🌸❯ 𓏲 ❛ 𝗗𝗲𝘀𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗱𝗼𝘀. | 𝘚𝘰𝘯𝘪𝘤 𝘹 𝘓𝘦𝘤𝘵𝘰𝘳𝘢.

O9: camino a casa.

POV ____:

Se podía percibir el ambiente tranquilo. La música era baja pero relajante, ningún pasajero hablando o gritando, y también había un olor suave de quién sabe dónde provenía. Me sentía tan agusto, me relajé demasiado al punto de querer volver a dormir nuevamente.

Mi comodidad se acababa al percatarme de que el transporte se había detenido, ya estaba en mi destino. Tomé mi bolso, desabroché el cinturón y me fui casi corriendo, no sin antes haberle dedicado un rápido "adiós" a Sonic. No quería ser maleducada, pero mis ganas de llegar a casa eran más grandes.

Me bajé y emprendí mi rumbo. Mi hogar no se situaba tan lejana a la estación, calculaba al menos 5 o 7 minutos si corría, así que opté por esa opción.

(...)

Después de haber corrido y trotado, agitada reposé mis manos sobre mis rodillas, suspiraba eufórica. En definitiva fue el día que más actividad física hice.

Sentí una fuerte brisa pasar cerca de mí, un escalofrío recorrió mi espalda, que repentino...

Se oían las risas de los niños que jugaban por ahí, o los vendedores ambulantes ofreciendo sus productos. El pequeño pueblo en el que habitaba era muy pacífico, me sentía tan segura. Caminé un poco más, estaba a unos centímetros de la entrada, arrastraba mis pies sobre la verdosa hierba mirando el suelo, prestándole atención a una linda mariposa que se posó en una flor.

Toda mi concentración se esfumó cuando mi nariz chocó contra una persona. Cerré los ojos en el instante, sobando el área afectada y haciendo mi cuerpo para atrás.

Observé un tanto molesta hacia arriba para ver de quién se trataba.

Quedé aún más confundida al notarlo, él se volteó con una expresión igual a la mía. Por segunda vez me he vuelto a topar con cierto azabache.

── ¡¿Qué haces aquí?! ── Dijimos al unísono, apuntandonos demandantes por respuestas.

── ¿Acaso me seguiste hasta acá? Acosadora. ── Habló en un tono burlón, bajando las dos cajas que tenía en ambos brazos, cruzando estos mismos con la mirada seria que siempre cargaba.

── ¿¡Ehh?! Ya quisieras, además yo debería hacerte esa misma pregunta. ── Entrecerré mis ojos acortando la distancia entre nosotros, imitando su acción con los brazos y parándome de puntitas con la cabeza en alto.

── Para ser una duende eres bastante ruidosa. Es divertido ver cómo tratas de estar a mi altura. ── Con su mano derecha llegó hasta mis mejillas, apretando mis cachetes mientras acercaba su rostro, su agarre era gentil a pesar de la hostilidad que emanaba. ── No trates de parecer desafiante. Te irá mal. ── Se alejó soltándome con delicadeza.

── Y-y tú no trates de parecer rudo. Estás tan equivocado si crees que quería seguirte, ésta es mi maldita casa. ── Sonic esbozó una sonrisa, ¿Se estaba burlando de mí? Me molesté un poco.

El ruido de la puerta abriéndose nos despistó de nuestra discusión. Era mi abuela.

── ¿Por qué hay tanto escándalo...? ── Comentó inocentemente poniéndose sus lentes. Primero me vio a mí, luego a Sonic, y después desvío su vista hasta el suelo. ── Ohh, ese es mi pedido, ¿Cuánto es, jovencito? ── Del bolsillo de su delantal sacó una billetera marrón, contando el dinero que traía consigo.

── Serían 1.460 yenes, vienen 6 rollos de canela listos para servir. ── Agarró el objeto del suelo y se los entregó, recibiendo a cambio el dinero que requería.

── Que amable es... Tenga, le daré propina. ── Otra vez, sacó un poco de dinero de su cartera.── ____, vamos a comer querida. ── Se rió con dulzura, ella era tan carismática.

── Claro, en un momento voy Abue. ── Le sonreí de vuelta, esperando a que se marchara hasta el comedor para acabar con el "inconveniente" de hace algunos momentos.

── Hey "jovencito", hasta aquí termina ¿Si? Ya oíste a mi abuelita. No te molestaré más con tu trabajo...  Cuídate, hasta pronto. ── Asentí y me giré de espaldas, me despedí para poder cerrar la puerta. Lo pude haber hecho sin dificultad pero una mano me detuvo sosteniendo mi antebrazo. ── ¿Uh, que ocurre? ── Me visualizó detenidamente, su mirada estaba perdida, ¿Dije algo malo?

── No... no es nada. Nos vemos. ── Me soltó, tomando la otra caja para marcharse, dió unos pasos hasta la calle, y volteó a observarme por última vez.

... Y se marchó, no sé a qué dirección se habrá ido, su velocidad si que es impresionante.

Me senté en el sillón de la sala luego de cerrar la puerta, estuve pensando en todo ese rato el por qué de su acción, ¿Qué habrá querido decir? ¿Me detesta? Miles de preguntas rondaban en mi cabeza, me puse un poco nerviosa.

── ¿Te encuentras bien, cariño? Te noto algo pálida. ── La voz preocupada de mi abuela me despertó de aquel 'trance', acercándose con un pequeño plato y el aperitivo que había ordenado.

── Sip, estoy bien. ── Comí un bocado de lo que me sirvió. ── Aah, esto está delicioso, muchísimas gracias. ── Dejé la comida a un lado y la abracé por el gesto. La quería mucho, ella siempre se preocupó por mi cuidado.

── Comprendo. ── Me abrazó igualmente, estuvimos así por unos segundos hasta que se separó de mí, creo que quiere decirme algo. ── ¿El chico apuesto de antes es tu novio? ── Eso no me lo esperaba...

Me sonrojé un poco, se me hace vergonzosa la idea de tener un novio. ── P-por supuesto que no... ¿Por qué no mejor vamos a poner la mesa? Cocinaré algo para la cena. ── Me desvié del tema para evitar incomodidades, honestamente veía imposible que ese repartidor en especial y yo llegáramos a algo más. Aunque bueno, era innegable que sí era guapo.