━━━ ✧ ‧₊˚ ☽ 𝒄𝒂𝒑𝒆𝒍𝒍𝒂
➫ a remus lupin fanfiction
:｡ﾟ꙳. dónde Capella Hastings,
una slytherin sonriente enfrascada
en su propio mundo, no puede
evitar mirar al tierno chico de Gryffindor.
o
:｡ﾟ꙳. dónde Capella dibuja
estrellas en las cica...
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LA SUAVE VOZ DE LA CHICA que estaba a sus espaldas, hizo que todo su sistema se descompusiera por completo. Al menos él lo sintió así. Como si del hechizo petrificus totalus se tratara, no podía mover ninguna parte de su cuerpo, solo podía sentir como su corazón latía con tanta fuerza que en cualquier momento podría salírsele.
— Hola C-Capella.
Titubeó un poco al decir su nombre. Remus jamás había sabido dirigirse hacia ella, de ninguna forma. Es decir, alguna vez habían dicho ciertas cosas en los trabajos de pociones que les tocaba hacer juntos o cruzaban palabras junto con otros estudiantes en el 'club del estudiante' que una joven de Ravenclaw, llamada Pandora Sailstrem creo para hacer menos tediosas las tareas y facilitar el estudio. Pero jamás una conversación de más de dos minutos que no comenzara con un '¿como te fue con la tarea de transformaciones' o '¿entendiste la actividad de la clase de adivinación?'.
— ¿Así que Astronomía, eh? — Tomó asiento frente a él, agarrando uno de los libros que tenía apilados a su lado. — Tienes clase con Hufflepuff luego de nosotros ¿no?.
— S-Si. — Asintió con su cabeza repetidas veces lentamente mientras ladeaba sus labios hacia la derecha, meciéndose sobre la silla y su propio cuerpo.
— ¿No has encontrada nada, verdad? — Volvió a asentir. — Los libros qué hay aquí de astronomía son un asco.
— No podría estar más de acuerdo.
Ambos soltaron unas pequeñas risas, que al instante fueron calladas por Madame Pince. Cosa que los hizo reír aún más.
— Y cuéntame Remus Lupin, ¿ese libro que tienes ahí también tiene una narración y explicación denigrante respecto a la astronomía? — Dijo con una sonrisa socarrona, burlándose de lo que había dicho ella misma momentos atrás.
— No realmente. Es... es solo mi libro favorito de niño. — Dicho esto, un ligero rubor apareció sobre las mejillas del muchacho, haciendo que desviara su cabeza hacia un lado para intentar disimularlo.
Y en ese momento los ojos de Capella brillaron como las deslumbrantes constelaciones que a Remus tanto le costaban entender. Hubo un silencio momentáneo, donde Hastings miró fijamente hacia los ojos marrones del chico con cicatrices.
— ¿Cuanto es para siempre? — A veces, solo unos segundos.
Y tan solo 9 palabras bastaron para que la sonrisa de la chica rubia apareciera e hiciera que todo su rostro se iluminara. Y podría jurar que era la misma sonrisa que él había visto 3 años atrás cuando la vio por primera vez.
