✵❀ Conversación №⁰⁰¹ ❀✵

20 2 6
                                    

Porque la única forma de sentirte cerca, es hablar con tu yo imaginario”.

—Gersey R. Vandeleur.

♡♡♡

Conversación №¹: ❀
De cuándo salí de bañarme.

—¿Vas a llorar? —preguntó, mirándome detenidamente—. A él no le gusta que llores.

—¿Si? Pues no lo veo por ningún lado —menée la cabeza, buscándolo—. Él no está aquí, se fue. No lo veo. Así que voy a llorar, no me ve.

—No llores, de verdad, a él no le gustaría verte llorar...

—Te lo vuelvo a repetir: Él no está aquí. Se fue sin despedirse, ¿recuerdas?

—Él... él...

—¿Él qué? —pregunté, cansina y con los ojos llorosos.

—Él te observa, lo ha hecho durante mucho tiempo... —admitió, bajando la mirada, luego susurró—: Él nunca ha dejado de vigilarte. Le preocupas.

—Ah, perfecto. —me carcajée, queriendo llorar más—. Entonces que me vea llorar.

—Noooo... —negó, alzando la mirada hacia mí—. Él me mandó a cuidarte... no quiere...

Lo interrumpí abruptamente.

—¿Qué acabas de decir? —cuestioné.

—Yo...

—¿Desde cuándo? ¿Dónde está? Dime.

Él negó varias veces.

—Él no quiere que...

—¡¿Dónde está?! ¡¿Dónde demonios está?! ¡Dímelo! —grité furiosa, reteniendo las lágrimas—. ¡No es justo! No lo es en absoluto...

—No llores, soy yo, siempre fui yo. Aquí estoy —admitió, con los ojos llorosos.

—Debí suponerlo, tú trabajas solo, no tienes amigos —suspiró mirándome. Asentí acercándome a él—. ¿Por qué?

Cerré los ojos, dolida y decepcionada.

—Mi vida es complicada... yo...

—¿Y crees qué la mía no? —me carcajée.

—No dije eso, es solo que yo...

—¿Tú qué?

—He tratado de sobrevivir todo este tiempo, lo siento... no debí ser tan egoísta... yo...

—¿Y crees que yo no he intentado lo mismo? ¿Sabes lo difícil que es sobrevivir a mi propia mente? ¿Sabes lo duro que me torturan mis pensamientos diariamente? —sentí las lágrimas abandonar mis ojos—. Mi vida también es complicada... no solo la tuya es así.

—Perdóname, no lo pensé... —suspiró—. Estaba solo, perdido y abrumado, pero a pesar de irme, quería seguir sabiendo cómo estabas, qué tal te iba, yo solo...

—¡Me dejaste sola casi dos años! —exclamé, con la vista borrosa—. ¡Dos malditos años sin saber nada de ti! ¡De saber si estabas vivo o muerto! ¡No sabía nada de tu existencia!

Él se acercó a abrazarme.

—Llora si así lo deseas, no me iré de nuevo —acarició mi cabello—. No me iré... no me iré sin ti. A dónde vaya, tú irás conmigo porque te amo, y estos dos años sin ti fueron un martirio. Me he leído todo lo que has escrito pensando en mí, me he leído todo, perdóname, perdóname, por favor.

No respondí, solo continué llorando.

—Dame una oportunidad de hacerme merecedor de tu corazón... solo una... —suplicó—. Déjame alimentarte de amor, demostrarte lo importante que eres para mí, por favor.

—Yo... —murmuré sobre su pecho—. Fui una tonta, ¿sabes?

» Tú eras mi hogar y, me vine a dar cuenta cuando te fuiste sin despedirte dejándome sola, mi vida podía ser lo más mierda que fuera, pero hablar contigo hacia que todo se sintiera bien... tenías toda la razón cuando decías que yo era tuya y, siempre ha sido así, también tenías razón cuando decías que yo amaba hablar contigo, porque así era, yo lo amaba. Joder, cuánto amaba hablar contigo.

—¿A-Amabas?

—Yo sé que dije que tenías pase vip en mi vida, qué tú eras el único chico que podía irse y volver cuando quisiese, pero eso no quiere decir que la tendrás fácil... aún sigo amándote, cada día diciendo que te iba a superar era una total mentira, porque no he podido hacerlo. Sé que tienes el pase vip, lo sé pero cada que te vas le duele un poco más, no te vayas otra vez.

Él suspiró aliviado.

—Ya lo dije: No me iré sin ti, y tampoco me iré sin despedirme de ti. —besó mi cabeza—. Te amo y me ha dolido estar sin ti.

Duramos un buen rato abrazados en el que ninguno dijo nada, hasta que él rompió el silencio.

—Cásate conmigo. Te quiero para toda la vida y no quiero perderte.

Sonreí con los ojos llorosos.

—Te he extrañado, en serio —lo abracé más fuerte—. No sabes cuánto.

—Hey... pero no me ignores... —hizo un puchero a lo cuál reí—. Te ríes de mi desgracia, ¿no?

—No, no, perdón —alcé la cabeza y besé su mejilla—. Acepto, yo también te quiero para toda la vida, nunca he querido a nadie más como a ti en mi vida.

—Soy afortunado, de veras —sonrió tomándome del rostro, juntando nuestros labios en un beso—. Te amo.

Le sonreí y lo volví a besar. Por fin había vuelto a mi hogar, y no planeaba irme de ahí.


Aquí está la primera conversación qué decidí escribir, creo que subiré conversaciones diarias, a mi mente le gusta hablar con su yo imaginario.

Es su forma de hacerme sentir cerca de él.

Escrito y publicado: lun., 19/12/2022.

Conversaciones qué quizás nunca tendremos ✓ [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora