Beerus abrió los ojos, bostezando de cansancio, estirando sus extremidades y articulaciones felinas sobre su pequeña cama, hace pocos días se había permitido una pequeña siesta para descansar del irritante príncipe que explotaba su planeta, por fin algo de paz, y sin embargo, una nueva presencia mucho mas alta que la de el, había hecho sonar sus alarmas mentales, ¿lugar? la Tierra, a veces desearía haber pulverizado esa pequeña roca espacial cuando tuvo la oportunidad
- "Luego me acuerdo de su comida, y se me pasa" - Recordó con ensueño, saboreando mentalmente las donas de su ultima visita a la Tierra, Beerus sacudió la cabeza y se movió rápidamente entre los pasadizos de su castillo-árbol, llegando en un santiamén con su ángel guardián a la orilla del río
- ¿Señor Beerus que hace despierto tan temprano? aun faltan unos días para el regreso del señor Vegeta - Cuestiono Whis, percatandose de su llegada con el brusco movimiento del césped tras el
- No te hagas el ignorante, sabes perfectamente porque estoy aquí - Comento con fastidio mientras se sentaba en el suelo, a un lado de su maestro, Whis le miro por el rabillo del ojo con una sonrisa, sin quitar su mirada del cielo
- ¿Es por lo que ocurre en la Tierra? - Pregunto de manera meticulosa, el gato le volteo a mirar confirmando sus sospechas, no era extraño que sucesos así le despertaran
- Exacto... ¿Sabes de quienes son esas presencias verdad? - Cuestiono nuevamente la deidad, recibiendo un asentimiento del ángel que volteo a mirarle
- Si bueno, la mas conocida pertenece a Son Gohan el hijo del señor Goku, el otro sujeto es un antiguo enemigo de su grupo, se hace llamar "Cell Max" - Relato el ángel, Beerus escucho todo atentamente, y al terminar parecía pensar en algo que incomodara su psique
- Mmmn... ¿Cual es el objetivo de ese tal "Cell" exactamente? - Cuestiono el dios seriamente, por supuesto, Whis se entero de inmediato que su preocupación no venia empaquetada enteramente en los Z Fighters, sino mas bien en el área gastronómica, sus deliciosos platillos eran algo de ensueño y también le preocupaban de cierto modo
- Su objetivo desde siempre fue acabar con el señor Goku y sus amigos, algo mas establecido como una orden - Menciono sonriente, de alguna manera le gustaba ver angustia en el dios - Sin embargo... Parece que ahora quiere destruir el planeta junto a todos los terrícolas -
Whis no era nuevo en el oficio, el sabia lo que venia y conocía perfectamente al dios frente a el, sin perder el tiempo hizo aparecer unos tampones para sus oídos que fueron colocados a toda prisa que ni el destructor se dio cuenta, después vino el caos
- ¡¡¡COMO QUE DESTRUIR LA TIERRA!!! - Whis nunca creyó que los tampones funcionarían, pero cuando el suelo tembló bajo sus pies y sus oídos fueron bendecidos con un pequeño susurro diabólico supo que fue bueno haber puesto su fe en ellos
- ¡Estúpido no podemos dejar que la tierra sea destruida, todos los platillos que aún no probamos se irán pa la verga! - La Tierra era el centro culinario del universo por excelencia, para el, y ver su restaurante espacial favorito convertirse en polvo de estrellas era algo fuera de discusión
- Señor recuerde que no puede intervenir en los asuntos de los mortales - Menciono Whis de forma sabia, con los ojos cerrados como un monje, el gato siquiera escucho una sílaba pronunciada de su boca, se dedico enteramente a corretear por su planeta mientras buscaba su ropa divina
- ¡Callate! - Ordeno deteniéndose justo al frente, el césped volando tras su veloz recorrido - Esto también te conviene, dime ¿Acaso podrías soportar una vida eterna sin la comida de la Tierra? - Cuestiono seriamente señalándolo con el dedo, buscando generarle conflictos internos, ¡Y funciono! el ángel trago en seco y retrocedió unos pocos pasos, una vida sin ese planeta...
ESTÁS LEYENDO
Salvador Universal
Teen FictionDespués de la derrota de Moro, Son Goku se va a entrenar con Daishinkan y durante el entrenamiento este consigue una nueva transformación, todo parece andar bien hasta que llega a la tierra y ocurren algunos eventos ricolinos para unos y no tan sabr...