello, así que no tuvo de otra que enterrarle el tenedor más cercano en el brazo. Eso hizo que la soltara con tanta fuerza que la tiro al suelo con todo y silla.

Tosió mucho y se tocó el cuello adolorida, hasta que pudo reincorporarse e ir a beber agua.

Cómo sí él no la estuviera viendo.

Christopher se quitó el tenedor y cubrió aquel área con su mano libre. Ahora necesitaba que lo curaran, mas sabía que ella no querría hacerlo.

 Ahora necesitaba que lo curaran, mas sabía que ella no querría hacerlo

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—Lo siento —murmuró de pronto, evitando mirar como ella lo curaba.

Conociéndolo, seguramente esperaba que aceptara sus disculpas, pero estaba realmente molesta como para hacerlo.

—No —dijo concentrada en su labor— me lastimaste de verdad, Christopher.

Guardó silencio y se quedó cabizbajo.

—Tú también —replicó.

Confundida, alzó la mirada:—¿Qué? —la miró con reproche.

—Tu beso me lastimó —dijo molesto y tocó la zona de su corazón— aquí.

Parpadeó y se quedó mirándolo fijamente. Tomó una venda para envolverla en su brazo, y luego deslizó sus dedos por su brazo hasta llegar a su mano, y, al final, le dio un delicado beso. Aunque no podía ver su rostro, sus ojos le indicaron que aquello le sorprendió.

Suspiró y se atrevió a sentarse más cómodamente sobre su cama. Él se removió inquieto.

—¿Por qué dices que te lastimé?

Christopher giró la cabeza hacia otro lado para evitar su mirada, se acerco un poco buscando sus ojos.

—Lo hice porque quiero estar más cerca de ti —siguió en la misma posición, como si no creyera en sus palabras. La miró sobre su hombro y le sonrió levemente.

—En verdad quiero conocerte mucho más, y estoy segura de que tú también quieres lo mismo.

Por fin se giró nuevamente hacia ella:—¿Por qué estás tan segura? —preguntó curioso.

—Porque sabes lo que quieres, mas no sabes cómo alcanzarlo —sus ojos expresaron confusión— me has observado desde que llegué aquí y puedo deducir qué no quieres que me vaya. No como la última vez con Sana.

Los ojos del hombre se empañaron y bajó la cabeza. Hizo un ruido parecido a un quejido de dolor y supo que ese dolor venía del alma. Un alma negra y oscura pero, después de todo, un alma que también sufría y sentía.

Se acercó más a él.

—Tú me quieres a mí y yo... aunque me asustes a veces... —le quitó la máscara— en algún lugar de mi interior sé... —le acarició tiernamente la mejilla— qué esto está bien.

Christopher y Ye-won compartieron una mirada significativa antes de besarse, casi con desesperación.

Un beso de buenas noches.

Un beso de promesa.

𝗖𝗟𝗔𝗠𝗢𝗥𝗢𝗦𝗢 ||Bang Chan||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora