"El asesino dragón más fuerte"

IV

Capítulo 4. Comienza la caza.

"Ay Sir" - Happy hablando.

'Imposible' - Natsu pensando.

"Hole Dragon Roar" - técnica.

"Mocoso" - Acnologia hablando.

'¿¡Esa magia es!?' - Acnologia pensando.

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La tan esperada hora nocturna había llegado por fin, y la luna se había situado en lo alto del cielo de Elga Town. Natsu estaba entusiasmado, esperaba el momento indicado para iniciar su cacería, oculto en los tejados cercanos a la pequeña plaza del pueblo, junto a su compañero de misión, Laxus. Por órdenes de Laxus, ambos magos llenaron su cuerpo con tierra húmeda para ocultar su olor y apagaron todo rastro de Ether que pudiese escaparse de su cuerpo de manera involuntaria.

Laxus se acercó a los límites del tejado, centró su mirada en un pequeño grupo de personas que caminaban por la plaza de manera casual, ellos eran la carnada para las bestias. Estaba ansioso, había escuchado de Gildarts que los Sumatras eran bestias sim sentido alguno, solo criaturas impulsadas por sus instintos, eso los hacía impredecible. Era una buena razón para estar nervioso, no había por qué avergonzarse, aunque tampoco era algo para admitir, de seguro Natsu también temblaba de los nervios.

"Se acercan." Natsu había hablado de la nasa, el rubio giró su cabeza hacia su compañero claramente confuso por la repentina declaración. Natsu parecía olfatear constantemente y mirar a una sola dirección, la oscura zona que era dividida del bosque por un cercado bastante viejo. Laxus maldijo su inexperiencia, era obvio que debían esperarlos por ese lugar. "¡¡Aquí están!!"

Natsu no esperó ninguna indicación por parte del mago eléctrico, una vez sintió a las bestias saltó sin pensarlo y una vez tocó el suelo, corrió hacia aquel lugar que miraba anteriormente. "¡Espera Natsu!" El pelirosa lo había ignorado, maldijo la isubordinada personalidad de esta pequeña bestia humana, ¿acaso carecía del sentido común?. Él tampoco espero mucho tiempo antes de lanzarse de allí.

Laxus miraba sorprendido, Natsu era bastante rápido, aunque sus movimientos eran salvajes y predecible. Atravesó el tumulto de personas sin detenerse, derribando a cualquiera que se ubiese cruzado en el camino, a pesar de ser un niño, el cuerpo de un adulto no relantizo sus movimientos, nada parecía importarle más que las bestias que se acercaban. "¡Entren a sus casas. Están aquí!" Rugió Laxus, todos corrieron despavorecidos hacia sus hogares, buscando refugio seguro y la supervivencia de esta última noche, si todo salía bien, sus vidas volverían a ser las mismas.

"¡¡Hole Dragon Claw!!"

La primera salió del bosque, se había lanzado havia Natsu buscando incapacitado, aunque todo había sido contrario. Un Ethernano colorido rodeó la mano derecha de Natsu y destrozó las patas delantera de la bestia al mínimo contacto. Luego fue la izquierda, y parte del cuerpo de otro Sumatra había sido destrozado. Dos bestias incapacitadas en pocos segundos, Laxus en ese momento comprendió que aquel joven pelirosa no era alguien que jugaba en estas situaciones.

Otro par de bestias llegaron al lugar, Laxus sonrió mientras su cuerpo era rodeado de rayos, a pesar de estar nervioso no podía dejar de sentirse feliz a su manera, era una oportunidad de probarse. "Electric Fury." Una bola de electricidad salió disparada a gran velocidad arrasando todo a su paso y provocando un estallido eléctrico que terminó con la vida de tres tigres bestiales. Sonrió orgulloso de su poder, llevaba tres, uno más que Natsu.

"¡¡Hole Dragon Roar!!"

Un torbellino de Ether de color azul oscuro arrasó con todo a su lado, había calcinado cinco bestias en solo un momento. Su cuerpo hirvió de la emoción, Natsu era aún más bestia que esos tigres. No parecía ni siquiera contenerse por estar dentro de un pueblo humano, para él no había nada más que esas bestias y él. Por un momento pensó si Natsu siquiera recordaba que el estaba allí.