𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐅𝐈𝐕𝐄

301 51 28
                                    

Would you believe me when I tell you?
You're the queen of my heart.

Aidan:

Sonreí en respuesta y bajé la mirada.

Era, tal vez, la cosa mejor que me había dicho explícitamente en estos meses.

¿Que fecha era?

Tal vez, o muy probablemente, algún día frío de diciembre.

Enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre, diciembre.

Palabras que, después de un poco, significan lo mismo.

- Deja de llorar - murmuré con algo de pena

- Oh, si. - sonrió ella también

La punta del cigarrillo entre sus labios quemaba hasta parecer una estrella cercana, tal vez, era suficiente ____ para prenderla.

- Yo me pregunto cuando todo esto terminará - hablé, mirando su perfil

- ¿Ah? - preguntó

- ¿Cuando terminará lo que sea que tengamos? - hice una mueca con mis labios - Probablemente somos amigos, pero es raro como nos sentimos tan bien cerca del otro - el silencio entre los dos era relajante casi como escuchar su voz - Solamente tenemos Diecinueve años.

Cuántas estrellas espiaban la muerte de nuestras voces sin decir nada, solamente entreteniendose, hasta poder descansar al llegar del Sol.

- Sabes que no somos como los demás, Aidan - dijo silenciosamente - Y, tu tienes diecinueve, yo apenas dieciocho - ella río, yo no.

- Sí ... - susurré - pero, es diferente.

- Sí - asintió - Es diferente.

Nuevamente, mientras no hablábamos, nada parecía existir

Todo era abstracto, como un dibujo en primera dimensión, como las palabras de Edgar Allan Poe o como la sensación aleatoria de tocar el cielo con un dedo.

- Oh, espera - comencé a desatar de mi cuello una cadena de la cual colgaba una llave, la cual siempre llevaba

- ¿Que sucede? - esperó a contestar hasta que había exhalado el humo.

Decidí no contestar, solamente volví a cerrar alrededor de su cuello mi collar.

Me paré, alejándome con un paso bastante largo de ella, para hacer luego, una especia de cuadrado con mis dedos pulgares e índices.

La enmarqué ”  con facilidad.

- Así - sonreí - Justo así quiero recordarte - susurré

- ¿De que hablas? - apagó el cigarrillo, aplastandolo contra el cemento de la azotea.

- Hey, McCourt - llamé - Me gustas - dije finalmente

Sus ojos jamás se sorprendían al verme.

Era algo sorprendente pero, al mismo tiempo, tremendamente enigmático.

- ¿Me crees cuando te lo digo? - sonreí - Eres la reina de mi corazón

- ¿En serio? - habló raramente neutral

- No quiero espantarte - dije.

- Oh, no. - hizo un movimiento con su cabeza, similar al asentir - Parece cool.

𝐂𝐈𝐆𝐀𝐑𝐄𝐓𝐓𝐄𝐒 𝐎𝐔𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐍𝐃𝐎𝐖 ▎[𝖠𝗂𝖽𝖺𝗇 𝖦𝖺𝗅𝗅𝖺𝗀𝗁𝖾𝗋]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora