Dos chorros de agua salían a toda potencia de las manos del chico, con forma de láminas, a lo que el chico cruzaba sus brazos como una cruz, y los separaba de golpe, cortando al robot en dos mitades, sin embargo, los ojos del chico estaban brillando mucho en azul, signo de estar usando en exceso su poder, ¿consecuencia? Un gasto brutal de energía, cosa que hacia colapsar al chico, quien caía al suelo inconsciente, la azabache con un ojo morado, rápido iba a asistir al chico, al cargarlo, la cara del chico rebotaba leve contra el escote de la chica, cosa que hacia hervir de enojo al chico enano de pelo morado pegajoso.
- Nada mal... hijo – el profesor decía para si mismo en voz baja, sin embargo, el peliverde de adorables pecas oía eso al estar detrás del profesor.
- Usted dijo... ¿hijo? ¿ken-kun es tu hijo? – preguntaba midoriya en ese tono bajo.
- Adoptivo, ken es huérfano, su anterior padre adoptivo está muerto, como favor decidí tener su custodia hace dos años, queda entre tú y yo – ante el asentimiento del peliverde el profesor presenciaba como el equipo médico se llevaba al joven a emergencias.
Pasaban varias horas, el chico de ojos azules abría los ojos con dolor, la doctora de la escuela había sanado su cuerpo cuanto pudo, por lo que solo quedaban heridas faciales del joven acuático, quien al mirar su entorno veía a la chica creación dormida, con su cabeza apoyada en la camilla del chico... ella se veía tan adorable... pero los modales no eran una maestría en el chico.
- Hey despierta, es tarde – decía el chico moviendo la cabeza de la chica para despertarla, la chica tenía un parche en el ojo y estaba en su uniforme escolar.
- Mmmm que delicado eres... ¿kenshi kun?... ¿estas mejor? – la chica levantaba la cabeza mirando al chico a los ojos, esperando ver signos de mejoría, pasando por alto el acto descortés del ojiazul.
- Supongo, me he sanado de peores... deberías irte, es tarde y yo tengo para rato aquí.
- Pero yo quería...
- Nos vemos mañana – interrumpia el chico en un tono neutral
- ... descanza kenshi - frustrada se retiraba de la habitación, pensando en por que el chico la había alejado asi. – mina diría que le gusto... pero el... quiere soledad... o quizás no sabe socializar – pasaban esos pensamientos por la cabeza de la chica adinerada quien llegaba a su dormitorio y se vestía con su pijama, siempre pensando en ese alejamiento que el chico generaba entre ambos, tal acción provocaba que la chica se sostenga el pecho, era como un dolor emocional y físico, le causaba una incomodidad pensar en el chico, pero a su vez, le causaba calidez en el pecho, una sensación que bajaba por sus entrañas, hasta hacer que la chica cruce y retuerza sus piernas.
- Es un bello lugar – el joven acuático estaba en una playa dorada, un brillante y azulino océano adornaba el fondo, el sonido de las olas y la humedad del ambiente, le causaban una paz inmensa al chico.
- Tienes razón ken... es un lindo lugar – una voz ahogada por una mascarilla, le hablaba al joven, el cual miraba a todos lados alterado.
- Tsk... ¿¡es que no puedes dejarme tranquilo!? – gritaba el ojiazul con susto y desesperación, su respiración era agitada y rápida, sudaba en frio, temblaba, algo lo aterraba en esa presencia.
- ¿tranquilo? ¿no puedo darte cariño ken kuun? – esa voz se acercaba mas... se oian pasos alrededor, pasos que se acercaban al chico, el océano se tornaba rojo, la arena se volvia ceniza caliente, el cielo era rojizo y oscuro, y el sol era ahora una luna fragmentada, haciendo de un infierno ese lugar paradisiaco, hasta que esos pasos, iban mas rápido y fuerte hacia el chico, quien estaba paralizado del miedo, hasta que esos pasos se detenían en seco... todo era un silencio total, hasta se podía oir la sangre del chico fluir por sus arterias... hasta que una respiración se escuchaba en la nuca del ojiazul.
- Duermes muy tranquilo... el tiempo está contado... ERES MIO.
- ¡aahg! ¡NO!... uh... fue... un sueño – el chico despertaba de un grito en esa oscura y solitaria habitación de enfermería... donde el único sonido, era la ventana vibrando por la brisa del viento nocturno, el chico con el corazón acelerado, cerraba los ojos tratando de pasar el susto, esa horrible imagen estaba tallada en sus retinas, le daban escalofríos al grado de sentirse pálido y con frio.
Como presagio, pensaba en la azabache de coleta, verla pelear y defender su honor, era algo admirable y bello... le causaba un rubor en las mejillas, pero a la vez, la paz que necesitaba para conciliar el sueño.
A la mañana siguiente, el chico caminaba mas renovado a su salón de clases, donde nada mas al entrar, era sorprendido por un puñetazo en la cara, no era gran cosa, una mano pequeña y débil.
- ¡ERES UN IDIOTA! – un enano de cabello morado, raro y pegajoso se trepaba en la camisa del joven y lo golpeaba en la cara
- Es que se enojó porque tocaste los pechos de Yaoyorozu – decía el rubio eléctrico con desinterés dado que habían otras prioridades en el día.
- ¿Qué? Yo no hice eso, ni lo haría, es algo inútil.
- - ¡tu estúpida cabeza tocó esas masas regordetas! ¡y exijo que....! – de inmediato era lanzado lejos por el chico acuático, quien lanzaba al enano por la ventana con una mirada fría.
- Eres un degenerado, déjame en paz – se sentaba aun molesto, pensando en esa pesadilla seriamente, se sentía perseguido y acosado donde iba, y tenia miedo, aunque no se lo demostraba a nadie. En momentos de la tarde, veía a la azabache de la coleta acercarse a el.
- Hola... quería... saber si estabas bien – preguntaba un poco timida pero con semblante firme hacia el chico acuático, quien alzaba la vista de su lectura para ver a la chica.
- Estoy bien... no debes preocuparte por mi – decía sincero y serio, tratando de alejar a la chica de el.
- ¿Por qué me quieres alejar? Ni nos conocemos y me resultas curioso, e inevitablemente tendremos que tener confianza, necesitas quien te cuide la espalda – decía insistente y se sentaba frente al chico con su silla.
- Eres terca y molesta, pero tienes un punto, bien, ¿Qué quieres? – decía con un suspiro de no tolerar a la chica.
- Parque costero, mañana por la tarde, tu y yo, yo invito – decía con un leve rubor en la cara, apenas notable para el chico.
- Mañana a la tarde hay clases, es viernes.
- Mañana a la tarde es sábado ken... di que si ¿por favor? – la chica ponía ojos tiernos, casi seductores para el chico. – además no eras asi de frio en el entrenamiento –
- Bien, acepto, en el entrenamiento demostraste no ser una inútil, pero sigues siendo un fastidio, aceptare solo para que me dejes en paz por hoy ¿feliz? –
- Mmhm mucho, te espero mañana, ¿uso vestido o ropa normal? ¿negro o rojo? ¿coleta o pelo suelto? –
Ya con una vena hinchada el chico respondia claro y conciso.
- Vestido rojo y pelo atado ¿okey? – decía ya sin paciencia y eligiendo la primera opción de cada pregunta, a lo que la chica se iba contenta a su asiento.
- Esto podría ser mas fastidioso...? – miraba un mensaje en su teléfono, mismo que decía, "¿eres hijo de aizawa? Quiero verte en el recreo"
El chico cerraba los ojos reteniendo un grito que quería soltar de puro enojo, ¿Qué mas podría salir mal? ¿sera una buena cita la de mañana? ¿Qué relación hay con All for one y el chico acuático? ¿Quién es el mensajero misterioso?
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Un amor que nace: La Niña de mis ojos
Sonstiges"Kenshi, un nuevo estudiante, llega a U.A. Academy con una determinación férrea y secretos oscuros. Su vida cambia cuando se cruza con Momo Yaoyorozu, una talentosa joven con el poder de la creación. A medida que el tiempo avanza, Kenshi se ve arras...