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Reiner abrió los ojos de golpe cuando escuchó el nombre de Kenny, se levantó dispuesto a empezar a repartir golpes pero su novio le hizo señas para que bajara la guardia, ahora nadie estaba pensando en pelea, no en un momento como este.
Reiner- ¿ya nos podemos ir de este hospital?
Bertolt- Rei, Floch se está muriendo
Reiner- ¿qué?, ¿no que supuestamente estaba mejorando?
Los dos observaron con pena como Jean, Mikasa, y Kenny eran preparados por los doctores antes de pasar a ver a su ser querido que había luchado tanto y ya no le quedaban fuerzas, el estado permitió que el padre del chico fuera liberado de la cárcel por ese día para verlo por última vez, se diagnosticó que de hoy no pasaba.
- bueno los dejo solos, lo siento mucho
Floch apenas pudo levantar un dedo al reconocer a su familia, su corazón se aceleró rápido al notar a su adorado hermano y con sus pocos alientos le dijo su nombre, los tres estaban intentando ocultar el llanto pero cuando el moribundo chico dijo que los quería ver más de cerca no pudieron soportarlo.
Jean- no mueras Floch, eso no es para lo que entrenamos siempre, ¿recuerdas?, el sótano, la carne, somos dos guerreros
A Mikasa no le salían las palabras para expresarle lo maravilloso que fue cocinar a montones para ellos cuando su padre no estaba, enseñarles a tender la cama, curar esas heridas que se provocaban al pegarse entre ellos, nunca pensó que vería la derrota de un hombre tan fuerte.
Kenny- hijo mío, ¿podrías perdonarme?, pensé que los estaba haciendo invencibles, yo nunca quise verte así, es mi culpa y mi corazón se rompía cada vez que venía a verte, ustedes tres lo son todo para mí y todo lo que hice fue pensando en su bienestar
Floch- t- te- te a- (tose) te- am- te a- a- mo pa- papá
Mikasa- siempre fuiste un chico dulce y cariñoso, cuando te encuentres con Kutchel pídele perdón por nosotros, eres bueno Floch, sé que no querías morir siendo mala persona pero no lo eres, eres un buen muchacho
Los tres lloraron abrazados al chico hasta su último latido del corazón, la máquina les indicó que ya no había vida en aquel cuerpo desgastado por las diversas intervenciones quirúrgicas, Jean no era capaz de soltar la mano de su compañero y su poca fuerza la utilizó para abrazarlo más.
Kenny- adiós hijo mío
Mikasa- ya sueltalo Jean, ya está descansando
Jean- no, no, no, me niego a dejarlo, despierta Floch, por favor despierta, despierta hermano
- lo siento mucho señor Ackerman pero ya deben abandonar la sala
Varias enfermeras y el mismo Reiner fueron los que sacaron a Jean a la fuerza pues no quería soltarlo, Mikasa acompañó a su padre hasta los escoltas de la policía donde limpió sus lágrimas con amor, ya no sentía más que paz.
