Capítulo 3

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La adolescencia es una etapa bonita?

Digo, la pubertad no siempre es la mejor, pero en la adolescencia se sufre la desgracia de un primer amor, esa etapa donde piensas que encontrarás el amor para toda tu vida... Y resulta siendo un fracaso.

La edad promedio es entre los 13 hasta los 17, la conocida etapa escolar, la mayoría de ellos asisten al psicólogo y les diagnóstican depresión, ansiedad, y otras cosas, son casos fuertes, pero una gran población no es diagnosticada con "Hanahaki", pues los adultos piensan que eso del amor aún no es para ellos.

La adolescencia también necesita este diagnóstico y su cura para ser feliz, aunque sea un poco.

~Hawks

Una maldita semana había pasado y Keigo no veía un avance significativo en el proyecto, se estaba frustrando, pero lo sentía como culpa suya.

Touya todas las noches llevaba informes, avances y experiencias de su alrededor, trataba de poder avanzar, pero simplemente el rubio no lo lograba, y eso le disgustaba.

El sabía perfectamente la razón, y esta tenia cabellos negros, ojos azules y una sonrisa ladina que lo derretia, el dueño de todos sus pensamientos robados era el mismísimo Touya.

Era inevitable, él era perfecto, en algunas ocasiones mientras Touya leía, aquel rubio lo miraba por encima de los documentos, su mirada sería y concentrada lo derretia, cuando lo miraba de reojo y sentia que conectaban miradas, su piel se erizaba y se sentía el centro de atención de su acompañante.

Estaba profundamente enamorado del que en ese momento era su compañero en una investigación la cual el rubio lo obligó a realizar a cambio de la libertad.

No sabía si le correspondería, pero en todo caso, si no lo hacía, quizás ya tendría una cura estable que lo sanaria, todo era cuestión de tiempo, y el solo rezaba que esos dos meses fueran suficientes para completar su cometido, y quizás enamorar a el pelinegro.

Claro que sabía que jugaba con fuego, pues su carrera se vería afectada si la prensa supiera como mandaba su corazón, como demandaba estar al lado del pelinegro de ojos apagados.

Por ahora, hasta en sus sueños más húmedos era donde podía sentir el amor, ficticio e inventado por su misma conciencia, pero era lo único que consolaba su triste corazón.

Finalmente era sábado, día de descanso, quizás hubiera podido descansar el día anterior, pero la idea de él y Dabi vieran una película romántica para poder "entender mejor el tema" no le parecía tan mal, incluso su mente podría trabajar y relajarse en diferentes momentos.

Aun no sabe en que momento de la película paso a segundo plano, pues la tensión entre él y el pelí negro era notable, dando como resultado besos salvajes, chupones, mordidas, toqueteos y una felación del Rubio al pelí negro.

La mente del Rubio no procesaba bien todo lo que habría pasado la noche anterior, aún tenía que entender algunas cosas, entre ellas el ritmo acelerado de su corazón cada vez que recordaba lo sucedido y su reflejo frente al espejo viendo el desastre que fue esa mañana.

Se sentía la persona más afortunada del mundo, sin aún creer su sentimiento correspondido esa noche, quizás se estaba dejando llevar por la emoción y no por sus pensamientos racionales, dándose la idea errónea que era solo para aquel proyecto.

Su nube era muy alta, no podía poner sus pies en la tierra y quizás sería su mayor error, pues aunque depronto se dio por la tensión, no sabía exactamente qué pensaba el pelinegro, no sabía sus sentimientos con él, nisiquiera la orientación sexual de este mismo, pero por ahora sólo mantendría en su memoria el bonito recuerdo de ser marcado por él, guardaría la imagen de aquellas marcas rojizas y de como lo trato con devoción.

Como era costumbre se dirigía a ese bar del que cada fin de semana iba y solo salía después de satisfacerse, y eso haría ese día.

Cuando entró la misma mujer con la que cada fin de semana se encontraba lo estaba esperando, cuando cruzó miradas con él, una sonrisa se poso en sus labios, se dirigió a él dando pequeños saltitos cual niña hasta llegar donde estaba él, su cliente favorito.

-Que lindo es volver a verte, Keigo.- susurro emocionada.

-También es un placer verte Toga...- dijo con tranquilidad.

Toga himiko era un joven mujer de 20 años, su cabello rubio y sus ojos hermosamente claros hacia que sus largas pestañas sobresalieran sobre su piel de porcelana.

Ella solo realizaba un trabajo extra, necesitaba mas diversión aparte de su profesión como villana, asi que el trabajo de jefe no le quedaba mal, dirigía aquel lugar a su modo, y poco a poco el lugar se hizo muy concurrido.

Ultimamente el hecho de que el héroe atrapara a el villano no era tan emocionante y aquel mundo comenzo a ver pequeñas cosas mas emocionantes que el hecho de que un villano acabara azotando a la ciudad llena de un miedo irracional por este y que salieran los héroes profesionales a evitar "tragedias" que nunca sucedian.

-Ayer no viniste... se puede saber la razon por la cual faltaste ayer?, te tenia una sorpresa pero no pude dartela...- dijo con un deje de tristeza notoriamente infantil.

-No tuve tiempo de salir reina... Estuve ocupado, lo siento. -

-Esta bien, parece que la pásate bien eh?- interrogó mientras bajaba un poco la parte del cuello de la camisa negra de este dejando ver una enorme marca y otras más pequeñas al rededor.

El rubio solo mostro vergüenza y agachó un poco su cabeza mientras sus mejillas se tornaban de un leve rosa.

Toga solo lo miro divertido y le invito una Copa como era costumbre, esa noche sería normal.

A la mañana siguiente despertó en su habitación, recordaba lo que había pasado la noche anterior, y como Touya  lo saco de aquel bar borracho, Toga solo se despidió feliz para regresar a su trabajo, Touya lo subió a una camioneta negra como copiloto y el conduciría.

El tenía una expresión sería y preocupada, Keigo solo miraba a su alrededor perdido antes de mirar al pelinegro con una sonrisa, definitivamente el alcohol no era lo mejor.

Keigo ensoñado con su príncipe azul cayó rendido en un profundo sueño, un sueño color rosa, donde veía un campo floreado de muchos colores.

Las raíces de estas eran pequeñas e indefensas, las rosas aún no tenían espinas ni tampoco florecían aún, tal vez ese sueño era una terrible señal.





Los amo gente bonita, recuerden que son suficientes siempre

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⏰ Última actualización: Aug 29 ⏰

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Hanahaki・DabiHawksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora