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- Emmm, okey? Pasa. -

La chica se hizo a un lado y se dirigió hacia la cocina, donde se encuentra a su gato en el mesón de la cocina moviendo la cola de un lado al otro, atentó de todos los movimientos del nuevo invitado.

- No sabía que te gustaban los gatos -

- No sabes nada de mí, como se supone que lo ibas a saber - dijo ella con su usual tono de seriedad, pero no llegando a ser grosero.

- Buen punto, hola Salem - se acercó al pequeño animalito con cuidado de no asustarlo, pudo ver su nombre por el collar de color blanco que llevaba, acerco su mano a el lentamente a lo que el gato la olfateo para después acercar su cabeza al chico como diciendo que quería caricias de su parte, a lo que obedeció, hasta que escuchó a la muchacha

- Ven, sientaté a comer -

- Voy, gracias por la comida, me sorprende que hicieras para dos personas -

La chica simplemente dirigió una mirada y volvió la concentración a su plato, después de que terminarán de comer Julieta puso los trastes en el lavavajillas para escucharlo hablar.

- Bueno, creo que mejor me voy, seguro que tienes planes y no te quiero molestar más, nos vemos señorita Amery -

- De acuerdo, nos vemos Anthonyson -

En ese momento se escucharon pisadas alejándose dejando a nuestra protagonista sumida en un silencio largo, en el cuál no se movió ni un centímetro, hasta que recordó sus planes para ese día, entonces fue que agarro su cartera, metiendo allí cosas esenciales como su teléfono, dinero y etc. Se lavo los dientes, puso audífonos para escuchar Home de Reese Lansangan para salir y cerrar la puerta con llave y emprender su camino hasta su biblioteca café favorita, siendo seguida por Salem, y si, siempre tomaba el mismo solitario camino, en realidad todos los de las casas de allí la conocían como la chica de la cafetería, así que pueden imaginarse que tan seguido iba a la tienda, en el momento en el que abre la puerta del local para la música y simplemente se dirige al mostrador, apenas la vieron los empleados esbozaron una sonrisa.

- Lo de siempre -

- Toma, aquí esta la orden Amery, un trozo de pastel de chocolate y un latte de vainilla con crema batida y salsa de caramelo y también le agregamos la salsa de chocolate blanco.

La chica simplemente agradeció con una sonrisa y se dirigió a la mesa de siempre, aunque tenía para elegir, puesto a que usualmente a esa hora estaba vacío, busco el libro que quería leer y se sentó junto a salem mientras escuchaba la melodía que sonaba en el local, siempre que ella venía ponían la misma canción, merry go round life, en verdad la tranquilizaba.

Un amor no tan cliché, o eso creo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora