CAPÍTULO #14

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Oscuridad, su cuerpo se sentía pesado, más oscuridad al rededor y en todas partes, su último recuerdo se remonta al momento en el que fue aplastada estúpidamente por una enorme roca que caía del techo, hubo un momento de dolor extremo donde sus huesos crujieron, su sangre brotó de su cuerpo violentamente y después todo se apago, quizás ahora se encontraba en el limbo entre el cielo y el infierno, si ella misma juzgará las acciones que influenciaron su vida hasta este momento diría que tenía asegurado un asiento VIP en lo más profundo del infierno

Oscuridad, su cuerpo se sentía pesado como si una enorme roca aplastará sus extremidades, con un suspiro espero pacientemente al momento en que fuera transportada al infierno y cumpliera con su eterna condena, si se fijaba mejor en sus alrededores parecía que las paredes que la rodeaban contenían pequeñas grietas iluminadas por una tenue luz roja, debía ser una señal, estaba avanzando al infierno

Temblores, debía ser otra señal, la parte a la que estaba siendo llevada tenia que ser una tortuosa tormenta llena de todo tipo de calamidades, los temblores se intensificaron y las paredes al rededor crujieron como rocas partiéndose y de entre las grietas una se hizo más grande, dejando ver lo que tras ella había era una vista a la que ella estaba más que acostumbrada

Espera, el infierno para ella no se veía así exactamente como el lugar que fue su tumba, y esos temblores antes de morir su piel los recordaba vívidamente, esto no era el infierno, era la habitación donde Cell Max dormía, con un gruñido profundo de garganta una extraña fuerza lleno completamente sus venas y pronto todo lo que la cubría explotó

Las rocas volaron lejos de la brusca liberación y de entre el humo y una silueta humana se pudo apreciar, tez blanca, cabello castaño hasta la parte baja de la espalda, bata de laboratorio, vestido de cuadros rojos y azules hasta los muslos, Vomi se miro las manos con contemplación en un anhelo por comprender cómo estaba viva, según recordaba ningún humano normal de nacimiento podía reformarse después de volverse papilla bajo unas rocas

- "No logro comprender, yo había muerto por esa enorme piedra que cayó sobre mi" - Pensó Vomi con frustración, aunque debería estar agradecida con quién sabe quién por estar viva, la realidad es que estaba mucho más confundida de lo esperado, con duda volteo la mirada hacia el enorme agujero de donde había salido en busca de alguna explicación

- Y sobre todo ¿Como hice explotar esos escombros? - Murmuró en voz alta, una mano en su barbilla con sospecha y después de varios segundos sus ojos se agrandaron completamente como respuesta ¿No podía ser lo que pensaba... O si?

Con una sonrisa emocionada la castaña estiró su brazo derecho apuntando a una pared cualquiera, cerró los ojos teniendo un pequeño lapso de tiempo para concentrarse y luego sintió un objeto calentar su palma, sus ojos se abrieron con emoción otra vez al observar una orbe de colores rosados mantenerse a la altura de su mano su voz se convirtió en un chillido alegre, ante de que se diera cuenta el orbe se disparó sin querer generando una inmensa explosión que la arrastró en dirección opuesta, chocando con la pared que tenía detrás, incluso sin apenas sintió dolor de ambos impactos

-!Jajajaja esto es increíble, ahora tengo poderes sin razón alguna! - Vomi sonrió divertida para lo que por los momentos no tenía manera de explicar, pero la increíble sensación de poder era bien recibida por su parte, todos sos anhelos frustrados por su incapacidad para pelear ahora se veían más cercanos a cumplirse, sin embargo sus ánimos recayeron de repente cuando la dura realidad le golpeó con un nuevo temblor

- Ahora tengo una nueva duda... ¿Que tan fuerte soy a comparación de "ellos"? - Era una pregunta bastante evidente, ¿Cómo sería capaz de medirse contra los seres más poderosos del universo? Sus venas arden por el inmenso poder que las recorre, pero no está tan segura de cuanto haga falta para cumplir sus sueños

Salvador UniversalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora